Capítulo 27 "Dejarla ir..."

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Capítulo 27♥ triste triste cap, así que agarren sus pañuelitos, un pote de helado, algún peluche abrazable y ponganse a leer♥

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                                                ~Narra Hipo~

    ¡Soy un idiota! Sabía para donde venía la mano y sin embargo caí en el jueo de Astrid y perdí a Mérida... Me siento un tonto, ¿Cómo se lo explicaré ahora? ¡Debe estar en el castillo! De seguro con ese tal "Chris" intentando conquistarla... No puedo dejar que eso pase, no si puedo evitarlo.

   Camino por el bosque mientras pienso, ya no me importaba Astrid, sólo quería pensar en Mérida, que es lo único en lo que quiero pensar, no me interesa nada, sólo quiero arreglar las cosas con ella. No hay nada peor que ver sufrir a alguien por culpa tuya. Mi padre volverá mañana y yo sigo enroyado en este lío, no quiero que Mérida se quede sola pensando en que la engañé, pero tampoco puedo estar con ella todo el día porque mi padre vendrá y me buscará y no estaré... ¡Al Diáblo mi padre! Tengo que encontrar a Mérida, ya se lo diré luego...

   Entonces sigo caminando y veo una... ¿Cosa? ¿Qué es eso? Es... Una luz... ¿Mágica? Creo que eso es. Mérida me habló alguna vez de eso, te guían a tu destino... Pues ahora no sé cual es mi destino...

  Me acerco lentamente y extiendo la mano para tocar la luz pero esta desaparece al instante, me quedo confundido y veo que se hace un camino de luces detrás de esta, tengo que seguirlas...

  Caminé unos minutos y el camino acaba. Ya no aparecía ninguna otra luz y estaba sólo en el bosque ¿Por qué me guíaron aquí?

   Giro mi cabeza a la izquierda, nada, luego a la derecha, nada... ¡UN MINUTO! Reconocería esos rizos en donde sea. Me acerco para divisar mejor si era en serio Mérida y efectivamente era ella, estaba recostada en el suelo, tenía la piel aceitunada y a su lado había unos vidrios y el pico de lo que alguna vez fue una botella, líquido verde en algunos de la misma.

  Me acerco corriendo y me arrodillo para quedar a su altura.

─ ¡Mérida! ─ Digo exaltado y comienzo a moverla sin embargo ella no da señales de vida alguna─ ¡Mer despierta! No puedes dejarme, por favor...─ Digo casi en un susurro apoyo mi cabeza en su pecho para escuchar los latidos de su corazón... Eran muy constantes, acelerados, y su respiración se hacía más dificultosa, su temperatura corporal disminuía a cero ¡Tengo que hacer algo, la estoy perdiendo!

La agarro intentando cargarla, Mérida es alta y está muy bien desarroyada, ya tiene el cuerpo definido, precioso. Yo en cambio sigo siendo flacucho y aquí es cuando desearía haber entrenado, tendría músculos y no se me hubiera hecho tan difícil cargarla... Silvo llamando a Chimuelo y este aparece al instante, subo a Mérida primero y luego me subo detrás de ella. Chimuelo asiende y subimos a el cielo, tenía que llevarla a DumBroch antes de que sea tarde... ¡Resiste por favor!

Veo la punta de el inconfundible castillo de DumBroch ya estabamos por llegar. Chimuelo desiende rápidamente frente a el castillo y todos los guardias nos apuntan con sus lanzas. Cómo no si ven a un furia nocturna con la princesa entre la vida y la muerte, yo también lo haría.

─ ¡Ayúdenme por favor!─ Digo tomando a Mérida para bajarla, los guardias se aproximan y la toman entre brazos llevandola dentro del castillo intento seguirlos pero los guardias que quedaban me lo inpedían.─ ¡No! ¡Necesito verla! ─ Digo intentando ir, pero era inútil.

Veo que de las puertas se acerca a mí la reina Elinor, no me importaba ¡SÓLO QUIERO ESTAR CON MÉRIDA! Ella me mira con odio y desaprobación.

─ ¡¿QUÉ LE HAS HECHO A MI HIJA?! ─ Pregunta furiosa, pero no sólo eso, sus manos temblaban y estaba llena de angustia ¿Por qué me siento tan culpable?

Mericcup ¿Te amo o te odio? *corrigiéndose*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora