Capítulo 26 "Adiós al dolor"

423 44 18
                                    

                                              ~Narra Hipo~

Ella salió corriendo sin decir nada más. Sólo corrió sin Angus, quería ir tras ella pero los brazos de Astrid y Heather me lo impidieron.

─ ¡Mérida!─ Grite al no verla más─ Vuelve...─ murmuré con un hilo de voz.

Astrid y Heather me soltaron y se fueron del lugar. 

Recuerdo sus ojos... Dolor, decepción y odio, eso es lo que vi, y eso era mi culpa. Mérida me vio con esa chica, lo mal interpretó, salió corriendo, estaba sufriendo por algo que no es y yo... Yo estaba sólo, sintiendome culpable, pero lo que más sentía era ira y enojo, todo estaba planeado, Astrid me engañó y yo le creí como niño pequeño, esto no quedará así.

______________________________________

~Narra Chimuelo~ Naaaaaaah mentira 

                                                      ~Narra Mérida~

Corría, no sé hacia donde pero no quiero estar allí. Él me había engañado...Con mi mejor amiga... Estoy rota. Ya no sé que haré. Me he peleado con mi madre, defendí mi mano, Chris no me habla, mi madre quemó mi arco... Todo estaba mal. He echo de todo para estár con él... Pero todo fue en vano. Chris me lo dijo, "no fue un sueño, Mérida" y yo no le creí, él era mi amigo y desconfié de él.

Las lágrimas salían de mis ojos sin piedad alguna, resbalaban por mis mejillas y se disolvían en el aire.

No me había dado cuenta pero había llegado a un círculo de piedras... He estado aquí antes, fue la primera vez que vi una luz mágica el día que perdí mi flecha.

Escucho un susurro... Voces inexistentes que no tienen origen alguno, me giro y veo un fuego fatuo, me iba a guíar a mi destino... Camino hacia él y extiendo mi mano lentamente, cuando estoy a punto de tocarla desaparece creando un camino de ellas.

Olvido por lo que lloraba y sigo los fuegos sin dudas.

Luego de caminar unos dos o tres minutos llego a una pequeña cabaña. ¿Por qué me habían guíado aquí? Me acerco a la cabaña y toco la puerta, pero esta se abre y veo a una mujer muy petiza con una ENORME naríz, la anciana de cabello blanco me miró con felicidad.

─ Pasa, pasa querida.─ Dijo agarrándome la mano y llevandome dentro. Había un caldero y repizas con muchas posiones ahí.─ Los fuegos me han dicho que vienes aquí por un deseo.

¿Un deseo? Yo no deseaba nada.

─ Vamos, todos tienen un deseo siempre, uno que cambia tu destino ¿Sabes cuál es el tuyo? ¡Piensalo!─ Dijo la anciano poniendo agua en el caldero.

─ Pero... ─ iba a decir que no tenía nada para desear pero entonces recordé el beso de Hipo y Astrid, lo mal que me sentía por ello...─ Yo deseo... Deseo no estar sufriendo por Hipo.

─ Oh, un corazón roto, ya he echo esto para un príncipe.─ Dijo la bruja, de repente se cerró la puerta y la habitación quedó oscura. Lo único que la iluminaba era la luz del caldero, que soltaba gases con colores entre verde, rojo y azúl.

Miré dentro de el caldero y vi mi reflejo, la bruja me sacó un cabello y lo metió dentro del caldero. Luego tapó mi cara con su mano y el caldero hizo una explosión.

Saca su mano y agarra una botella de vidrio y la mete dentro del caldero llenandola de un líquido verde.

Me lo dio y yo lo tomé confundida.

─ ¿Esto hará que no sufra?─ Pregunté examinando el frasco.

Ella me corrió dela casa y me dejó afuera.

─ ¡Oiga!─ Dije, pero ella cerró la puerta. Caminé de regreso.─ A ver Mérida, te has encontrado con una bruja a la cual las luces mágicas te guíaron, ella te dio un supuesto "antidoto" para tu dolor, y es un líquido verde que sacó de un caldero... Es más extraño de lo que parece─ Me dije a mi misma.─ Pero... Supongo que después de lo que pasó con Hipo no me da miedo nada, ya no me importa si muero o lo que sea que me pase, sólo quiero acabar con este dolor.

Tomé un trago grande, al principio era rico, luego se volvió más acido y luego pegajoso. Lo tragué con asco y abrí mucho los ojos, no podía controlar mi cuerpo, mis piernas tambalearon y caí de sentón aunque todo mi cuerpo también se dejó caer, no podía respirar y mi vista se nublaba cada vez más, comencé a sentir punzadas terribles en mi pecho. Veo mis manos, eran más pálidas, muy palidas, estaba helada. Intenté poder respirar pero no podía, mis parpados me pesan y se cierran. Las punzadas acaban y ya no siento dolor... Practicamente no siento nada, todo es negro y no hay ruido. Nada se mueve y pierdo el conocimiento ¿Estoy muriendo?

__________________________________

¡DAM DAM DAAAAAAAAAAAAAAAAAM! ¿¡Qué creen ustedes?! Mérida se está muriendo?! Y si no ¿¡Cómo la salvarán?! ¿Qué pasará con Hipo? 

Respondaaaaaaaaaaaaan♥ fin del maratón.

Mericcup...

¿Te amo o te odio?

Últimos capítulos...

Mericcup ¿Te amo o te odio? *corrigiéndose*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora