Me alegra el hecho de que todo haya salido bien, pero me da ansiedad pensar que todo se vaya a la mierda.
Quería caminar y pensar en lo que pasó en la habitación,no han pasado ni 10 minutos de lo sucedido y quiero que se vuelva a repetir.
Después de 20 minutos por fin llegué al departamento. Al entrar vi a Micaela sentada en el sillón con las piernas cruzadas mirando televisión.
—Apareciste—dijo despegando la vista del televisor—¿dónde estabas?—
preguntó.
—En la casa de Martina—no le diría que estaba con Brisa porque haría que dudara de ella diciéndome cosas hirientes.
No respondió.
Fui a mi habitación, me cambié de ropa y al sacarme el pantalón cayó el papel que Brisa me entregó.
Agarré el papel y decidí leer la nota, no sé con que me iré a encontrar en la nota, pero ya es pasado y por ahora solo me importa el presente y el futuro.
Lo desdoblé y comencé a leer.
Angie, primero que todo lo siento.
Lo siento por haberlo hecho,pero es que no podía más.
Lo siento no haber hablado las cosas antes contigo.
Lo siento por no estar ahí cuando despiertes.
Lo siento por seguir estropeada.
Lo siento porque en lo poco que te conozco he sentido cosas inexplicables por ti, no quería perderte, pero así fue,te perdí. No quiero que te sientas culpable después de leer esto.
Lo siento, lo siento,lo siento.
Te quiero y siempre te voy a querer. En esta vida no se nos dio, pero puede que en otra sí.
Brisa.
Las lagrima caían por mis ojos sin parar, di vuelta el papel para encontrar más, y encontré su número telefónico. Sonreí al verlo. Cogí mi celular, le iba a enviar un mensaje, pero debe estar con Chopa,bse lo enviaría en la noche.
—¿Angie?—Micaela tocaba la puerta para poder entrar a mi habitación.
—Pasa—limpié mis lágrimas para que no sospeche.
—Quiero hablar contigo—podía notar lo nerviosa que estaba.
—¿Sobre qué?—pregunté, sinceramente no quiero hablar con ella.
—Sobre Brisa, ella no...—la interrumpí.
—Si me vas a decir que ella no es buena para mi, puedes irte bien a la mierda...estoy cansada de que siempre me digas lo mismo y no entiendo porqué lo haces—me sinceré.
—Porque quiero lo mejor para ti—se quedó mirándome fijamente.
—Lo mejor es que salgas de mi habitación—salió de la habitación dando un portazo.
