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Algunos narnianos le insistieron a Kendra que durmiera un poco cuando la noche se asomó en el pueblo pero la reina negó, no quería ver a los demás trabajando y ella durmiendo, no era digno de una reina.
— Majestad...— La voz de Caspian llamo la atención de Kendra.
— Caspian puedes llamarme Kendra no hace falta aquella formalidad — Dijo Kendra sonriendo.
— Lo sé, me disculpó otra vez. Kendra — Sonrió la muchacha al oír su nombre —. Iremos en busca de los otros reyes y reinas, quería saber si vendrías con nosotros para guiarnos un poco.
— Claro! La corriente me alejo mucho de ellos pero tal vez tuvieron suerte y siguieron mis pasos — Dijo Kendra, recordó que se encontraban con Trumpkin y él sabía bien aquellos caminos mejor que los reyes.
Caspian formó un grupo de narnianos que lo protegerían a él y a Kendra en el camino, buscarían a los hermanos Pevensie para tener su ejército completo y así lograr enfrentar a Miraz.
— Ten, por precaución — Dijo Caspian entregándole una armadura a Kendra. La ayudo a colocarse aquel chaleco que la protegería de cualquier cosa, se encontraban algo nerviosos ante tanta cercanía por aquella razón el príncipe aseguro la armadura rápidamente.
Aquel grupo salió en busca de los perdidos, en el camino se encontraban alerta por si algún telmarino rondaba por aquellos bosques aún que algunos evitaban pasar por allí de tan solo saber que se ocultaban criaturas jamás vistas por sus ojos aún así debían obedecer las órdenes de su rey. Kendra los había guiado por un momento recordando donde había logrado encontrar a Caspian y a un par de narnianos, luego recordó el camino que estaban haciendo los demás reyes y trato de llevarlos hasta ese sitio pero se detuvieron cuando se oyó como un par de caballos relinchaban. Hicieron silencio y se ocultaron detrás de los arbustos o grandes rocas que habían allí, no se veía nadie pasar por allí eso los hizo confundirse pero de pronto una cuerda logro atrapar el brazo de Kendra, la muchacha intentaba soltarse mientras oía como aquellos soldados se enfrentaban a los narnianos pero fue absurdo ya que ellos superaban en número, de todos modos aquel telmarino que había capturado a Kendra intento huir con ella hasta el castillo de Miraz pero Caspian logro cortar la cuerda y fue a hacia el otro hombre para hacerle saber que lo que hizo tendría consecuencia. Sus espadas sonaron al chocar pero el joven príncipe fue astuto y golpeó su pierna y antes que pudiese acabar con él Kendra lanzó una flecha en su pecho sorprendiendo a Caspian.
— Te encuentras bien? — Pregunto Kendra a lo que Caspian asintió pero llevo sus ojos al brazo de la chica tenía una leve cortadura que sangraba.
El joven se acercó a ella para observar aquella herida, Kendra lo miró con tranquilidad para que supiera que no era nada grave pero Caspian rompió un pedazo de tela de su manga y la colocó alrededor de su brazo para detener el sangrado hasta llegar otra vez a Beruna y allí curarla.
Siguieron con la búsqueda, pudieron notar que el sol se estaba asomando y eso alegro al grupo sería más fácil ver los caminos y obstáculos que había en ellos.
— Y como son los demás? Son como aquellas leyendas que se dicen o como los libros que hablan de ustedes? — Pregunto Caspian a lo que Kendra sonrió.
— Y como son aquellas leyendas que oíste de nosotros, me gustaría oirlas para saber si son ciertas o no — Respondió la muchacha.
— Ustedes trajeron la paz a Narnia cuando el invierno gobernaba está nación. Cada uno tiene algo que los hace único, Peter es el magnífico que ha liberado más de una nación. Edmund es inteligente y por esas razones ha ganado muchas batallas, Susan también lo es y muy ágil en las peleas por esas razones se ha vuelto una gran protectora de los narnianos. Lucy es encantadora y utiliza eso a su favor, fue la primera en descubrir Narnia de ustedes cinco — Dijo Caspian a lo que Kendra asintió —. Y tú...
— Y yo...? — Pregunto Kendra con cierto entusiasmo.
— Se dice que al no tener sangre de los cuatro hermanos tambien te hizo importante, eres buena en las batalles y a tu favor están los cielos por esa razón ellos se reflejan en tí — Dijo Caspian evitando tener contacto visual con la chica.
Kendra sonrió con amplitud al oír como los narnianos aún recordaban de su profecía.
— Todo eso es cierto — Dijo Kendra sonriendo causando a que Caspian sonriera también.
— Lo imaginé cuando logré conocerla — Respondió Caspian cabizbajo.
— En serio? Y por qué? — Se atrevió a preguntar.
Caspian la miró algo sonrojado e iba a responder a su pregunta pero logro ver como un minotauro sería atacado y no se daría cuenta, el joven príncipe corrió para defender al narniano empujando al otro chico pensando que era un telmarino, Kendra avanzo con rapidez y cuando ambos chicos estaban peleando oyó una voz familiar y la reconoció inmediatamente.
— Lucy...Peter! — Dijo Kendra —. Caspian detente.
Los demás narnianos se acercaron inmediatamente para proteger a Kendra o a Caspian pero conocieron a Peter y por esa razón no atacaron.
— Kendra? — Pregunto Peter y la muchacha se acercó abrazarlo ante la atenta mirada de Caspian sobre ellos.
— Peter, Lucy — Dijo la chica yendo con su amiga.
Luego oyeron otras voces y supo que eran los otros dos hermanos que faltaban, Edmund al reconocerla la abrazo y pregunto si se encontraba bien al igual que ella a él.
— Susan — Dijo Kendra a lo que Susan la recibió con los brazos abiertos.
Luego se separaron para encontrar a Peter hablando con Caspian y esperaba otra cosa pero era de suponerse ya que al conocer a Kendra supo que no eran tan mayores.
— Si quieres podemos volver en unos años — Dijo Peter a lo que Caspian negó.
— No, entiendeme había oído otras cosas de ustedes pero eso no es importante, lo importante es acabar con los telmarinos y...— Caspian en ese momento volteo hacia donde se encontraban ambas chicas, Susan y Kendra.
Pero ellas creyeron que solo las estaba viendo a una sola y por esa razón sonrieron con cierta timidez.
