¿Un curso?

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—Ese bastardo — murmura Sam a primera hora de la mañana después de que Lena les enviara un mensaje pidiendo reunirse en su departamento.

—No puedo creer que te haya hecho eso, es algo demasiado ruin incluso para él — comenta Michiru midiendo sus palabras pues no quiere echar más leña al fuego pues sabe que Lena ya ha tenido suficiente.

—Yo digo que es mejor que te hayas dado cuenta en este momento y no cuando ya estuvieran casados — intermedia Asami.

—Lo que no puedo creer es que me haya visto la cara de tonta durante mucho tiempo — se lamenta la pelinegra odiando su lado romántico que le ha cegado para impedir ver las posibles señales que hubiese presentado Jack.

—Lee, no debes darle la satisfacción de que siga amargando tu vida — comenta Sam — hoy sí o sí, nos vamos de fiesta — propone.

—Y hasta crees que seguiré pensando en él — concuerda Lena dando un sorbo a su café — para mí, Jack Spheer está muerto… — Se ve interrumpida por el sonido de una llamada entrante que salta directo a la contestadora de mensajes dejando escuchar la voz de Jack pidiendo disculpas y solicitando hablar sobre el asunto en privado pues teme que su relación comercial se vea afectada — Definitivamente está muerto después de esto — se levanta y borra el mensaje pensando en una manera de desquitarse haciéndolo sufrir con respecto a las acciones.

—Está dicho, nos vamos de fiesta — celebra Sam con satisfacción.

—Yo sigo pensando que deberíamos tomarnos unas vacaciones tranquilas sin nada de fiestas — intenta razonar Michiru pues sabe a qué se refiere Sam, aunque con su estado de gestación tal vez se detenga un poco.

—No seas aburrida Michi — se queja Sam.

—No es que sea aburrida, simplemente externo mi opinión ante tu definición de fiesta — Michiru toma su taza con café elevando el meñique para dar un medido sorbo a su bebida dejando ver sus arraigados modales que siempre ha mostrado desde pequeña.

—¿Mi definición de fiesta? Oh tu no has dicho eso… — Y ahí comienza una pequeña discusión de que, si una es muy puritana y que si la otra muy libertina, las diferencias de opiniones siempre han sido las mismas, pero es así como han comenzado su fructífera amistad desde que se han conocido en el colegio exclusivo para mujeres hace ya más de catorce años.

—¿Estás segura de que estás bien? — Pregunta Asami acercándose a Lena dejando a las otras dos enfrascadas en su discusión.

—Claro, ¿Por qué no habría de estarlo? — Lena apura el resto de su café por su garganta consiguiendo una mirada con una ceja alzada por parte de su amiga — No es para tanto Asami, en verdad estoy bien — le da una sonrisa demasiado forzada.

—Bueno, haré como que te creo — dando una mirada de “pero a mí no me engañas” — adivinen, les tengo un buen chisme — la palabra chisme atrae la atención de su otro par de amigas.

—Tienes toda nuestra atención — comenta Sam tomando asiento sujetando su taza para dar un pequeño sorbo a su té dejando zanjada su "discusión" con Michiru al escuchar la palabra chisme.

—Sí — Asami le mira alzando su ceja al ver la velocidad con que se ha acomodado — bueno, el otro día estaba caminando por la nueva tienda de cosméticos para probar los nuevos labiales que me habías comentado — observa hacia Michiru — y no podrán creer con quien me encontré — trata de alentarles para que mencionen nombres, pero con tan mala suerte ninguna ha podido adivinar — Andrea — decide poner fin a su tortura obteniendo una expresión sorprendida de todas — se va a casar — les suelta la bomba.

—¿Andrea Rojas? — Pregunta Sam recordando a la irritante muchacha con quien ha tenido diferencia de opiniones mientras compartían clases en el colegio — Pensé que nunca llegaría el día en que encontraría a alguien que la soportara — se burla pues sabe lo desesperante que puede llegar a ser la muchacha.

Marry meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora