Mr. Mole:La rosa y la bestia

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Era una mañana tranquila, los rayos de sol recorrían las oscuras sombras de la mansión de Mr. Mole, y de fondo la melodia de las pequeñas aves que salían de su cascarón. La jardinera Emma, como de costumbre, desde temprano se pasea con regadera en mano, preparada para un nuevo día. Pero hoy era distinto, tenía un trabajo muy duro para revivir a aquellos moribundos girasoles. Y aparte de eso, tenía la obligación de entrenar al nuevo jardinero, que la acompañará.
Un joven de piel muy pálida, de ojos color rojizos y un cabello blanco con un flequillo que cubrió unos de sus ojos,entro al jardín de la mansión acompañado de Williams. El moreno alzó un brazo para llamar la atención de la mujer de cabellos castaños, dejó la regadera en el piso para saludar a los dos hombres.

-Este será tu lugar de trabajo y ella es tu compañera- indicó Williams con entusiasmo. El otro joven solo asintió, tapándose su rostro con una de sus manos.-Bueno, los dejo,suerte en tu primer día.

El moreno, se retiro del lugar, en dirección a la puerta principal de la mansión donde estaba Naib, vigilando desde lo lejos como una águila.

-Pues ¿Como te llamas? -preguntó Emma, mostrando una cariñosa sonrisa, su mirada viajo por todo el rostro del joven albino. Era muy extraño ver a una persona con esas características, era algo sorprendente y curioso.

-A... Andrew Kress-contestó con un tono de voz bajo, temblaba como si un monstruo estuviera enfrente de él.

-Bueno, Andrew, tenemos mucho trabajo por hacer... -dijo la jardinera, decidida con cada palabra, se fue corriendo a un lugar en busca de un objeto, al encontrarlo, se lo paso al nuevo jardinero. Una gran pala vieja de pesada madera, fue puesta en las manos del albino, este la observó detenidamente admirando la antigüedad del objeto.-Tu trabajo es quitar los girasoles muertos ¿ok?
El albino asintió, y se dirigió en busca de girasoles dañados. Emma, orgullosa con su buen inicio, se dedico a regar  los girasoles que todavía tenian esperanzas de sobrevivir.

Mientras tanto, dentro de la mansión un joven de ojos color miel, salió de la puerta principal, saludo a los dos empleados que estaban vigilando y se fue tarareando hacia el jardín. Buscaba un lugar para concentrarse, sin los ruidosos quejidos de su tía o los gruñidos de Norton.Se sentó en una esquina de la reja, donde había un pequeño limonero, sacó una pluma y un libro, empezó a anotar todas las cosas que tenía a su favor, la depresión de Mike y la gran obsesión de Norton hacia el joven fueron destacados entre la lista. Con un rostro serio, eliminó a algunas de sus objetos que utilizaría para su plan, pero todavía no cuadraba algo. Necesitaba la muerte de Mike para hacer infeliz a Norton, podria matar a su mejor amigo Luchino, pero eso no iba a funcionar, y ni pensar en los empleados, eran sus objetos reemplazables. Cerro los ojos para analizar más detenidamente cada uno de los pasos de diferentes planes.

-Hola-una suave voz, hizo que sus ideas se fueran hacia el olvido. Abrió los ojos, sonrió para comenzar su actuación y lo que vio fue a un albino sosteniendo una pala con una mano.

-Hola, soy Victor.

-Soy Andrew, el nuevo jardinero-contestó con la voz temblorosa.

"¿A quién le importa?"

-vaya, bienvenido, espero que mi primo te trate bien- tiro una tierna sonrisa, lo cual hizo que las mejillas de Andrew se pusieran como dos tomates. Pará Víctor, ese joven era muy fácil de convencer con su máscara y un poco patético por creer que su risa era verdadera.

-Te estuve viendo a lo lejos y pensé si podrías un día... Ir a una cita

"Patetico"

-Lo siento, tengo la agenda ocupada- contestó el rubio, agarro sus cosas y se levantó, quedó cara a cara con el albino. Andrew intentó girar su mirada hacia otro lado, pero el joven de ojos color miel lo agarro de las mejillas obligándolo a que lo mirara.-Soy un hombre peligroso... apartate,Romeo.