La cabeza abajo nunca fue una opción, el ser débil, el llorar, el rendirse, el no conseguir algo grande nunca fue una opción, tampoco era opción el dedicarse a lo que sus padres llamaban carreras inútiles, desde pequeño obligado a estudiar, una copia de la perfección en persona, el pequeño Kongpop aprendió a muy corta edad que no podía dormir hasta haber terminado con sus deberes así durmiera una hora diaria, él llegaba lleno de ilusión a la escuela cada mañana, se había vuelta adicto a ello. Aún recuerda las palabras de sus padres.
-niño, tu llevarás una gran carga sobre la espalda por mucho tiempo. -
Él no lo entendió por supuesto, muy pequeño para entender el mundo, no fue hasta la llegada de sus hermanas que lo entendió, el llevaría esa carga, la carga de ser el pilar de su familia en caso de que algo malo pasará, la carga de tener que ser alguien grande para que los otros siguieran sus pasos y no se perdieran en el camino.
Sueños de oro siempre ha tenido el, el cierra los ojos y puede escuchar el aire, como melodía que calma toda su incesante carga, un violín lo acompaña, pero no tiene permitido aprenderlo o dedicarse a el de lleno, carrera inútil.
-puedes dedicarte a eso sí no quieres comer-
El sólo cerró sus ojos lo entendió. Es la carga que llevará en sus hombros por gran tiempo.
Cuando creció trato de desafiar. Tal parece que el mundo sabe de su carga y no puede huir, maldita vida.
Pero él es listo y seguir con su pasión encendida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vida difícil, en la describe así, una vida destinada a la pobreza la describirían sus padres, él tiene sueños de oro y no se rendirá hasta cumplirlos así muera en el intento.
El recuerda la canción de su madre, ella siempre la cantaba cuando el hambre atacaba su estómago y su madre lo dormía para apaciguar la maldita tortura.
- hay un camino para regresar a casa, duerme pequeño cariño y no llores, yo te cantare una canción de cuna, sueños de oro veo en tus ojos sonrisas iluminan tus ojos, duerme pequeño cariño y yo no llores más, yo cantare una canción de cuna. -
Sus padres nunca se rindieron, por ello ellos se merecen el cielo y su respeto, y su amor incondicional, y el no planea fallar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los niños crecen y con ellos crece un sueño, una misión y su destino. Sin duda su destino es estar juntos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por favor, apoyenme en esta nueva historia. Golden Slumbers. Espero les guste.
