Hades y Persefone

Acompáñame en mi eternidad

El portal se abrió en una enorme sala de estar, un imponente cuadro justo en frente de la puerta de entrada, era Hades junto a un perro gigante de tres cabezas, un candelabro con finos cristales colgaba de lo mas alto y brillaba de una forma hermosa que contrastaba con la oscuridad reinante. La única luz era proveniente de unos grandes  ventanales que daban al patio delantero. Persefone miraba con cautela lo que sería su nuevo hogar, le sorprendio que la palabra "hermoso" fuera la definicion de la casa del rey de los muertos. Hades, al ver la nirada de Persefone le dice:
- podríamos dar una vuelta para que conozcas el lugar, te parece?
-me parece buena idea- responde con una sonrisa.
Se miran un tanto nerviosos por unos segundos, dandose cuenta que hace solo unos días atrás se conocieron por primera vez y ahora el le mostrará lo que será su futuro hogar. Le extiende un poco dudoso el brazo y Persefone lo toma con cautela, caminaron por varios minutos por los pasillos de la casa, era gigante
- debes tener cuidado con las puertas que abres, algunas conducen a un mundo prisión del que no podras salir- agrega Hades con un tono serio en su voz
- qué? Digo, no es que abriré puertas al azar, pero y si busco mi habitacion y termino callendo en uno?- al no aguantar más su propia broma, rompe en risa
- es broma, kore.-dice entre carcajadas-  Puede sorprenderte pero lo mas peligroso de esta casa es la biblioteca, que es en donde guardo los libros de magia mas poderosos. Lo peligroso no son los libros- agrega- si no lo que ará Hécate si descubre a alguien con ellos
- quién diría que el rey del inframundo seria todo un bromista -  y un gran besador, piensa para si.
- tendremos mucho tiempo para conocernos- la toma de las manos, estaban heladas, que torpe de su parte, la temperatura en el inframundo es mas baja que en el reino mortal- Persefone, se muy bien que tomar una decicion así no fue fácil, dejar a tu madre y la oportunidad de vivir en el Olimpo junto a alguien que amas...-solo él supo lo que le dolió decir eso-  Solo quiero que sepas, que a pesar de que me escogieras no significa que me debas algo y mucho menos tu amor. No te impondre que me ames, solo no quiero verte sufrir. Si en algún momento decides regresar a tu hogar no te detendre, pero si decides quedarte a mi lado me aferrare a ti con cada parte de mi ser.
Eso era lo más cercano a una confesión, jamás le había dicho palabras similares a alguien, y mucho menos su deseo de permanecer junto a otra persona. Perséfone lo miraba con ojos brillantes, nunca nadie la había hecho sentir tan importante como en aquel momento, acarició suavemente las manos del Rey Y puso en ellas un suave beso
- quiero conocerte más, no te mentiré y te diré que te amo en estos momentos, pero tampoco seré cínica y esconderé lo que siento por ti. Como bien sabes nunca tuve la oportunidad de tratar mucho con otras personas que no fueran las ninfas o mi madre, todo esto es un mundo nuevo para mí y lo quiero descubrir contigo.
Hades,con el tiempo esperaba que los sentimientos de perséfone cambiarán y se diera cuenta de que él ya la amaba.
- vamos- dijo extendiendole una mano- te mostraré tu habitación
Ella la tomó y recorrieron juntos un largo pasillo. Al final de éste había una puerta dorada, juntos entraron a la habitación y persefone quedó sorprendida. En el medio había una cama con suaves rosas estampadas, un tocador con un enorme espejo y al lado una puerta que seguro conducía al baño, había una ventana que daba a un balcón con vista a los campos elíseos,era hermoso, era mucho más de lo que esperaba.
- Hades me encanta la habitación, Lamento las molestias por las que te he hecho pasar
- molestias ? estoy feliz de tenerte como compañía,  además fue mi idea. No puedes lamentarlo ni decir que tú me molestas.
Definitivamente fue una mañana bastante agitada, Perséfone no aguantó más y a pesar de que intentó con todas sus fuerzas e incluso se lo prometió a ella misma, lloró. Hades la abrazo y la apretó fuerte contra su pecho y con una mano  le acarició su cabello.
- tranquila, estás bien. No permitiré que algo malo te pase. Nadie te obligará a casarte con alguien que tú no quieres y nadie te obligará a ser una diosa eternamente virgen.
- siento que le he fallado a mi mamá, siento que Soy la peor hija del mundo por haberme escapado - dijo entre sollozos
- si te hubieras quedado en casa, en estos momentos estaría viviendo una vida que nunca quisiste vivir. Espera un tiempo,  a que tu madre pueda recapacitar y puedan hablar.
- no sé qué hubiera hecho sí tú no me hubieras salvado- posó una mano en la mejilla de el
- tú eres una diosa, eres más fuerte de lo que crees y no necesitas que nadie te salve. Sólo te di un empujón
- Gracias ,Hades
- Siento que el agradecido soy yo, Perséfone
Tarde se dieron cuenta de lo cerca que estaban sus caras, Quién dio el primer paso? Ni siquiera lo notaron. Ya estaban fundidos en un profundo beso, perséfone se recostó en la cama y vio como el  se quitaba la camisa, su corazón se aceleró. Había olvidado lo sexy que era. La acorraló entre sus brazos y comenzó a besarle el cuello. En cuestión de minutos se las arreglaron para despojarse de toda prenda.
- Estás segura?- preguntó Hades
- Lo estoy
Con suaves besos acarició su cuello y va bajando ,bajando y bajando. Con una mano acaricia los músculos de la joven y con la otra explora la carnosidad de su interior. Está húmeda. Era la primera vez que alguien la acariciaba de esa forma, y un poco tímida acaricia el miembro de Hades, duro. La besa como nunca la había besado nadie y le susurra al oído: " si me dices que pare lo haré en este mismo momento, pero me temo que si seguimos no podre parar"
- Quiero que sigas, hasta el final
- Tus deseos son mis órdenes- y tras agregar eso Hades besa tiernamente la entrepierna de la joven haciéndola tiritar. Era el néctar más dulce que había probado alguna vez y ya no aguantaba más, se posicionó entre las piernas de ella y acercó su miembro a la parte más tibia de su ser , observó el rostro de perséfone,  brillaba de una forma jodidamente hermosa. La besó y con un suave movimiento se sumergió en ella y un  gemido hizo eco en la habitación se lleva de otra seguido de otro y otro. Pasaron horas y finalmente los dos dioses se entregaron a un placentero sueño,disfrutando su primera noche juntos en su Nuevo Hogar ,el Inframundo