En algún lugar de Madrid, una chica lucha contra sus propios temores y el peso de vivir cumpliendo los deseos y expectativas de sus reconocidos padres. Tiene todo lo que una persona de veintiún años podría desear, sin embargo carece de vivencias.
Es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Algunas personas afirman que en la vida existen tres amores; cada uno romperá tú corazón. Creerás que ya no existe algo más o la posibilidad de creer otra vez en algo sincero, y aún así los pedazos estarán dispuestos a seguir corriendo tras lo inevitable. Persiguiendo ese sentimiento que nos hace tan humanamente débiles y capaces de cualquier cosa.
El primer amor, tan lleno de magia creada a partir de las ideas que películas con finales felices idealizan dentro de tu cabeza. El amor que aparenta ser el ideal según la sociedad. Entramos en la creencia de que este será nuestro único y verdadero amor. Lo encuentras cuando crees saber el significado de amor; pero realmente no es así. Recuerdo vivir esta etapa como si todo durara para siempre.
El segundo es el amor difícil: tan solo tenía diecinueve años cuando aprendí una cruda lección, la enseñanza de cómo quieres amar y ser amado. Una montaña rusa con más altos que bajos, y aún así luchas porque deseas que de alguna manera funcione.
Mi hermana me había enseñado que, con el paso del tiempo; las etapas de mi vida pasarían como estaciones. Una tras otra, dejando recuerdos imborrables.
Nunca pensé que en tan poco tiempo la vida de una persona se viera afectada a gran magnitud.
Quizá lo supe desde el inicio. Por ejemplo, antes de un tsunami te dirán que si vives en el lugar más cercano deberás irte de ahí, pero si no tienes a donde ir, no puedes escapar. La catástrofe llega y fuiste víctima de un desastre natural a pesar de ser avisado.
El amor es un desastre natural del corazón, para este no hay aviso. Solo advertencias y señales, ambas son ignoradas hasta que la catástrofe llega a tu puerta.
Un detonante.
Puedo decir con seguridad que él llegó como un rayo estruendoso, que a la vez no producía demasiado ruido. Quizá hubo algo en su voz tan segura, en su intrepidez al hablar. O simplemente esos ojos verdes que mantenían su cálido color con el paso de los días.
El tercer amor es el que nunca habías previsto. Este parece ser la decisión incorrecta para nosotros y destruye cualquier tipo de ideas a las que nos aferramos sobre cómo debería ser el amor, llega y se da con una facilidad casi imposible. La conexión que existe en esta relación no puede ser explicada y nos toma por sorpresa por completo. Esta no es la manera en la que pensabas que sería el amor, y tampoco juegas con las reglas que pensaste utilizar para estar segura.
El problema con este es que nunca sabrás si todo llegará a su fin demasiado pronto.
