Deseos Prohibidos por un Humano (Sichul)

Capítulo 22

(Omar Chaparro - ¿De qué me sirve el cielo?)

Me voy amor
Te doy las gracias
Por que vivir entre tus brazos es el cielo
Aquí en la tierra

Siwon estaba inconsciente, en estado crítico luego de salir de cirugía, y aún cuando las balas fueron extraídas la toxina seguía en su organismo. El médico cirujano y su tratante no albergaban grandes esperanzas sobre una pronta recuperación, quizás tampoco sobre una tardía. Baekhyun ayudó a comunicar las noticias sobre el estado del abogado a sus familiares. Chanyeol estaba furioso, pero Baekhyun sabía que esa era la forma en la que tenía su esposo de demostrar impotencia. Mientras tanto, Minho estaba meditabundo, casi ido por completo sin saber qué hacer o decir. Y quizás el más afectado era Heechul que no había dejado de llorar y de culparse por lo que le sucedió a su amado.

"Quería que nos volviésemos a ver..., ansiaba poder besarte y decir que finalmente podíamos estar juntos"

Perdóname, si te hice daño
Guarda por siempre mis caricias y mis besos
No olvides eso

Baekhyun se acercó a los Park y les comunicó el estado actual de Siwon:

- El médico cree que limpiar su sangre no bastará, su cuerpo está muy cansado así que sus defensas no están ayudando a combatir las toxinas.

- ¿Y si le damos nosotros nuestra sangre? -increpó Minho.

- Ni con toda su sangre serviría, la cantidad de sangre de muerto puede no ser el mayor problema si no su cuerpo está acabándose, como si no quisiera vivir.

A ninguno le gustó escuchar eso, era doloroso pensar que tu hermano solo... se rindió.

Me niego a renunciar a tu cariño
Que hoy vengas a separarnos el destino
Tal vez es porque Dios ha decidido
Que es mejor así

- ¡Esto es lo que le hiciste a Siwon! -acusó Chanyeol señalando a Heechul con el dedo.

"Nunca quise lastimarlo"

Baekhyun se sentó a lado de Heechul, le tomó de la mano manteniendo el silencio, era preferible así ya que no sabía qué decirle. El nuevo vampiro lucía tan triste, tan apagado que causaba melancolía en cualquiera que lo viese.

- ¿En verdad no se puede hacer nada?

- Creo que no -se obligó a decir.

- ... ¿y si le doy de mi sangre? Los vampiros son más fuertes si beben de su pareja, ¿no?

- ... En otra situación, claro, pero ahora... ni tu tienes la capacidad para hacerlo. Tu cuerpo y tu sangre no ayudarán si estás tan cansado como ahora.

"¿Tampoco puedo ayudarte de esta forma, Siwi?"

- ¿Ahora entiendes a Siwon? Aquella vez él quiso ayudarte, porque no quería perderte, es una lastima que no puedas hacer lo mismo por él. En este momento, estás en la misma situación que Siwon en ese entonces, solo que no puedes ayudarlo como él a ti.

De que me sirve el cielo si me faltas
De que me sirve con su inmensidad
Allá te espero amor para adorarte
Por toda la eternidad

Pero...

- ¿Mi sangre... como humano, eso le ayudaría?

- ¿De qué hablas?

Heechul se irguió rápido, y con la misma velocidad corrió unos pocos pasos hasta quedar frente a la puerta de la habitación y entró, de golpe y sin cuidado asustando a la enfermera que estaba dentro. Avanzó hasta la cama donde se encontraba su esposo y le tocó el rostro.

- Creo que aún puedo ayudarte, Siwon... -murmuró antes de buscar alrededor del cuello ajeno aquel colgante que antes de casados le regaló, aquel medallón con su sangre dentro-. Dijiste que nunca lo usarías, pero... si eso puede salvarte no importa lo demás.

Gracias amor
Por lo vivido
Te juro que eres la mas hermosa mujer
Que he conocido

Y claro que lo entendía.

Entendía lo irónico de la situación, como si el karma regresara. Aunque en realidad, antes de incluso irse de su casa, ya había comprendido las razones de Siwon, entendió que por amor se puede negociar con el mismo demonio. Y lo apreciaba. No fue por eso por lo que se fue, sino para sanar aquellas heridas que la vida le dejó cuando era muy joven.

Era por eso que antes de ver a Siwon debía hablar con los hermanos y familia de su esposo, así podría contarles lo que el mayor calló, eran sus problemas y él debía enfrentarlos.

- Solo..., por favor, regresa conmigo.

Dejó caer la pequeña cantidad de sangre que el medallón sobre los grietados labios de Siwon, y que esperaba entrara hasta su organismo.

No quiero el cielo
No quiero nada
Por qué ya el paraíso lo he encontrado
En tu mirada

"Por favor, haré lo que sea, pero quédate conmigo"

Nada sucedió, y esa trágica verdad desató el llanto de Heechul, derrumbando sus esperanzas de un solo golpe. Baekhyun, que lo observaba desde el umbral de la puerta, sintió pena por él, y esperaba que aquel intento de Heechul surtiera efecto y acabara con tan catastrófica situación.

- Prometiste no dejarme... -murmuraba sujetando la mano del otro-, y yo prometí volver y aquí estoy. Te extrañé tanto todo este tiempo, y fue por ti por quien cada día me levantaba, porque quería volver a tu lado.

"No me dejes, no me dejes ahora que te he vuelto a ver"

Me niego a renunciar a tu cariño
Que hoy vengas a separarnos el destino
Tal vez es porque Dios ha decidido
Que es mejor así

Horas pasaron y los ánimos decaían tan rápido, pero en ningún momento Heechul se alejó de Siwon. Los hermanos Park se retiraron cerca de las once y media de la noche pues el cansancio les ganó luego de varias horas seguidas en espera tortuosa. El muchacho estaba casi dormido sobre el borde de la cama, con su mano enlazada a la ajena no queriendo soltarla. Y cuando estaba sucumbiendo al sueño escuchó levemente:

- Mmm...

Un sonido cual quejido en la oscuridad, a penas iluminada la habitación con dos lámparas a los costados de la cama, que se acompañaba de una respiración profunda.

- Hee...

"¿Siwon?"

- Hee -repitió Siwon, despertando lentamente.

- Aquí estoy -respondió.

- N-no me dej-jes -consiguió decir con las palabras trabándose en su lengua.

- Nunca, lo prometo.

De que me sirve el cielo si me faltas
De que me sirve si tú ya no estas
Allá te espero para regalarte
Toda la felicidad

Cuando semanas después de que el mayor pasara en el hospital en observación, finalmente pudieron regresar a su hogar. Todo estaba en el mismo lugar que cuando Heechul se fue, cada mueble y tapiz, cada cuadro y jarrón, todo estaba ahí, como si esperaran a su regreso. Al ingresar en su recámara una profunda nostalgia se arraigó en su pecho, los recuerdos golpearon su mente y le hicieron añorar aquello del pasado. Y contra el muro, ahí estaba el baúl que Heechul le dejó, donde tenía sus cartas y recuerdos, detalles pequeños que fueron el centro de su noviazgo y que forjaron el camino al altar.

- Sé que me amas, pero no vuelvas a marcharte porque entonces ya no te esperaré, solo te seguiré a donde quiera que vayas.

- En esta vida...

- Y por toda la eternidad -se juraron una vez más.

Allá te espero amor para adorarte
Por toda la eternidad

FIN