𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐋𝐚𝐤𝐞 𝐉𝐫. |
El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello.
La...
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𝐂 𝐀 𝐏 𝐈́ 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 𝟎𝟗 ────────────────────
Hechizos simples descartados, hechizos del libro del abuelo descartados, pociones descartadas... ¿Enserio no puedo hacer un solo hechizo bien?
¿Cómo alguien con magia tan caótica puede ser la aprendiz de un mago como Merlín? Poción para la suerte se volvió en mi contra, no puedo continuar así, incluso si intentara practicar crearía un completo caos donde quiera que esté.
La magia no es lo mío.
En todo este tiempo lo comprobé, quisiera parar de hacer magia... Tuve la suerte de que mi maestro decidiera que pararan nuestras prácticas para que iniciara a entrenar. Me sentía mal hasta que Merlín mencionó el entrenamiento, preferiría eso a seguir causando desastres.
No podía imaginarme a mí en un combate considerando lo tímida que soy, entrené mucho para entrar al equipo de animadoras, sería mejor que intentar con la magia.
―No se cómo empezar el entrenamiento. ―Merlín se retiró dejándome con el Cazatroles, se veía sorprendido por la decisión de Merlín y mencionó a los troles que lo entrenaron, terminé el libro resumido sobre la historia trol y en una parte los menciona―. Ve a descansar por hoy, iniciaremos mañana.
―Claro ―sonreí sintiendo cierta ilusión, no puede ser peor a ser un desastre.
Prefiero alejarme de la magia por el momento.
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Miraba el techo de mi habitación como si fuera lo más interesante del mundo, la música clásica de piano resonaba en mi habitación, mientras veía un punto fijo tocaba con los dedos siguiendo el ritmo el suelo.
Todo cambió, falté al último picnic con mis primas, evito nuestras noches de primas/amigas, hablo poco con ellas en la preparatoria y siempre estoy escondiéndome de mis padres ya que en una ocasión llegué con la cara de color naranja por un hechizo desastroso.
Papá está concentrado en consentir a mamá por su embarazo, él es cocinero de la casa y siempre está preparando dulces para mamá, algo que Nadia y yo no desaprovechamos para probar o desaparecer de la cocina. Los repentinos antojos de mamá están enloqueciendo a papá, un día se levantó a media noche para hornear una tarta de arándanos.
Papá siempre fue protector con mamá.
Dejé de mirar el techo al escuchar la puerta, grité un "pase" y mis amigas-primas entraron yendo directamente a mi cama para sentarse.
