Mr. Mole:La rosa y la bestia

8

Una poderosa y caótica lluvia cayó en la mansión de Norton, las gotas caían encima de la ataud donde la mujer que tanto le causó molestia, yacía con la piel de un color pálido y con los ojos cerrados. El millonario era el único que lloraba en esa ceremonia, la mayoría de invitados estaban pasmados por ver a ese sujeto derramar sus lágrimas encima de la mujer. Por otro lado, Mike se escondía detrás de Luchino, quien acaricia sus cabellos para tranquilizarlo y busco con la mirada a Víctor, que estaba fingiendo estar apenado por la muerte de su tía abrazando al albino. El biólogo sonrio un poco al ver como Andrew bajo lentamente la mano hacia el trasero del rubio, y este como respuesta le piso el pie,dando a entender al jardinero que no se sobrepase con la actuación.

-Mike, ven-ordenó Norton. Llamando la atención de todos, había detenido su llanto y su mirada se dirigió hacia el nombrado, quien no soporto soltar un pequeño grito. Se acercó temerosamente al hombre, y cuando estaba ya enfrente de él, este se abalanzó para encerrarlo entre sus brazos.-No te vayas, no quiero perderte como a mi madre. Se que no te he tratado de la mejor manera, pero, te lo suplico, quedate conmigo.

Tras esas palabras, el biólogo no sabía si el plan iba por buen camino, por ende se giro para ver la reacción de Víctor. Si el joven de ojos color miel se mordía el labio significa que el plan no iba como lo acordó, pero si empezaba a moverse de forma incomoda y sus mejillas se vuelven de un color rojizo era por que le encantaba observar como las personas son tan fácil de engañar y manipular. Y pudo ver la última opción, pero esta vez posó una mano en el bulto del albino, haciendo que este se diera un sobresalto, para Luchino esta pareja era la segunda más repugnante, ya que el primer lugar lo tiene Norton y Mike. Aunque el rubio repitiera que no siente nada por el jardinero, pudo notar como su amor crecía cada vez que estaban juntos. Ambos están locos y hacen un gran equipo al matar a alguien, Víctor es el cerebro y Andrew es la fuerza.

Pasaron las horas y la tumba de la mujer fue puesta en el centro del jardín de girasoles, los empleados volvieron a realizar sus tareas y Norton permaneció en la habitación acompañado de Mike, ambos estaban acostados en la cama. El mayor no se despegó de este y empezó a llorar en el hombro del menor, este al sentir como las lágrimas recorrían por su rostro, sintió una incomodidad e intentó zafarse del agarre.

-No me abandones-le susurro en su oído,Norton. Eso provoco un largo escalofrío que recorrió por toda su espalda, un pequeño y frío beso de parte del millonario se posó en la frente de Mike.- Te amo, mi pequeño. No quiero que te vayas de mi lado, si necesitas algo solo dime y te lo comprare. ¿Que quieres, mi amor?

Mike se quedó en silencio por un buen rato, no sabía que responder quería muchas cosas pero sabia que el millonario no se lo podía dar. Pensó y pensó, hasta que una idea se le apareció en la cabeza.

-Quiero hacer acrobacias, como en el circo-respondió el joven, ocultando su rostro en el pecho del mayor.

-Te lo daré, comprare luces y todos los artículos necesarios para que hagas tu hermoso espectáculo.

-¿Y un pastel?

-Te lo daré-contestó, Norton. Acercó aún más al menor hacia su pecho para sentir su maravilloso calor. La mente de Norton fue aún más quebrada que lo normal, todo gracias a la muerte de su madre. Se sentía culpable, todos estos años la había tratado como una basura y ahora que no está para el, pudo entender por fin que debía proteger a su pequeño de la muerte. Sintió un gran peso en su pecho que lo dejó sin aire, solto una terrorifica carcajada que resonó por toda la habitacion y pequeñas gotas recorrieron por todas sus mejillas. Esa actitud era nueva para Mike y eso le asustó, nunca pudo saber que ocurría en los profundos pensamientos de Norton. Solo deseo que no fuera otras de sus pataletas.