𝘱𝘰𝘴𝘴𝘦𝘴𝘴𝘪𝘷𝘦; 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘢𝘣𝘰 & 𝘷𝘰𝘭𝘬𝘢𝘤𝘪𝘰

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—Ay, pero te lo digo en serio, es un bombón, que me lo como a besos—Paola hablaba sin descaro en la cafetería de comisaría junto a Moussa, se le veía animada—Es obvio que él me quiere, si hasta se pone nerviosito cuando estoy cerca.

Conway, quien tranquilamente estaba sentado detrás de ellos, simplemente no podía aguantar más esta escena, de los pocos momentos libres que tiene y esta chica con su voz chirriante no deja de parlatear como puberta hormonal.

—¡Agente Paola!—Se levanta a la par que golpea con las palmas de sus manos sobre la mesa, provocando que los dos amigos se sobresaltaran, la chica traga duro antes de contestar.

—D-dígame, Superintendente...

—¿Terminó el papeleo acerca del historial de Trujillo San que le encargué esta mañana?—Sonaba intimidante, hasta Moussa quería huir del lugar.

—Eh... n-no, yo-yo estoy en mi descanso, Superintendente.

—¡Aaaahhh!—Suelta sarcástico—En ese caso no debo molestarla agente Paola, debe estar tan cansada...—La pelirrosa asiente con una sonrisa—... ¡De no hacer una puta mierda desde que pisó esta comisaría! ¡Capulla!—En ese momento su sonrisa se borró, quedando con expresión de miedo, el comisario Volkov entra caminando hacia Conway—En ningún momento de tu miserable vida te concedí un puto descanso, ¡mueve el culo si no quieres que te despida, inservible de mierda!

—Por favor Conway, tranquilidad—Le relaja su comisario y Paola le sonríe—Que es nueva...

—No vas a decirme cómo hacer mi trabajo. Y tú, jodida Lavagirl versión pirata, pírate, que no quiero verte hacer la gilipollas de nuevo—Sale corriendo dejando a su amigo viéndole paralizado—¿Y tú que coño ves? Si no quieres ser despedido te recomiendo que vayas tras ella, de inmediato—Moussa hace caso, quedando únicamente Jack junto a Víktor.

El mayor suspira dejándose caer sobre el asiento de aquella mesa, encendiendo un cigarrillo.

—¿Día duro?—Se sienta frente a él—Te he visto más agresivo de lo normal.

—¿Tienes algo con la argentina?—Le evade.

—No señor, ¿por qué?

—Me tiene hasta la punta del cipote, todo el día hablando de ti. Ay Volkov esto, Volkov aquello—Imita su voz provocando una risa en el contrario.

—Bueno... es verdad que coquetea conmigo, pero no tengo tiempo para esas cosas, y lo sabes—Su superior bufa dándole una calada al cigarro.

—¿No estás de servicio?—Apunta a sus fachas informales.

—Sólo he venido a entregar papeleo, dentro de poco me voy, sólo quería ver cómo estabas.

—Ah estoy de puta madre, sin contar la escenita que estaba armando tu novia, patética. El amor no es más que una gilipollez, pérdida de tiempo—Escupe con asco.

—Ya... Conway, ¿ha bebido?—Pronuncia burlón.

—Vete a la mierda—Ríe.

—¿Ya saben qué harán acerca de la fiestita esa del bar negro? ¿Van a intervenir este mes?

—Qué va... siempre es lo mismo. No sé de dónde sacan la fucking manera de salvarse todas las veces que vamos a "hacer chequeo", no podemos simplemente irrumpir en el lugar sin tener registros sólidos de que cometen ilegalidades, ya sabes. Necesitamos chivatos pero al momento de intentar conseguir uno, ninguno cede.

—Pueden intentar que alguien se cuele al lugar, ¿no?

—Es que a ti no te ha tocado este caso, por eso no te enteras una mierda pero, sólo pueden entrar con invitación, y los únicos que pueden darlas son los primos García; Rogelio y Segismundo, hijos de puta—Expresaba con rabia, a pesar de los chicos ser jóvenes, eran jodidamente buenos en lo que hacían, por eso se salvaban de todo, sin excepción. Volkov traga con dificultad, intentando que no se le notara el sudor de nervios.