Capitulo ocho

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Después de una reveladora platica donde Giyuu dejo en claro sus pensamientos y sentimientos por Tanjirou, se dispuso a trabajar hasta que termino su turno, esa noche estaba más que decidido en decirle al pelirrojo todo lo que le hacía sentir y si tenía suerte que el pequeño le correspondiera.

Esa misma noche el pelinegro llego a su apartamento y se encontró a su pequeño Dios sentado en el sofá con un pijama verde con cuadros negros jugando mario kart en su consola, ya era normal encontrar al chico jugando algún videojuego, tal parecía que le gustaban bastante. Al verlo, el azabache tuvo un recuerdo un poco divertido un día que estaba jugando un videojuego.

Flash back:

Tanjirou: Que hace Giyuu?

Giyuu: Juego un videojuego es divertido quieres jugar conmigo?

Tanjirou: No entiendo muy bien cómo funciona así que solo lo observare

Giyuu: Muy bien

Tanjirou: Eh!? Que le hace a Zeus? (Pregunta preocupado)

Giyuu: Debo matarlo para pasar al siguiente nivel

Tanjirou: (Llora)

Esa vez había tenido que quitar el juego porque el joven se sentía bastante indignado y amenazado.

Fin del flash back

Desde esa vez el mayor había evitado poner cualquier juego que involucrara Dioses para no incomodar a su pequeño, Tanjirou al notar que el mayor había regresado dejo el juego y se dirigió a él.

Tanjirou: Bienvenido (Dice feliz mientras le sonríe) como le fue hoy?

Giyuu: Hola, Me fue bien gracias por preguntar

Tanjirou: Espero que tenga hambre porque le prepare algo para cenar

Giyuu: Tu?

Tanjirou: Claro, eh visto como cocina y si usted puede hacerlo también yo

Giyuu: Y que preparaste? (Pregunta entre curioso y asustado)

Tanjirou: No tengo idea, solo mezcle un montón de ingredientes a ver que salía (Responde cruzándose de brazos)

Giyuu: Oh no...

Tanjirou: No sea tímido venga (Dicho esto jala al mayor del brazo y lo lleva a la cocina)

Giyuu: Tanjirou...

Tanjirou: Si?

Giyuu: Que le paso a la cocina?

Tanjirou: Error de novato?

Las paredes de la cocina estaban manchadas, sus utensilios de cocina tenían comida pegada, había cuchillos enterrados en la mesa y la estufa estaba incendiada, parecía más la escena de un crimen que cualquier otra cosa, pero aun así el chico parecía haberse esforzado bastante y se le veía feliz por ello, así que sin más el de cabello azabache se dispuso a comer la extraña creación del pelirrojo quien también había accedido a cenar junto a él.

Tanjirou: Que tal esta? (Pregunta emocionado con sus ojos llenos de ilusión)

Giyuu: (A medio morir de lo mal que sabía) Pues...

Tanjirou: Ay Dios mío es horrible!!! (Chilla al probar su propia creación) Perdón!!! Yo quería sorprenderlo pero hice un desastre...

Giyuu: No te preocupes, me alegra que hayas querido cocinar para mí pero no lo vuelvas a hacer si no estoy presente...

Tanjirou: Perdón...

Giyuu: No te sientas mal, si quieres te enseño a cocinar (Dice mientras acaricia los rojos cabellos del chico)

Luego de tremendo desastre Giyuu termino por preparar la cena él mismo y una vez que terminaron con ello Tanjirou le ayudo a limpiar el desastre que había en el lugar debido a su intento fallido el cual le hacía sentir muy culpable.

Giyuu: Oye Tanjirou

Tanjirou: Que pasa?

Giyuu: De donde sacaste la idea de cocinar?

Tanjirou: Estaba viendo un programa de cocina donde todos los participantes mezclan un montón de cosas y un montón de jueces les califican su creación, pero la mayoría solo destruye los sentimientos de los participantes

Giyuu: *En definitiva deberé poner unas cuantas restricciones a la televisión*

No sé si debería tratarte como una mascota, como deidad o como una potencial amenaza para el apartamento.

Tanjirou: Oiga!!!

Giyuu: No te enojes solo bromeo, como sea me iré a duchar estoy todo sucio y lleno de comida

Tanjirou: Okay lo espero

Una vez que Tomioka salió de la ducha vio al chico dormido en su cama ya que ambos dormían juntos, parecía bastante tranquilo y pacífico, el pelinegro se acostó junto a él dispuesto a dormir, porque al día siguiente seria su día libre y quería aprovechar la oportunidad para descansar un poco pero por alguna razón no lograba conciliar el sueño.

Era extraño porque usualmente solo al tocar la cama terminaba dormido y ahora resultaba que cuando quería hacerlo no podía, así que mientras le entraba un poco el sueño se giró para ver al chico que le gustaba dormir plácidamente.

El joven se veía tan tierno dormido abrazando las sabanas, vaya que en verdad le gustaba el pequeño Dios, en ese punto el chico parecía un humano cualquiera porque ya no era usual ver al joven con su cola u orejas de mapache debido a que Giyuu le reclamo en varias ocasiones que le hacían sentir un poco incómodo, su piel era bastante pálida y lisa, sus labios tan rosados y tentadores, Tomioka recordó la primera vez cuando el pelirrojo se transformó en humano y estaba desnudo y la vez que lo beso jugando con los pockys, eso hizo que el pelinegro comenzara a entrar en calor, a pesar de que el ojiazul trato de calmar su mente termino teniendo una erección.

Giyuu: *Joder soy un maldito pervertido* *Como me pongo duro viendo a Tanjirou dormir?*

Dispuesto a ir al baño a resolver su "Problema" el mayor observo a su compañero y una idea muy loca paso por su mente.

Giyuu: *Y si lo beso?*

Sin duda era una idea digna de un pervertido pero aun así no lo podía evitar, quería poseer al chico pero antes de eso al menos quería decirle lo que sentía por él, pero aun así su deseo de probar los labios del joven era más fuerte y eso hizo, se colocó encima de él y comenzó a besar la boca del menor, lamio su comisura y disfrutaba cada momento. Hasta que noto algo, Tanjirou estaba despierto y observaba fijamente cada movimiento que el pelinegro realizaba.

Tanjirou: Giyuu, porque? (Decía con los ojos bien abiertos) Porque me besaste? 

Conviviendo con un DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora