Danae | Bellamy Blake

Capítulo ocho

NARRA DANAE

Ya estaba cayendo la noche, unas pocas horas atrás habíamos oído a los guerreros marchar hacia Skaikru, yo no podía estar más tiempo allí encerrada.

-Guardias!-dije gritando para que los nombrados me oyeran, en cuanto se asomaron por la verja, me miraron, para ver que pasaba- Este Skaikru me está molestando- dije rabiosa refiriéndome a Murphy.

Ambos guardias abrieron la puerta para entrar en la prisión para después de entrar cerrarla de nuevo, se acercaron hacia Murphy, mirándole con maldad, para darle su merecido por molestar a la segunda de su líder.
Yo, que estaba sin atar, me acerqué por detrás de ellos para hablarles, de manera que el guardia quedaría dándole la espalda a Murphy, y este, con sus habilidades de ladrón que me había contado que había desarrollado en el arca, le quitó las llaves de su bolsillo trasero.

-Yo me ocupo de él- dije mirado hacia los guardias, que hacían como una especie de barrera para que no me acercase al chico- el fue quien me torturo cuando me encerraron en su campamento- dije para que así, me permitieran el paso.

Ahora estaba en frente de Murphy, el cual al verme, asintió, para darme a entender que tenia las llaves. Así que de un movimiento inesperado para todos los demás, me giré bruscamente, deslizando mi pie por el suelo, llevándome con mi paso a los dos guardias, haciendo que estos cayeran al suelo y quedasen levemente aturdidos e inconscientes por la mala caída.

Yo me agaché para coger las llaves que tenía el chico en la mano y comencé a quietarle el candado que unía sus manos.

-Buen trabajo ladroncillo- dije ya en pie y extendiéndole la mano al joven para ayudarle a levantarse- Ahora tenemos que darnos prisa y llegar a tu campamento, debo proteger a mi líder-

-No, yo no voy a ir, no soy bienvenido-

-Como tú quieras Murphy ¿pero dónde iras si no?- dije mientras arqueaba una ceja - quizás si le explicas a Bellamy la versión que me has contado a mí te perdona-

-Puede ser, y lo intentaré, pero no hoy-

-Está bien, yo debo irme. Nos vemos Murphy, cuídate- le dije al chico mientras salía apurada de la celda, pero cuando estaba en la puerta frené, para volver a mirar al chico torturado.

-Gracias Danae- dijo mostrándome una sonrisa, la cual yo le devolví , y salí.

Había muy poca gente en la aldea, las pocas personas que quedaban eran mujeres y niños que aún no estaban preparados para ir a una guerra.
Intenté pasar lo más desapercibida posible para llegar a mi caballo. Cuando lo tuve, monté encima de él y le di unos toquecitos para que comenzara a correr hacia el campamento de Skaikru.

...

Cuando llegué, todo había comenzado. Los Skaikru estaban dentro de sus murallas mientras que los de mi aldea luchaban contra...¿segadores?.
No se como habían llegado hasta aquí, pero esa tribu era de lo más siniestra, ellos eran caníbales, se alimentaban de las personas que mataban o que ya estaban muertas, estaban locos.

Vi a mi hermano Lincon correr para esconderse detrás de un árbol, no se que hacía allí, ya que lo habían desterrado de nuestro clan, pero tampoco era el momento para pararme a averiguarlo.

Baje de mi caballo y le volví a dar unas palmaditas para que se alejase de allí, pero no demasiado, por si tenía que salir corriendo, y luego me dirigí hacia donde había ido momentos antes Lincon.

-¿Lincon?- pregunté ya acercándome al tronco del árbol, con mi espada en posición de ataque por si acaso no era él el que estaba allí detrás.