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Las aguas se alborotaban ante el descontrol de los cielos, hacia temblar hasta el barco. Edmund aprovecho la oportunidad que la serpiente estuviese centrada en Kendra para subir a lo alto y tratar de darle una mano a su mejor amiga, la muchacha veía con furia a la bestia parecía que sus ojos brillaban más de lo habitual. Todo a su alrededor parecía borroso y en cámara lenta su atención iba directo a su enemigo quien emitió un sonido al que parecía como una risa burlona, la castaña presiono su mandíbula y soltó un fuerte grito honrando el nombre del rey de los bosques.

— POR ASLAN!!! — Corrió hacia la bestia al mismo momento que está decidió atacar.

Dando un buen salto sin tener la más mínima preocupación de caer al agua lanzo su espada que fue directo al pecho de la serpiente, Kendra cerró sus ojos sintiendo el impacto de su cuerpo con el agua. Se entregó a las profundidades viendo desde allí como una inmensa luz azul se veía y a los pocos segundos la bestia caía ya sin vida a lo más profundo de las aguas, la muchacha logro ver su espada y al tomarla pudo ver cómo una mano intentaba hacerlo, era Jadis pero la bruja ya no era fuerte para molestarla entonces la dejo ir desapareciendo por completo de sus vidas. 
Sintió como alguien la tomaba de la cintura para sacarla de allí, al voltear vio a Eustace, ambos nadaron hacia la superficie donde comenzaron a llamar a los otros reyes con felicidad por lo que sus ojos veían, el hechizo se había quebrantado y la nación era libre nuevamente.

— Eustace! Reina Kendra! — Dijo Reepicheep con alegría lanzandose al agua.

Comenzó a cantar una vieja canción sobre la nación de Aslan que al estar cerca las aguas se volverían dulces y era cierto, las aguas habían dejado de ser saladas y era la clara señal que estaban muy cerca.
Kendra observo a Caspian quien sonrió con alegría y envío a qué subieran a los tres que estaban en el agua.

Todos estaban felices por lo ocurrido, hasta por uno de los tripulantes y su pequeña hija finalmente encontraron a la mujer por la cual pedían noche y día volver a verla. Ahora los cuatro reyes y el dúo inseparable, Reepicheep y Eustace se dirigían hacia la nación de Aslan. Kendra veía con asombro el agua que poseía hermosas flores blancas, le encantaba aquella magia que su nación tenía. Y la historia del niño era música para sus oídos, les mencionaba que había visto al león y que al volver a ser un muchacho sintió sensaciones realmente inexplicables pero increíbles al mismo tiempo se sentía agradecido por ello y para sorpresa de todos pidió disculpas si alguna vez fue irritante o molesto.

— Nos alegramos por tí, Eustace — Dijo Lucy sonriendo de pronto sus ojos expresaron sorpresa al ver la enorme ola que estaba allí.

Habían llegado a la entrada, todos bajaron del bote y comenzaron a caminar para acercarse más de pronto otra presencia los acompaño, era nada más y nada menos que el mismísimo Aslan.

— Aslan — Dijo Eustace.

— Bienvenidos hijos — Dijo Aslan a los presentes —. Su viaje ya ha llegado a su fin.

Era momento de la decisión si permanecer allí, regresar a su mundo o tomar la aventura de visitar la nación de Aslan. Caspian tuvo las agallas de preguntar si su padre se encontraba del otro lado y a pesar que debía averiguarlo por su cuenta tuvo la decisión correcta, permanecer reinando en aquel pueblo cual se le fue entregado, pero quién pidió tener una vida nueva en esa magnífica nación fue Reepicheep desde que tenía memoria siempre había anhelado ver con sus propios ojos aquel lugar.

— Entregaré mi espada para ver su nación señor, siempre he anhelado verla con mis propios ojos a pesar que no me considero digno de semejante privilegio eminencia — Dijo el roedor.

— Mi nación fue creada para esos fieles y grandes corazones sin importar cuan pequeño sea su portador — Respondió Aslan.

La criatura se acercó a sus amigos para despedirse de ellos y agradecer por increíble aventura que le hicieron vivir desde su segundo regreso hasta ahora. Lucy lo abrazo entregando todo su amor, Eustace y Kendra sollozaban en silencio al saber que extrañarían a su buen amigo, el niño se acercó a él para despedirse y preguntarle si alguna vez volvería a verlo llevándose como respuesta grandes halagos por parte de Reepicheep quien estaba feliz de haberlo conocido a pesar de su pequeña diferencia cuando se conocieron.
Luego lo vieron partir en un pequeña bote hecho a su medida, a pesar que era triste estaban felices por él.

Ahora era momento de los cuatro visitantes, Lucy quería quedarse pero Edmund deseaba regresar con su familia y que estuviesen todos con él otra vez.
Por otro lado Kendra recordó a sus padres y también a sus dos amigos que estaban en su mundo, quería volver a verlos al igual que este lugar pero sabía que ya no habría más oportunidades de regresar a Narnia. Caspian se acercó a ella y la abrazo sabía que era una decisión difícil para ella pero también recordaba que tenía una vida allí a fuera.

— Ve — Susurro el castaño.

Kendra no respondió solo lo abrazo aún más soltando un suspiro tembloroso. Luego se alejo cuando los otros tres deseaban despedirse de Caspian, se habían tomado mucho cariño ya eran una familia sin importar que no tuviesen la misma sangre, incluyendo a Eustace a pesar del poco tiempo el rey de Narnia lo considero alguien especial y valiente.
Lucy abrazo a Caspian luego fue con Aslan pero una mano la detuvo, al voltear vio a su amiga con lágrimas en los ojos y la atrapó en sus brazos.

— Eres una hermosa mujer Lucy, por dentro y por fuera estoy orgullosa de tí — Dijo Kendra —. Gracias por ser mi amiga, mi hermanita. Por favor cuídate y jamás me olvides.

Lucy sollozo en el hombro de su amiga y luego se unió Edmund quien entendió lo que ocurría, Kendra los abrazo por última vez sabiendo que los extrañaría pero estaba feliz a pesar de todo.

— Los quiero, a tí también Eustace eres un chico muy valiente — Dijo Kendra guiñandole un ojo y acercándose a Caspian para tomar su mano —. Fue grandioso conocerlos, espero tengan una hermosa vida allí afuera.

Los tres chicos sonrieron con tristeza pero felices por su amiga. Aslan los vio por unos segundos y luego soltó un potente rugido abriendo las aguas, aquella entrada los regresaría a su mundo.
Kendra abrazo a Caspian cuando sus amigos desaparecían.

— Prometo que te haré la mujer más feliz de este mundo — Dijo el hombre.

— Te amo Caspian.

Aslan les sonrió con orgullo y les menciono que era tiempo de regresar al barco. Se despidió de ellos diciendo que eran dignos de aquella corona, que ese pueblo no podía estar en mejores manos y que tal vez algún día lo volverían a ver otra vez.

— Que sucederá con mis padres? — Se atrevió a preguntar.

— Ellos sabrán que ya no estás pero comprenderán que estás en tu verdadero hogar y no se discutirán por ello sino que lo apoyarán porque es tu decisión hija mía — Dijo Aslan a lo que Kendra sonrió agradecida —. Ahora vayan y reinen con justicia, con bondad para demostrar que son dignos de esas coronas.

Caspian y Kendra se inclinaron oyendo el gran rugido del león sintiendo ese gozo en sus corazones. Ambos fueron hacia el bote que los esperaba y se marcharon hacia el barco para regresar con los demás.

𝐇𝐘𝐏𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora