Marry me

¿En qué estabas pensando?

Enfundada en un vestido color tinto que hace resaltar un poco la palidez de su piel, Lena camina a paso lento, pero seguro contoneando un poco sus caderas dirigiéndose hacia el lugar donde ha citado a sus amigas, la pequeña cafetería en la que suelen reunirse por el ambiente tranquilo y privado que les ofrece el pequeño local cercano a la torre de L-Corp, Industrias Futuro y el Colegio Mugen; bueno, no exactamente cercano, pero sí en un punto céntrico donde las cuatro amigas pueden reunirse lo antes posible ante la urgencia del mensaje de Lena pidiéndoles verlas.

—Lee… — La primera en percatarse de su nuevo cambio de imagen es Sam pues está sentada viendo directamente hacia la puerta de entrada consiguiendo que tanto Michiru como Asami se giren para ver el motivo de su sorpresa.

—Wow — es lo único que atina a decir Asami.

—Tengo que decirlo, te ves realmente hermosa — adula Michiru con una sonrisa sincera y orgullosa de su amiga, aunque se siente un poco celosa porque no ha sido ella quien ha tenido la oportunidad de hacer los cambios en el aspecto de su amiga.

—¿Qué…piensan? — Lena se da una ligera vuelta para mostrar su aspecto completo mientras siente que toda la seguridad comienza a desvanecerse bajo la mirada escrutiñadora de sus amigas que le miran como un científico a las muestras bajo el lente de su microscopio — ¿Es mucho, me veo ridícula? — La falta de palabras le hace pensar que su cambio de imagen es toda una tontería.

—Lena… — Asami se levanta y le sujeta la mano para evitar que salga corriendo a cambiarse la ropa por otra más ejecutiva y seria — te ves magnifica — le da su cumplido.

—Lee, no tengo palabras para decir, simplemente que necesito saber quién te ha podido convencer de hacerlo — Sam le sonríe — además de que quiero saber cuál fue su secreto para arrastrarse a hacer lo que debiste hacer hace mucho tiempo, pero lo más importante, ¿Qué pasa con este nuevo…look? — Gesticula con su mano señalando de arriba a bajo hacia ella.

No es que Lena no tuviese un guardarropa rebosante de prendas para todo tipo de ocasión, pero al caer en su rutina con Jack habría dejado que su belleza se escondiese tras aburridos trajes sastres de ejecutiva en colores neutros e insípidos.

—Bueno, eso es en parte el motivo por el cual las llamé — una de las meseras que atienden el local se acerca a tomar el pedido de la recién llegada y Lena espera para seguir con su explicación — decidí darle una oportunidad al curso que tomó Andrea — les suelta la bomba sin rodeos y mientras el silencio habría reinado durante todo ese tiempo, éste se ve interrumpido por el sonido de una taza colisionando contra un plato y rompiéndose en el momento, resaltando el ruido por lo vacío que se encuentra el local a esa hora del día.

A Michiru se le ha resbalado el asa del pequeño trasto y ha ido a parar contra el plato esparciendo su contenido en el blanco mantel y provocando un pequeño desastre en la mesa y al cual ya se aproxima el personal a limpiarlo lo antes posible; la persona a cargo les invita a cambiar de mesa mientras se hacen los respectivos movimientos y las amigas, Sam y Michiru, todavía en su pequeño shock, se mueven en movimientos autómatas intentando asimilar lo que ocurre con su amiga, aunque Asami no parece sorprendida en lo absoluto.

—Yo sabía que lo ibas a hacer — comenta Asami atrayendo las miradas de sus amigas.

—¿Cómo, tu sabías de esto? — Cuestiona indignada Sam cruzándose de brazos.

—A ver, a ver…rebobinemos esto — pide Michiru haciendo el gesto de pedir tiempo como lo hacen en un partido de baloncesto, colocando las puntas de una de sus manos en la palma de la otra colocándolas en diagonal — ¿Qué tu qué? — Pregunta.

—¿Por qué hiciste eso? — Curiosea Sam — Ese tipo de cursos son para mujeres urgidas y tú…no, perdón, pero me niego a creer que lo hayas hecho — Lena intenta no mostrarse dolida ante las palabras de su amiga, pero quizá si les explica, le apoyarán.