La primera de aquellas es un desamor. Uno muy particular, uno que tenía el final ya dictado, pero que dolió de la misma manera o incluso más a que si no hubiese sabido su desenlace.
Era una tarde de otoño, las hojas caían y las nubes tomaban ese característico color de la estación mientras hermosos atardeceres se pintaban en el cielo como si fuese el lienzo de un artista. Me senté para contemplar aquella escena y retratarla en unos de mis cuadernos de dibujo; y al mismo tiempo que perdía el aliento por la preciosidad de lo que estaba observando. Era un espectáculo.
De un momento a otro, de manera casi efímera, pasó con sutil elegancia la persona que me destrozaría una y mil veces el corazón: Marco. Todo en él era perfecto, reflejaba una ternura pese a esos rasgos fuertes de su cara. Me vi enamorada al instante.
En ese tiempo, yo era valiente, era una parte de mí - la que justamente perdí- y no dude en hablarle. Si tan solo hubiese sabido lo que vendría después, al menos lo habría pensado un segundo más
Aquella conversación fue sugerente, fue una sinfonía de frecuencias: como una orquesta.
Reunirnos a contemplar la belleza de los atardeceres se hizo rutina por los siguientes meses. Honestamente me sentía como si hubiese encontrado oro, estaba dispuesta siempre a entregar todo de mí, incluso más de lo que destinaba a mi ser en ese entonces. Con él a su lado, perdía la noción del tiempo y además perdía la noción de mi existencia.
Con el pasar de los meses el agotamiento fue evidente, los atardeceres ya no solían ser hermosos a mis ojos. Estaba perdiendo el color de la vida. La situación ya no daba para más, y un día aquella Helena osada y valiente recibió la primera puñalada que marcaría el inicio de su ida.
Marco justamente no era para mí, era un hombre comprometido con metas muy distintas entre ambos; con miradas de la vida absolutamente contrarias. Todo apuntaba a un fracaso amoroso.
Y lo que estaba dictado a pasar, pero no quería aceptar: pasó. Él confesó que en su corazón y en su mente solo vivirá una persona; que en todo este tiempo nunca sintió nada hacia mí, y que simplemente fui su pasatiempo, o más bien, su persona rellena vacíos.
La Helena osada, con el pasar de los días, se derrumbaba poco a poco; y es que la verdad no era justo. Yo había entregado todo de mí, desde mi calma hasta mi tempestad y eso fue lo que recibí a cambio: NADA
Aquel día lo conozco como el día de la despedida, y es que muchas personas se fueron aquella tarde del mes de mayo. La Helena valiente comenzaba un viaje sin boleto de regreso, y en cuanto a Marco, decidí que para volver a enamorarme: ese día tocaba despedirnosHasta ahora la herida que dejó Marco aún duele pues no puedo creer como a pesar de todo, fui capaz de dañarme, abandonarme y por si fuera poco, no hice nada para remediarlo
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#1
Short Story#1 es el reflejo de mi historia, de mi identidad y, por sobre todo, de mis procesos. Es un intento de representar mi historia mediante un tercero, es un intento de querer ver mi historia desde fuera. Helena es una persona que ha tenido que pasar p...