22. Mártires...

63 4 0
                                    


La palabra de Jehová me fue dirigida en estos términos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La palabra de Jehová me fue dirigida en estos términos. Ve y grita a los oídos de Jerusalén lo siguiente: Desde antiguo quebraste tu yugo, tus coyundas has roto, diciendo: No quiero servir, cuando sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso te echabas como prostituta. Yo te había plantado como cepa escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para mí te has cambiado en sarmientos silvestres de viña bastarda? Aunque te laves con nitro, y te eches cantidad de lejía, tu culpa sigue sucia ante mí 

"Oráculo de Jehová Sebahoth" [Jeremías 2,20].

______________________________

El fuego tiene el brillo del terror, llamas horribles que calcinan todo lo que encuentran. Así es como todo se acabó, mi vida se terminó. Pensaba que lo peor que podría ocurrirme sería quedarme sola y abandonada, sin techo ni comida; ahora entiendo que eso no es lo peor. Quedar en medio del desierto sin agua, o estar enferma de muerte, o en un país en guerra, todo eso es poco. Tener una enfermedad terminal y quedar en la miseria, sufriendo dolores terribles sin esperanzas de hallar la muerte, es muy poco. No existe peor tormento que las espinas filosas del tallo de una rosa, penetrando tu cuerpo entero. O las llamas rojas del fuego quemando tu piel. De ello no escapas ni muriendo. No sé cómo describir todo lo que pasó, ya no sé nada.

Agosto terminaba, una época entera se consumía. Muchas cosas pasaron, pero pocas fueron positivas. Desde el incidente en la fiesta de Rodrigo, Gabriel no nos saludaba, no nos hablaba, ni siquiera nos miraba; era como si para él ya no existiéramos. Y entre tantos eventos tristes, existía algo oscuro, misterioso y siniestro que no había quedado claro: la nefasta intervención de Ikker. Gabriel dijo que ese sujeto le había contado sobre los sentimientos de Rocío, pero, ¿cómo pudo saber eso? Era muy extraño, solo Rodrigo y yo teníamos conocimiento del asunto. De haber sabido qué clase de demonio es, posiblemente habríamos tenido más cuidado. Aunque al final, ya no interesa cómo se enteró, logró su objetivo, todo quedó en cenizas.

Un día previo al infierno que pasamos tuve señales de nuestro nefasto futuro. Septiembre había empezado, era lunes, de nuevo al colegio. Desayuné con mi hermana y con mamá. Jhoanna me acompañó al colegio, ha estado muy atareada últimamente, estar en la Promoción debe ser complicado. Había un ambiente romántico, el mes del amor, la juventud y la primavera, prometía lindos momentos; pero las promesas se las llevó el fuego. El micro del cole había llegado un poco más temprano que de costumbre. Rodrigo lucía un algo desanimado, Rocío nos acompañaba. Entramos hablando de cualquier tontera, Gabriel llegó poco después, no nos miró y se pasó de largo.

Examen de Matemáticas la primera hora, nada que me hubiera espantado, aunque Rodrigo parecía bastante perdido. Tuve la precaución de hacer un chanchullo para él. Pegué papelitos con las fórmulas de los ejercicios en la parte interior de mi falda. Hice una seña con el lápiz a Rodrigo para que baje la vista y pueda aprovechar la trampa. Creo que mi ayuda fue un perjuicio, el pobre se puso aún más nervioso.

El Arco De Artemisa© - Primer Episodio, Prefacios de BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora