Lentes Con Destellos Azules.

Evaluación de desempeño

Han pasado cinco días, desde que ya no me levanto por las mañanas para ir a mis pasantías, o mejor dicho, de no ver a Jeremy. Mi mente a cada momento se preguntaba , ¿Estara pensando en mi? ¿Ya no le importo? ¿Estoy viviendo una ilusión en mi corazón?

No se pueden imaginar cuanto conté las horas y minutos para que fuera el día de la evaluación de desempeño, quería saber que cara pondría al verme de sorpresa. Por si no es obvio me fui lo más espectacular que se podía dentro de esas instalaciones.

Todo el camino hacía el lugar pensaba en sus ojos y sonrisas cuando me vieran. Mientras caminaba hacia la oficina de la superior, me di cuenta que llegué 20 minutos antes de lo acordado y Vera aún no llegaba. Todo el lugar estaba vacío, decidí esperar sentada en el lugar de estudio.

20 minutos después, decidí ir a buscarlos, pensé que tal vez estaban almorzando aún. Justo cuando estaba deslizando la puerta aparecieron Diane, Fiore y Vera, tomandome por sorpresa, tuve que volver a sentarme a esperar a la superior, esta vez junto a ellas. Pero mi corazón y mente gritaban "DÓNDE ESTÁ JEREMY"

—¿Estaban almorzando aún?—pregunté de manera curiosa a Diane y Fiore, debido a que ellas trabajaban por unas semanas más dentro del lugar.
—Sí Sid, nos tardamos más porque trabajamos media hora de más y ya habíamos tomado la del almuerzo.—respondió Fiore.
—Y... ¿Solo ustedes vinieron hoy?—volví a preguntar, necesitaba saber de su paradero.
—No, los demás se quedaron almorzando aún, están con Jeremy, pero ya venían.—esta vez respondió Diane.
—Oh, a eso se debe tanta soledad aquí—mencionó Vera, haciendo presencia. Reí.
—Hey, hey Sidney, pero que te sucedió, que hoy te veo muy radiante—dijo en voz alta y alegre Fiore. Sonreí.
—Es verdad Sid, como que te cayó un rayo de tan radiante—siguió Diane. No pude resistir y estalle en risas.
—La alegría de al fin salir de casa, aunque sea por una hora.—respondí entre risas.

Al terminar de hablar justo entraron los faltantes. Encabezando la lista Bea, seguida de Hann, Bridget y por último Jeremy, entró con un rostro serio, en ese momento no se percató de mi presencia.

Estaba buscandolo con la mirada pero él parecía no importarle ninguna de las que estábamos ahí.

—Podrías guardar mi bolso en esa gaveta.—escuché que le decía Jeremy a alguien entre nosotros pero bajé la mirada triste.
—Hola Sidney, no te había visto.— levanté la mirada hacia Bea, quién al fin me notó al fondo de la mesa. Nuevamente lo busqué con la mirada. Estaba justo entregando el bolso a Bea, sus ojos eran un poema. Estaba sorprendido, hizo una media sonrisa y se fue rápido.

Mi corazón se puso a un millón por hora, las chicas se quedaron con nosotros, para mi desgracia "había poco trabajo" entonces todos esperaban a la Jefa para que los dejará ir a sus casas y a nosotras la evaluación. Esperamos media hora, y decidí entrar a los cubículos para preguntar a qué hora llegaría ella. Justo me recibió la superior que era gruñona.

—Hola Sidney, ¿Cómo estás? ¿Porqué estás aquí?—preguntó con curiosidad la superior.
—Es que... La Jefa nos ha pedido venir para nuestra evaluación, se supone vendría hacia media hora. —respondí nerviosa.
—¿Evaluación? ¿Ella les ha dicho eso? No estaba enterada de algo así. Mejor esperen por ella, pronto estará aquí.—respondió imponente.
—Está bien Superior, muchas gracias—respondí, pero detrás de ella buscaba a través del cristal de las paredes a Jeremy. Lo miré conversando con Han, Bridgey y Bea. Me marché de regreso a la oficina de estudio.
A mi parecer fueron cinco minutos o menos, la Jefa llegó.

—Hola, estamos aquí para la evaluación de desempeño. — respondimos Vera y yo al mismo tiempo, mientras entrábamos a su oficina.
—¿Evaluación? Chicas, no me van a creer pero, lo olvidé.—dijo riendo, y comenzó a explicarnos todo lo que le había sucedido, y que no habría problema.
Pero, la verdad es que yo no escuché nada de lo que decía porque justo en la oficina de ella, la parte trasera y lateral era de cristal, Jeremy apareció guardando los materiales y apagando las luces, la rutina que se hace antes de la hora de salida, cuando notó desde atrás que lo observaba se detuvo y me hizo señas de saludos, mientras me sonreía, por estar haciendo esto no se dio cuenta que abrió mal puerta, en vez de dar pull, dio push y se golpeo con ella. Yo contuve la risa porque recordé que seguía en la oficina de la Jefa, supuestamente escuchando lo que hablaba.
—No se preocupen chicas, ustedes ya están evaluadas, solo escriban acá su contacto para llamarlas.—justo la parte final escuché, mientras sonreía por lo reciente.

Al entrar a la sala de estudio, todos mis compañeros estaban con sus bolsos puestos, ya era la hora de salida. Y yo no había ni siquiera saludado a Jeremy, otra vez volví a sentirme como una tonta ilusionada.
Todos estaban despidiéndose y cuando lo vi a él, no dejaba de sonreir y agitar su mano hacia mi, lo hizo mientras los demás ya no le prestaban atención.

Durante mi camina a casa, volví a caer en la realidad, que estos sentimientos no eran correspondidos, que yo sola me hacia ilusiones, que todo seguro lo malinterprete, todo estaba en mi mente. El lado bueno es que nunca le demostre estos sentimientos tontos.
Supongo que está vez si es la última que lo veré.