Pequeñas historias sobre nuestro actor favorito, el desaparecido y por siempre recordado Heath Ledger.
✔ Continuación de la historia que actualmente se encuentra inconclusa en mi cuenta anterior llamada "Marpaco" o "ChicleMora".
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| Victoria |
Es sábado por la noche, mi madre sigue de viaje con el flamante señor Wilde, su jefe. Yo me encontraba en la sala de la casa mirando television en pijama con un molde de palomitas y una cerveza fría, no hay nada mejor que una cerveza por la tarde. No me apetecía salir, disfrutaba de mi soledad y de la comodidad de mi hogar. El ruido de una puerta abriéndose llama mi atención giro de mi asiento a la entrada de la casa y veo a Heath entrar con bolsas que parecen traer comida.
-hey trajiste la cena- exclamó con emoción -no tenía ánimos de cocinar y por lo que veo tu tampoco, ¿porqué siempre tienes la casa en completa oscuridad?- me cuestiona con una pisca de enojo en su voz. -es por el ahorro de energía y además estaba viendo una pelciula- me giro en mi asiento y centro mi atención en la pantalla -claro-lo escucho murmurar desde la cocina.
Heath llega hasta a mi encendiendo la luz de la sala miestras en su mano derecha sostiene una lata de cerveza esta última la coloca en la mesa de centro pero su mirada se dirige a mi cuando ve la otra lata a la mitad.
-te he dicho lo mucho que odio que tomes, ¿no es cierto?-toma asiento justo a mi lado colocando mis piernas sobre las suyas -tu también tomas he incluso fumas y fumas tanto que podrías hacerle competencia a una locomotora-le reprocho -pero yo soy adulto y tu aún eres menor por lo tanto eres mi responsabilidad mientras tu madre esté fuera-me miro con el ceño fruncido -eso no es justo además es solo una cerveza no me pasará nada- -he dicho que no, Victoria- dijo moviéndose en su lugar llevando su mano a su bolsillo tracero de donde sacó su cajetilla de cigarros y el encendedor -y aquí vamos-dije con una sonrisa juguetona -sin reproches Victoria- dio la primera calada al cigarrillo -lo necesitaba tuve un día muy difícil en la empresa -cuentame, ¿qué pasó?-pregunto.
Él recargo su cuerpo completo en el sillón y yo me acerque a él para abrazarlo por los hombros colocando mis piernas sobre las suyas y recargando mi cabeza en su hombro, justo como si el fuera el bambú y yo un lindo koala.
-lo de siempre juntas largas y muy aburridas, personas tratando de convencerte de ideas estupidas, ya sabes- dio una calada a su cigarro -¿y tú?, ¿qué tal tu sábado?-pregunto mirándome -nada fuera de lo normal, salí en la mañana con una amiga y visitamos muchas tiendas de ropa y accesorios despues de eso fuimos a comer, me invito a una fiesta en casa de Alison pero no quise ir, a esa fiesta asistiría Richard y no quiero verlo- -¿ya no te ha molestado?- me pregunto con interés -no, desde el día en que lo amenazaste no se ha cruzado en mi camino-acaricio el cabello que está detrás de su cuello -se lo merecía- de pronto una pregunta invadió mi mente -oye- me separo un poco para mirarlo a la cara -¿y tú... no has echo alguna travesura por ahí el día de hoy?- muevo mis cejas de arriba abajo en forma juguetona -Victoria por favor, ¡claro que no!, ¿qué te hace pensar eso?- me mira con un poco de enojo -solo fue una pregunta, no te enojes- murmuró con voz de niña mimada, Heath deposita la colilla de cigarro terminada en el cenicero y pasa sus brazos por mi cintura acercándome a él, yo vuelvo a colocar mi cabeza en su hombro.
-lo sé, ya es común para mi tus preguntas tan directas he incomodas- sonrio por su comentario, si tan solo supiera todas las cosas incomodas que pienso sobre él. -¿acaso no extrañas el sexo?-pregunto siendo más directa, el cuerpo de Heath se tensa por mi pregunta pero al final responde con un suspiro pesado. -si, lo extraño- -¿y no has intentado nada cona alguien?-sigo preguntando -no-su respuesta fue corta -¿porque preguntas eso, Victoria?-con su mano separa un poco mi cabeza de su hombro para mirarme directamente a los ojos, me sentí un poco incómoda por ello.
-solo curiosidad- con mis ojos recorro su cara, empezando por sus ojos claros y esas pequeñas pecas alrededor de su nariz y sus labios rosados y tan apetecibles. -eres mi mejor amigo, siempre lo has sido y a veces tengo curiosidad sobre ti- termino con una sonrisa -¿puedo decirte una cosa más?-el asiente, su calor y el olor a loción masculina me envuelven cada vez más que termino con mi cara a milímetros de la suya -siempre he deseado probar tus labios, ¿me dejarías intentarlo?-susurro la pregunta con voz suave y sin despegar mis ojos de los suyos.
Él solo me mira con los labios entre abierto y yo poco a poco acerco mis labios a los suyos. Primero fue un pequeño roce, cierro mis ojos disfrutando del momento, algo que tanto había anhelado estaba sucediendo. Heath me coloca con una pierna de cada lado y su manos en mi cintura me abrazan a él, nuestras bocas se mueven a un mismo compás mientras que su sabor me llena por completo, sus labios saben a cigarrillo y alcohol algo que me revuelve la cabeza, mis manos se dirigen a su cara lo acerco más a mi, no me quiero separ de el nunca pero todo llega a su fin y nuestras bocas poco a poco van perdiendo intensidad. Al final Heath separa suavemente nuestras bocas y yo abro mis ojos lentamente, el sigue con los ojos cerrados.
-esto no esta bien, Victoria-murmuro en un suave susurro -¡claro que esta bien, Heath!, esto que acaba de pasar podría ser nuestro secreto nadie tiene porque saberlo, solo tú y yo- murmuró en el mismo tono que el -¿promete que no diras nada de lo que acaba de pasar?-me miro con sus ojitos tristes -lo prometo- termino inclunadome dejando un pequeño beso en sus labios.
