ʏᴜᴀɴғᴇɴ •HIATUS•

Melifluo pt. 2

Las clases del día siguiente pasaron sin complicaciones, la novedad ocurrió cuando la pequeña se juntó con Kouta y su madre a la hora de salida, despidiéndose de Senku para luego caminar al lado de su otro amigo. El rubio los observó mientras caminaban, desapareciendo luego de doblar en la esquina, en dirección contraria a la que él se dirigía, ya se había acostumbrado a regresar con ella a casa, así que se le hacía algo raro recorrer las calles solo con su padre a su lado.

Serían días algo largos hasta que llegara el momento de presentar los trabajos al resto de la clase.

Por otro lado, (T/N) estaba sumamente emocionada por escuchar a su amigo tocando el piano, tanto que no podía evitar la enorme sonrisa que permaneció en su rostro durante todo el trayecto camino a casa del niño, sujetándolo firmemente de la mano mientras caminaba a su lado izquierdo, provocando que un pequeño sonrojo se instalara en sus mejillas.

Se sentía nervioso, no sería la primera vez que la castaña iría a su casa, pero si sería la primera vez que no estarían con Yuuta y Ami riendo, gritando o peleándose por ver quien era mejor haciendo alguna cosa o quien tendría la última galleta con chispas de chocolate.

Una vez llegaron, la mayor les abrió la puerta y se ofreció a prepararles una merienda mientras ellos trabajaban en su proyecto para la clase, ambos asintieron alegres y subieron las escaleras directo a la habitación de Kouta para poder dejar sus cosas e, inmediatamente después, dirigirse a la habitación contigua en donde estaba instalado el piano.

"¿Estás segura que quieres escucharla?..."

Preguntó el pequeño mientras se sentaba nervioso en el banco frente al piano. La niña lo miró confundido, esperando a que se explicara. Kouta suspiró al ver su expresión y se rascó la nuca.

"... No toco tan bien como piensas..."

(T/N) se acercó a él con calma, deteniéndose a su lado con una pequeña y dulce sonrisa en su rostro, sus mejillas estaban algo sonrojadas y lo miraba con ternura mientras jugaba con sus manos en su espalda.

"Estoy segura de que será hermoso"

Dijo mientras se inclinaba un poco hacia él, cerrando sus ojos y ampliando levemente su sonrisa. Él no pudo evitar sonreír, contagiado por la belleza y alegría que irradiaba la niña, soltando una pequeña risa.

"De acuerdo"

Ella se enderezó mientras que el niño inhalaba hondo, sostenía el aire en sus pulmones unos segundos y luego lo soltaba en un largo y suave suspiro, enderezando la espalda y agitando levemente sus manos antes de posarlas con suavidad sobre ciertas teclas del piano. Cerró sus ojos y comenzó a tocar.

Era realmente hermoso, no solo la canción, sino que toda la escena. Por alguna razón, el niño parecía tener un aura completamente distinta a la que solía tener, se veía tranquilo, a gusto, una pequeña sonrisa en sus labios mientras sus pequeñas manos bailaban con gracia sobre las teclas creando una dulce melodía. (T/N) dejó caer su cuerpo suavemente en el piso al lado del banco, quedando sentada mientras se apoyaba su cabeza en la madera de este, cerrando sus ojos mientras disfrutaba de la canción, tarareándola en su mente.

Fue un momento bastante corto, aproximadamente cuatro minutos en los que se habían olvidado del resto del mundo, encerrados en una pequeña burbuja. Una vez que Kouta terminó de tocar se quedó unos minutos sin moverse, tratando de calmar la emoción que había crecido dentro de él a medida que la canción avanzaba, la pequeña, por su parte, había abierto los ojos y ahora lo miraba fijamente, sus ojos repletos de admiración. De repente, una idea apareció en su cabeza, haciendo que se enderezara un poco para poder mirar al chico un poco mejor.