Capitulo V

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Advertencia: LEMON PUPPYSHIPPING.

Capitulo V

Jounouichi arropo con cuidado al pequeño Sora, lo envuelve bien en sus mantas y lo deja rodeado de peluches (Obviamente, pequeños dragones blancos de ojos azules.) Al salir de la habitación, se encontró a su alfa entrando al penthouse con una mirada pesada y una mueca críptica en su rostro.

"¿Amor…?" Llama en una voz suave, acercándose de a poco como si tratara con un animal herido o asustado, temiendo que cualquier movimiento brusco causara que lo atacase. Seto no era un animal, pero cuando su lobo tomaba control no era tan distante a uno.

"…" Esos ojos azules destellan como zafiros. Las luces estaban apagadas, lo único que iluminaba la sala era la ciudad que se postraba fuera de las grandes ventanas y la hermosa luna llena de esa noche. Y aún así, los ojos de Seto resaltaban en la penumbra, observando en silencio a su amante.

"Seto." Lo llama, extendiendo su mano sabiendo que es lo necesitaba su pareja. "Ven."

"Katsuya." Su voz sonaba como un gruñido, ronco casi sin aliento. "… No se si podré controlarme."

"Seto, soy yo." Sonríe con calma, sus templados ojos color miel observaban a su pareja con devoción. "No soy una muñeca, resistiré lo que sea que me hagas." Un suave sonroje cubre sus mejillas. "Ven, me necesitas mi alfa."

"…Te necesito."

Jono escucho al lobo más no a Seto, el aroma a granos de café tostado usualmente imperceptible para el rubio, ahora era más fuerte y concentrado, tanto que su nariz de Beta lo olió. Kaiba en un arrebato lo toma de la cintura y estampa su cuerpo contra su torso, siente las garras de ese lobo atravesar la tela de su camiseta y rasgar, rompiendo la tela con violencia.

"¡Seto…!" Suelta en un suspiro de sorpresa, pero las palabras mueren en su boca cuando aquel castaño le besa. Feroz, hambriento, inclemente besaba aquellos labios ajenos, aventurando su lengua en los pequeños rincones de la boca de su amante. El roce de sus lenguas, el choque de sus labios haciendo eco y las leves mordidas a los labios de su Beta causaban que el aire se sintiese escaso y caliente.

Deja aquella boca libre para poder saborear su cuello,  un camino de besos desde la barbilla hasta todo lo ancho y largo de su cuello, drogado ante el sabor, devoto al olor a trigo tostado que emanaba la piel de Jounouichi. "Katsuya…" Jono se estremece ante esa voz, aquella boca hambrienta va hasta su pecho y con su lengua delinea la aureola de sus pezones para luego chupar uno de estos, apretando y mordiendo.

"¡Agh!" Gime sin remedio, cierra fuerte sus ojos temblando  entre las garras de aquel lobo. "Tú..." Llama con su voz jadeante. "N-no eres…"

"Lo notaste, cachorro." Responde esa voz ronca y bestial, sin dejar de darle atención a los pezones de Katsuya va bajando la mano y bordeando con sus dedos el cinturón de sus pantalones. "Si sirve de algo, el sigue escuchando."

"Entonces…" Toma el rostro del castaño y le fuerza a verle a los ojos, toma sus mejillas acariciandolas. "Que escuche: te amo." Murmura en una voz suave, anhelante. "Te amo, te amo y estoy aquí." Junta sus frentes, Katsuya contempla esos ojos azules tan templados, un poco idos y faltos de brillo.

"…Gr… " El lobo gruñe de puro gusto y se aferra a esa cintura, se deja caer de rodillas y baja besando su vientre poco a poco. "Dejame poseer tu cuerpo, no resisto más." Murmura en un semi gruñido ahogado. "Necesito de ti, de tu aroma…" Cierra sus ojos, disfrutando ese suave olor a trigo. "Necesito sentirme uno contigo otra vez."

"¿Seto teme que me lastimes, por eso me pides permiso?" El lobo asiente, observándolo desde abajo con esa mirada devota. "Seto." Llama en un tono necesitado, toma esa mano de largos dedos y besa su palma. "Lobo tonto… " Suelta un suspiro, casi como un gemido.

Casualmente comprometidos (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora