💖Penúltimo Capítulo💖

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Inglaterra, Londres

Un mes después

Las calles de Londres estaban repletas de personas que iban y venían despreocupadamente. Entre ellas, Astrid  caminaba junto a su abuelo con algunas bolsas llenas de verduras y frutas. De vez en cuando se detenían a mirar una que otra tienda mientras en casa los esperaban Grace y Amber, quienes hacían galletas en lo que ellos hacían las compras.

- Deberíamos entrar -comenta su abuelo detiendose frente a una heladería-. ¿Que dices?

- Digo que sí la abuela se entera nos matará -contesta en un tono divertido.

- No lo haría si no le decimos nada.

- Estamos jugando con fuego, abuelo -Astrid lleva su dedo indice a su mentón y hace un gesto pensativo-. De acuerdo, entremos.

- Esa es mi nieta.

Entraron al establecimiento encontrandolo agradable, varias personas comían tranquilamente sus helados sentadas en las mesas del lugar. Harry y Astrid se colocaron a lo último de una pequeña fila que avanzaba rápido para pedir los helados. Y después de tener sus helados en las manos, fueron a sentarse a una mesa vacía, colocando las bolsas encima de esta.

- Es increíble que a la abuela no le guste los helado -dijo Astrid llevandose una porción de su helado a la boca-. El helado es una de las mejores cosas de la vida.

- Una vez escondí un pote de helado de chocolate en la nevera sin que lo notara -cuenta su abuelo con una expresión divertida-. Y a la media noche me encontró comiendolo en la cocina. Enloqueció cuando me vió.

En ese instante una carcajada se le escapa a Astrid al imaginarse a su abuelo corriendo por la cocina mientras era perseguido por su abuela para quitarle el pote de helado.

- Y apesar de que destete a los helados, sigo amando a esa mujer.

- Eres todo un loquillo, abuelo -señala alzando sus comisuras.

- No lo negaré -toma la cucharilla y se lleva una buena porción de su helado a la boca y dice-, soy un loquillo.

Ambos estallan en carcajada y  calmandose segundos despues, se proponen finalizar comer sus helados.

- Por cierto, ¿cómo se sienten? -inquiere Harry raspando lo último que queda de helado en el pequeño recipiente-. Mañana regresan a Boston.

- Emocionadas por volver, y a la vez triste. Extrañaremos Londres, y sobretodo a ustedes.

- Tambien la extrañaremos -dice dandole una suave caricia a su mejilla.

Mañana regresarían a casa. Era increíble para Astrid el pasar tan rápido del tiempo. Un mes ha pasado desde su partida de Boston. Un mes sin ver a sus padres, y sin verlo a él. Apesar de querer negarlo, gran parte de ella anhelaba constantemente volverlo a ver. En cambio la otra parte, deseaba no hacerlo. Su interior era un torbellino de emociones que necesitaba controlar.

- Tierra llamando a Astrid -su abuelo agita su mano frente suyo sacandola de sus pensamientos-. ¿Estás bien?.

- Disculpa, abuelo -sonríe-. Sólo pensaba.

- Disculpas aceptadas.

- Abuelo, ¿puedo hacerte una pregunta?.

- Por supuesto, cariño.

Un tanto temorosa y con un leve rubor en las mejillas, cuestiona.

- ¿El amor es muy complicado?

Harry se sorprendió un poco, no esperaba dicha pregunta, pero no dudó en responderle.

- Si es complicado -revela-. Y depende de nosotros mismos enfrentarlas y superarla. Ya que cuando se trata de amor, no todo es color rosa.

Antes sus palabras, ella asiente lentamente.

- ¿Por qué la pregunta? ¿Problemas amorosos?

- N-no, nada de eso, abuelo.

- Claro -entrecierra sus ojos-. Finjiré que te creo.

- Bueno, es mejor irnos -dijo en una risa nerviosa-. La abuela y Amber nos esperan.

- Concuerdo. Si Grace no nos mata porque comimos helados, nos matará por llegar tarde.

- Una mujer díficil.

- Ni que lo digas.

***


En el camino a casa, ambos hicieron una pequeña parada en una floristería cerca de su hogar. Y en donde Harry compró un ramo de rosas para Grace. Pareciendole a Astrid un gesto muy tierno.

- Sabes, me gusta tu nuevo color de cabello -sin dejar de caminar, Harry mira el hermoso cabello de su nieta que pasó de un castaño a un hermoso color cobrizo-. Te queda muy bien.

- Gracias, abuelo -sonríe ampliamente. Hace una semana que decidió cambiar el color de su cabello. Y le encantó el resultado-. A mi también me gusta.

Llegando a su hogar, Harry sacó las llaves  y abrió la puerta, dejando pasar primero a su nieta.

- ¡Llegamos! -anunció Astrid.

- Estamos aquí -escuchó decir a su abuela desde la sala.

- Espero que nos hayan guardado galletas -decía mientras caminaba hacia la sala-. De verdad, muero por com...

Las palabras se estancaron en su garganta justo en el momento en que pisó la sala. Los latidos de su corazón se volvieron salvajes y las bolsas en sus manos cayeron al suelo.

Tuvo que parpadear repetidas veces sin creerse todavía los que veía, su hermanita y abuela no eran las únicas en la sala, él también estaba ahí.

Su mejor amigo estaba parado frente a ella.

Lamento si este capítulo estuvo aburrido :'v

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Lamento si este capítulo estuvo aburrido :'v

La verdad se me complicó un poco escribirlo, ya que no me salía cómo quería, luego de varios intentos quedó un poco más decente y con la correciones, me agradó :3


Pero volviendo a lo importante, después de un mes por fin Astrid y Jimin estan frente a frente

Ya queda nada más publicar el final, el cual trataré de subir estos días que vienen

Y si alguien se pregunta cómo es el nuevo color de cabello de Astrid, dejaré una imagen

Y si alguien se pregunta cómo es el nuevo color de cabello de Astrid, dejaré una imagen

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El Primer Beso //Park Jimin//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora