El encuentro

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- veo que me encontraron mas rapido esta vez - dijo, pensando que de las ninfas se trataba.
-no se a lo que se refiere, señorita, pero si, creo que la encontré- respondió una voz masculina.
   Persefone se incorporo con cautela, adaptando una posición defensiva. Su madre le había advertido mucho de lo malo que podían llegar a ser los hombres, mas aún los dioses.
El recien llegado, viendo la postura de la joven, se apresuró a decir:
-Tranquila, joven señorita. No le haré daño. Solo tomaba un respiro de mi hogar, caminaba sin direccion y la encontré.
-Disculpe mi falta de modales, pero no se me tiene permitido dirigirme a hombres- agrega persefone, quien ya se había dado la vuelta para abandonar el lugar.
-No se si ya lo habra notado- dijo - pero usted brilla, como una diosa. Literalmente.
Persefone sintió un frio recorrer su espalda ante las palabras del extraño.
- Cómo lo sabe usted?
Fue entonces en que lo notó, la piel de aquel extraño también brillaba. Se sorprendió a si misma al notar la hermosura de éste. - Quién es usted?- preguntó la joven
-Me prometes que no te irás en cuanto te lo diga? Sinceramente me siento solo y me vendría bien alguien con quien conversar.
Sabía que su madre se molestaría con ella, pero sentía curiosidad.
- Lo prometo- se aventuró a decir
- Mi nombre es Hades, rey del inframundo- Hades estaba esperando ver la reccion de la joven, pero solo vio brillo en sus ojos, pero, que era?
- Mi nombre es Persefone, diosa de la primavera y la fertilidad, ahora nos hemos presentado correctamente.
- Eres hija de Deméter?
- Lo soy, conoces a mi madre?
- Lo hago, pero me temo que no tenemos la mejor relacion del mundo- dijo encogiendoce de hombros a modo de disculpa.
- Muchos no suelen hacerlo en verdad.
- Dime, cómo es que nunca oí hablar de ti?
Un poco dudosa de si responder o no, responde:
- La verdad es que con madre vivimos alejadas del olimpo porque no quiere que me hagan daño, dice que los dioses no son los seres mas honorables- al darce cuenta de que le decía eso a un dios, agrego - yo prefiero formar mi propia opinion.
- Lo sierto es, joven Persefone, que tu madre no está lejos de la verdad. Mis hermanos suelen ser... Como decirlo sin que suene mal? Poco cercanos a la moral, por así decirlo - al ver la cara de la joven, agrega- mayormente estoy en el inframundo, por lo que no estoy tanto en contacto con ellos. Pero como suele suceder , las apariencias engañan. Pueden ser buenas personas.
- Puedo preguntarte algo? - agrega Persefone, al ver que Hades asiente, continúa - dijiste que estabas tomando un respiro de tu hogar. Cómo es?
- No es tan malo como suena, la mayoría lo hace sonar como algo lúgubre, pero la verdad es que es un lugar en donde las almas mortales van a parar al culminar su existencia.
- Bueno, eso es algo lúgubre.
-Tienes razón, no sonó bien. Pero lo que trato de decir, es que no es tan malo como piensan. Bueno, soy el rey. No es malo para mi- agrega, y una sonrisa asoma en sus labios, era hermosa, pensó.
- Eso suena mejor - agrega Persefone - sabes, no pareces malo.
- Para ser rey de los muertos?
- No, como persona. Hay algo que me hace sentir... Tranquila.

La risa de las ninfas se escucha a lo lejos "Kore!" gritan "Deméter te busca!"

-Lo siento, rey Hades, me tengo que ir, me gusto nuestra charla.
-Espera Persefone, podré volver a verte?
Dudosa, asiente
-Llamame Hades, cuando quieras hablar, golpea el piso tres veces con tus manos. Vendré a ti.
Sonrojada, persefone sonríe
- Hasta pronto, Hades.
Con la imagen de su largo cabello rojo como el fuego, perdiéndose entre los árboles, Hades se retira a su reino.

Hades y PersefoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora