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░▒▓█ Roto. █▓▒░
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Cada individuo situado en el patio, a lado del arbusto en forma de jirafa podían descifrar la tensión entre ambos hombres, uno de apellido Wayne y el otro Nature. Peleando por una persona en común, Wendy, quién no estaba al tanto de la situación por lo nervios de estar abrazada por Damian.
Cuando aquel acto íntimo acabó, el pelinegro apuntaba a besarla enfrente sus hermanos y el afrodita de enfrente, quien, se limitó a mirar lo que no podía tener, se aferraba a algo inalcanzable, lejos de sus manos y ser amado con la misma intensidad que lo hacía él.
-Te extrañé. —Susurró el Wayne aferrándose a ella como si de su peluche favorito se tratará.
-Yo igual. —Correspondió la expresion pero no el gesto. -Tenemos que hablar. —Si seguía siendo cariñosa seguiría permitiendo aquella acción del Wayne y esa tres palabras fueron su vuelta a la realidad, pronto tuvo cierto temor que la indujo a un tic nervioso en su párpado.
Supo controlarlo pues sólo debían solucionar eso y volverían a ser los mismos de siempre, no había necesidad de temer.
-¿De qué? —Tenía los ojos cerrados, si pudiera permanecería en esa posesión por el resto de su vida, le daba igual su alrededor.
-De nosotros, hay algo que no me gusta. —Abrió sus ojos para luego cerrarlos.
-¿Qué?, ¿quieres verme más seguido? —Preguntó.
-Me gustaría pero eso no es sobre lo que quiero hablar. —Se alejó un poco de ella, en su cara tenía una radiante sonrisa, totalmente sincera a los ojos de Wendy, se le encogió el corazón y en cierto punto quería olvidar el tema pero... eso no estaría bien.
-¿Pasar tiempo juntos? —Mío lo escucho, debía de aceptar su condición fuera del corazón de Wendy y limitándose a tener una parte de éste aunque sea como un amigo cercano a la misma.
Bajó la mirada, sumiso, dispuesto a volver a su verdadera apariencia. Rendido contra el iris esmeralda, no importaba si su apariencia era otra, no era Damian. Tan sencillo y tan difícil de aceptar.
