Inglaterra, Londres
Un mes después
Las calles de Londres estaban repletas de personas que iban y venían despreocupadamente. Entre ellas, Astrid caminaba junto a su abuelo con algunas bolsas llenas de verduras y frutas. De vez en cuando se detenían a mirar una que otra tienda mientras en casa los esperaban Grace y Amber, quienes hacían galletas en lo que ellos hacían las compras.
- Deberíamos entrar -comenta su abuelo detiendose frente a una heladería-. ¿Que dices?
- Digo que sí la abuela se entera nos matará -contesta en un tono divertido.
- No lo haría si no le decimos nada.
- Estamos jugando con fuego, abuelo -Astrid lleva su dedo indice a su mentón y hace un gesto pensativo-. De acuerdo, entremos.
- Esa es mi nieta.
Entraron al establecimiento encontrandolo agradable, varias personas comían tranquilamente sus helados sentadas en las mesas del lugar. Harry y Astrid se colocaron a lo último de una pequeña fila que avanzaba rápido para pedir los helados. Y después de tener sus helados en las manos, fueron a sentarse a una mesa vacía, colocando las bolsas encima de esta.
- Es increíble que a la abuela no le guste los helado -dijo Astrid llevandose una porción de su helado a la boca-. El helado es una de las mejores cosas de la vida.
- Una vez escondí un pote de helado de chocolate en la nevera sin que lo notara -cuenta su abuelo con una expresión divertida-. Y a la media noche me encontró comiendolo en la cocina. Enloqueció cuando me vió.
En ese instante una carcajada se le escapa a Astrid al imaginarse a su abuelo corriendo por la cocina mientras era perseguido por su abuela para quitarle el pote de helado.
- Y apesar de que destete a los helados, sigo amando a esa mujer.
- Eres todo un loquillo, abuelo -señala alzando sus comisuras.
- No lo negaré -toma la cucharilla y se lleva una buena porción de su helado a la boca y dice-, soy un loquillo.
Ambos estallan en carcajada y calmandose segundos despues, se proponen finalizar comer sus helados.
- Por cierto, ¿cómo se sienten? -inquiere Harry raspando lo último que queda de helado en el pequeño recipiente-. Mañana regresan a Boston.
- Emocionadas por volver, y a la vez triste. Extrañaremos Londres, y sobretodo a ustedes.
- Tambien la extrañaremos -dice dandole una suave caricia a su mejilla.
Mañana regresarían a casa. Era increíble para Astrid el pasar tan rápido del tiempo. Un mes ha pasado desde su partida de Boston. Un mes sin ver a sus padres, y sin verlo a él. Apesar de querer negarlo, gran parte de ella anhelaba constantemente volverlo a ver. En cambio la otra parte, deseaba no hacerlo. Su interior era un torbellino de emociones que necesitaba controlar.
- Tierra llamando a Astrid -su abuelo agita su mano frente suyo sacandola de sus pensamientos-. ¿Estás bien?.
- Disculpa, abuelo -sonríe-. Sólo pensaba.
- Disculpas aceptadas.
- Abuelo, ¿puedo hacerte una pregunta?.
- Por supuesto, cariño.
Un tanto temorosa y con un leve rubor en las mejillas, cuestiona.
- ¿El amor es muy complicado?
Harry se sorprendió un poco, no esperaba dicha pregunta, pero no dudó en responderle.
- Si es complicado -revela-. Y depende de nosotros mismos enfrentarlas y superarla. Ya que cuando se trata de amor, no todo es color rosa.
Antes sus palabras, ella asiente lentamente.
- ¿Por qué la pregunta? ¿Problemas amorosos?
- N-no, nada de eso, abuelo.
- Claro -entrecierra sus ojos-. Finjiré que te creo.
- Bueno, es mejor irnos -dijo en una risa nerviosa-. La abuela y Amber nos esperan.
- Concuerdo. Si Grace no nos mata porque comimos helados, nos matará por llegar tarde.
- Una mujer díficil.
- Ni que lo digas.
***
En el camino a casa, ambos hicieron una pequeña parada en una floristería cerca de su hogar. Y en donde Harry compró un ramo de rosas para Grace. Pareciendole a Astrid un gesto muy tierno.- Sabes, me gusta tu nuevo color de cabello -sin dejar de caminar, Harry mira el hermoso cabello de su nieta que pasó de un castaño a un hermoso color cobrizo-. Te queda muy bien.
- Gracias, abuelo -sonríe ampliamente. Hace una semana que decidió cambiar el color de su cabello. Y le encantó el resultado-. A mi también me gusta.
Llegando a su hogar, Harry sacó las llaves y abrió la puerta, dejando pasar primero a su nieta.
- ¡Llegamos! -anunció Astrid.
- Estamos aquí -escuchó decir a su abuela desde la sala.
- Espero que nos hayan guardado galletas -decía mientras caminaba hacia la sala-. De verdad, muero por com...
Las palabras se estancaron en su garganta justo en el momento en que pisó la sala. Los latidos de su corazón se volvieron salvajes y las bolsas en sus manos cayeron al suelo.
Tuvo que parpadear repetidas veces sin creerse todavía los que veía, su hermanita y abuela no eran las únicas en la sala, él también estaba ahí.
Su mejor amigo estaba parado frente a ella.
Lamento si este capítulo estuvo aburrido :'vLa verdad se me complicó un poco escribirlo, ya que no me salía cómo quería, luego de varios intentos quedó un poco más decente y con la correciones, me agradó :3
Pero volviendo a lo importante, después de un mes por fin Astrid y Jimin estan frente a frenteYa queda nada más publicar el final, el cual trataré de subir estos días que vienen
Y si alguien se pregunta cómo es el nuevo color de cabello de Astrid, dejaré una imagen
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El Primer Beso //Park Jimin//
Fanfic"El primer beso no siempre suele ser lo que imaginamos". Hermosa Portada hecha por: Moonlight -D-2 Banner elaborado por: Haruyh No se aceptan copias o adaptaciones.