Esto se está siendo eterno, me estoy aburriendo de esperar.
—Ya han pasado 30 minutos ¿Vamos?—acepté.
Encendió el auto y arrancó, no estábamos tan lejos de la casa. Íbamos llegando, pero nos detuvimos.
—Los padres de Brisa—señaló, salían de la casa y se subieron a un auto color azul estacionado fuera.
—Unas ganas de partirles la cara—son unos hijos de re mil puta.
—Créeme que yo igual quiero hacerlo—reímos.
Se estacionó en el mismo lugar donde estaba el anterior auto.
—¿Lista?—asentí.
Bajamos del auto, caminamos hasta la puerta, Martina tocó el timbre. Sentía mi estómago revuelto de los nervios.
—Amor—dijo Luli besando a Marti.
¿Por qué no puedo estar así con Brisa?
—Hola Angie—saludó con un beso en la mejilla.
—¿Está Brisa?—pregunté.
—Sí, pero saldrá con Chopa—respondió—está en mi habitación, anda.
—Nosotras nos vamos, cualquier cosa me mandas un mensaje o me llamas—me despedí de las chicas.
Subí las escaleras para ir a la habitación de Luli, seguramente Chopa la vendría a buscar así que tendré que ser rápida. Me encontraba frente a la puerta, solo tenía que abrirla.
¿Saldré herida?
Toqué la puerta, esperando respuesta para entrar.
—Pase—oí su voz.
Entré
Estaba de espaldas mirándose en el espejo, comprobando si se veía bien.
—Te ves hermosa—al escucharme se volteó rápidamente.
—¿Qué haces aquí? No te quiero ver—aún sigue enojada.
—Solo quiero arreglar las cosas, Brisa—-dije con sinceridad—hablemos—pedí.
—Ahora saldré—me ignoró.
Me acerqué a ella, sentí lo tensa que se puso al poner mi mano sobre su cintura.
—Angie, basta—no hizo nada para alejarse de mi.
—Sé que solo estás con ella por tus padres, no la quieres...Déjame hacerte realmente feliz, por favor.
Me acerqué aún más a ella, juntando nuestras frentes y lo hice, la besé, como nunca antes había besado. Un beso necesitado, lleno de deseo.