𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐋𝐚𝐤𝐞 𝐉𝐫. |
El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello.
La...
Asimilar la nueva información, es complicada en un comienzo, más cuando los deberes como un Cazatroles no dejan de aparecer, varios problemas juntándose, como la investigación sobre posibles amenazas para Arcadia y Mercadotrol. El problema con la epidemia de verrugas fue solucionado con el antídoto modificado para que la epidemia no volviera a surgir.
Jim no estaba prestando atención en su entorno, estaba perdido en sus pensamientos, específicamente en las palabras de NoEnrique mencionando dos cosas importantes, primero por el parecido entre Aira y Claire, por supuesto que existe un parecido entre ambas y lo supo en el primer momento que vio a Aira.
Necesitaba aclararlo, ella tiene un parecido, pero esa timidez que demuestra además de su personalidad es completamente diferente, parece ocultar lo que verdaderamente es y fue descubierto por Jim al verlo en las prácticas y el empeño que Aira ponía en entrenar mostrando un lado desconocido de ella.
Sin poder seguir conteniéndolo, debía confirmar lo que dijo NoEnrique y quién mejor que sus primas que confirmarían las palabras de NoEnrique.
―Claro, el apellido de soltera de su madre es Nuñez ―confirmó April.
«NoErique tenía razón»
―Tiene familia en México, por eso Aira habla muy bien español ―comentó Anne moviendo los frascos del antídoto, aún tienen que hacer trabajos pesados.
Están cumpliendo con su condena por el uso indebido de la Arena de Tumbas, con la advertencia que no hicieran algún hechizo para hacer el trabajo pesado.
―Su abuelo Enrique era muy divertido, siempre nos regalaba dulces ―volvió a decir Anne dejando los frascos en su lugar―. El libro de cuentos de Aira, en realidad fue de su abuelo y su madre se lo dio a ella.
Claro, NoEnrique aún frecuentaba Arcadia para saber de la vida de Enrique el hermano menor de Claire. De alguna forma, la magia siguió siendo parte de la familia Nuñez, después de décadas de no saber de la familia Nuñez.
―La madre de Aira cree mucho en los cuentos mágicos ―murmuró April―. Como nosotras crecimos sin nuestras madres, ella siempre nos trató como si fuéramos sus hijas.
―No debí tratar tan mal a Aira ―dijo Anne con melancolía, dejando de hacer su labor―. Arruinamos una amistad de familia...
Es tarde para sentirse mal.
Tras esas confesiones, Jim aceptó la verdad, así que para evitar seguir hablando al respecto, tomó unos frascos vacíos de la mesa de piedra llevándolos fuera de la sala de reconocimiento.
