Pienso en ti

3.3K 220 3
                                        

Nuevamente discutian, nuevamente Deméter se enteraba de que su hija estaba sola.
- Realmente, Persefone, que es lo que tratas de hacer? Matar a tu madre de angustia? Sabes de sobra que no puedes salir sola, y aún así me desobedeces.- dice una muy enfadada Deméter.
- Madre yo... Realmente lo siento mucho, pero por qué no puedo salir? Yo quiero conocer el mundo, yo... quiero ir al Olimpo.
- Qué has dicho? - Deméter no daba credito a las palabras de su hija.
- E dicho que quiero ir al Olimpo, padre muchas veces me a ofrecido ir, y la verdad es que no me disgusta la idea.
- Persefone por el amor de Gea, por lo menos escuchas tus palabras? No, mejor dicho, has escuchado alguna vez mis advertencias? No son buenas personas! Entiendelo bien hija mía, es todo por tu seguridad.
- Y que arás si decido, por lo menos una vez, por mi, y llamo a padre para que interceda? Me encerraras nuevamente en ese horrible invernadero?
- Tal vez no sea mala idea, después de todo.
- No lo puedo creer madre, yo te amo, pero sinceramente no quiero tratar contigo ahora.
- A donde crees que vas! - grita Deméter mientras ve a su hija, a la que siempre verá como una niña, subir rapidamente las escaleras .
- Después de esta discusión, no quiero pensar en que me ará madre si se entera que hoy conocí a un dios.- pensó Persefone. Recordando su charla con el dios, se preguntaba por qué su madre tenía tanto recelo hacia ellos, despues de todo ella tambien era una.
Hades no parecía malo- dijo casi en un susurro mientras hacia crecer un rosal en su ventana. - Me gustaría verlo...- muchas rosas brotaron, perfumando todo a su paso.

Mientras tanto en el inframundo...

- Hay alguna novedad, Hécate?
- Nada Hades, salvo por un incremento en almas mortales, la mayoría hombres y no muy buenos
- Seguro Ares esta liderando alguna batalla, ese mocoso...
- Te veo... Diferente? Fuiste nuevamente a la tierra, no es así?
- Así fue, sino hay nada más que agregar, me retiro. Nos vemos Hécate.
- Espero que su buen humor no sea por nada malo- murmuró preocupada.
Hades se encontraba en su habitacion, recordando a la joven diosa que conoció aquella tarde. Dejó divagar su mente y la imaginó junto a el, le gustaba la idea de tener una compañera en el inframundo, pero aún no conocía a ninguna digna del puesto. Una que otra ninfa lo visitaba solo para el saciar sus deseos, pero no lo llenaba, el quería una reina.
- Persefone- susurró, solo para sentir su nombre es sus labios- seguramente no pensará en volver a verme- dijo apenado el dios.
Estaba acostumbrado a que la gente le temiera, el es el rey del inframundo, tenian que temerle y hasta cierto punto le gustaba. Pero no quería que ella le temiera, no Persefone.
Se recortó en su cama y pensó en que se sentiría tenerla junto a el. Deseando que le llamara.

Hades y PersefoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora