_________________
Desperté tras el fuerte dolor que producía mi cabeza, era un dolor leve pero persistente, traté de tocar mi cien más se me hizo imposible, mis manos estaban atadas la una con la otra. Empecé a asustarme ¿Qué había pasado? Mi mente estaba como en un ligero estado de inconciencia. Traté de abrir mis ojos, pero no vi nada estaban cubiertos por una manta que cubría mi rostro dejándome apenas respirar, entonces recordé todo...
Estaba caminando por las solitarias calles de mi ciudad de regreso a mi hogar, cuando unas manos grotescas y fuertes me sujetaron de la cintura y me hicieron subir a la fuerza a una especie de camioneta. Grité, pero colocaron una máscara mojada en mi nariz que me hizo quedar inconsciente y desperté aquí.
Ahora mismo me estoy imaginando lo peor, siento como el miedo se esparce por todo mi cuerpo como hormigueos, mi corazón bombardea ¡Esto no es real! ¡Esto no me pudo pasar a mí! repetía para mí misma mientras trataba de deshacerme de los nudos en mis manos desesperadamente. Estaba soltando pequeñas lágrimas de impotencia tras no poder lograrlo.
—¡Pero sí que son un par de imbéciles! —Se escucha una voz y me detengo — ¿A quién jodidos se le ocurrió encerrarla aquí? — Discute la persona afuera con otra. Mi cuerpo tiembla al mismo momento en que escucho como se abre una puerta que parece ya estar algo vieja por el rechinido que hace, unas pisadas se van acercando a donde estoy sentada y me quedo quieta más mi cuerpo no para de temblar, mi miedo se hace más enfermizo.
— Miren como la tienen— Siento como su mano da caricias a mi cabello acomodándolo hacia atrás de mi ojera, sollozo despacio ¡tengo miedo! — ¡Ya, ya! todo estará bien...— Quita de apoco la manta que cubría mis ojos, los abrí lentamente dejándome ver a tres hombres en el cuarto oscuro en el que estaba dos de ellos con armas colgando a sus pantalones y el que tenía enfrente de mi viéndome tiernamente, mejor vestido con un traje formal azul sin corbata y con chinos alrededor de su cara, me sonreía con ternura, y su mirada hacia mí era demasiado desconcertante.
—Tranquila pequeña, pronto nos iremos de aquí ¿De acuerdo? — Asentí con los ojos llorosos, mientras él se aproximaba a tomar mis muñecas y las desataba con una pequeña navaja iba cortando los lazos, quedaban algunas marcadas en mi piel por la fuerza en que eran oprimidas.
Una vez termino tiro de mi cuerpo para levantarme y sujetarme de la cintura, mis pies estaban temblorosos, había estado mucho tiempo ahí tirada y me encontraba algo débil. El comenzó a caminar conmigo rumbo a la salida, cuando salimos la luz del sol lastimo mis ojos, su mano seguía firme sujetándome por la cintura. Rápidamente mi cerebro empezó a crear formas de escapar, podría golpearlo ahora mismo y salir corriendo por la carretera, pero descarte esa posibilidad, no había ningún automóvil por ningún lado y el lugar estaba desierto, no había más que arboles alrededor de esta bodega en la que me encontraba.
—Sube al auto pequeña Lana— ¿Lana? ese no es mi nombre soy vallolet una pizca de esperanza se alojó en mi ser, quizá se confundió
— Vamos que no tengo todo el día — Dijo ya algo impaciente al ver mi lenta repuesta a su petición. Su voz era algo dulce, para su aspecto, me hizo entrar en un auto negro muy lujoso, coloco el cinturón de seguridad alrededor de mí y acerco su rostro al mío plantando un pequeño beso en mi frente lo cual me causó sorpresa y algo de miedo, después cerró la puerta y cruzo hasta llegar al otro lado, subió y coloco su cinturón de seguridad para después encender el auto.
—¿Quién eres tú? — Hable por primera vez sacando valentía para enfrentar al tipo que tenía alado mío. El me miro unos segundos y tomo mi mano juntándola con la suya que estaba llena de anillos.
—Punto número uno Lana...
—¡Mi nombre no es Lana! —Grite enojada aventando su mano lejos de la mía, este estúpido me está confundiendo con otra persona. Tarde me arrepentí, ya que en un movimiento rápido sentí como sujeto mi cabello con fuerza en su dirección asiendo jadear de dolor.
—¡Jamás me levantes la voz! Desde ahora tú eres mía, mi pequeña Lana, ese es el nombre que usaras de ahora en adelante ¿Entendiste?... —Alzo una ceja en forma amenazadora y yo asentí con mis ojos empañados de lágrimas, me dejo al fin y busco algo entre los bolsillos de su traje, saco un pañuelo blanco y se acercó a mi rostro que por inercia retrocedí, ella tomo mi mejilla y limpio mis lágrimas con delicadeza— Empezare de nuevo... Te diré las reglas que harán que esto funcione
¿Esto? ¿A qué demonios se refiere?
—Número uno lana... Tu desde ahora me perteneces, eres mía de nadie más ¿bien? así que no podrás volver a ver a tu familia— Al escuchar esas palabras nuevamente sentí un nudo en la garganta —Segundo... tú debes dirigirte a mí con respeto, Me llamo Laura Pergolizzi mas tú debes llamarme LP
—¿LP? — Pregunte bajito mirándolo, digo mirándola detenidamente, era cierto la persona que tenía alado mío ¡Era una chica!, una chica que lucía muy masculina y varonil, eso solo me confundía mas...
—A si es, el resto de las reglas te las diré con forme pase el tiempo ¡oh mi pequeña Lana! me alegra tanto que por fin estés aquí junto a mí— Dijo después acariciando mi rostro y mirándome como si yo fuese la pieza más valiosa en el mundo.
Mi cabeza dio vueltas y pensé que quizá solo estaba teniendo una pesadilla, sin más que decir dio marcha al auto conduciendo con alta velocidad, a donde quiera que me llevase le urgía llegar, yo mire a los alrededores y no había nada que se me hiciera conocido. Condujo por unos minutos en un silencio incómodo y callado, al menos de mi parte. Hasta que se detuvo en un centro de combustible.
—Me detendré a poner combustible, no digas ni una sola palabra, hagas nada estúpido ¿sí? — Asentí— Quiero palabras lana
—¡Si!
—Si ¿Qué?
—No hare nada estúpido —Ella sonrió satisfecha y se bajó del auto, la observe alejarse y rápidamente quite el cinturón de seguridad y semi abrí la puerta, mi vista estaba fija en ella aún estaba volteada pidiendo algo en la caja.
Respire profundo y tome valor, era mi oportunidad de escapar, no sabía que intenciones tenía esta mujer conmigo, ni a donde me llevaría, así que reuní todas mis fueras y abrí la puerta para en un movimiento rápido lanzarme a correr, corrí lo más rápido que mis piernas me lo permitieron hasta la carretera, estando allí hice señas a los autos que pasaban para que alguno se detuviera y me ayudara, a este punto mis ojos estaban lagrimeando de desesperación al notar que ninguno se detenía, mire hacia atrás y LP ya venía hacia a mí, un ataque de pánico se apodero de mi empecé a llorar mientras corría y pedía que alguien se detuviese.
Mis suplicas fueron escuchadas y un tráiler se orilló donde yo estaba
—¿Chica estas bien? —Pregunto el señor
—¡Señor Por favor tiene que ayudarme hay una persona que...
—¡Lana! —Una mano me sujeto y me acerco a ella en un movimiento brusco, era ella. —Disculpe a mi hermana, no está bien de sus facultades mentales, puede seguir su camino—Dijo LP muy segura de sí misma y el señor solo asintió marchándose no muy convencido. LP me arrastro hasta el auto y me empujo con fuerza cerrando mi puerta con seguro, subió ella después y me dio una mirada llena de furia que me estremeció el alma.
—¡Grave error lana! ¡Cometiste un grave error! ¡Pudiste causarme un problema mayor! quería ser buena contigo, quería empezar bien mas no pusiste de tu parte, llegando a casa ¡te enseñare a respetar una orden mía!
__________
ESTÁS LEYENDO
Oscura Obsesión |LP| +🔞
FanficLaura Pergolizzi, una prestigiosa empresaria, ama y señora de los negocios. Tiene una vida perfecta, o eso parece, tiene lo que todo ser humano anhela, las mujeres la aman, las derrite. Los hombres la envidian. Más su radiante Luz abrumadora es apag...