Última semana

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El fin de semana previo a terminar las pasantías, planeamos pasar el día en casa de Vera, ya que teníamos mucho de no ver a nuestra amiga Kate. Estuvimos cocinando, riendo y hablando acerca de nuestra estadía en el lugar de prácticas, y no sé, ni cómo, ni cuando, Vera mencionó a Jeremy.

—Existen cuatro superiores, tres chicas y un chico, la jefa del lugar casi nunca está, la otra es un ángel nos trata con tanta amabilidad y confianza, es con quién más nos dirigimos, ¿Verdad Sidney?—me estaba quedando dormida, después de haber comido como si no hubiera un mañana, sólo asentí en señal de afirmación, y volví a cerrar los ojos.

—También está uno que al principio nos trataba arrogante y nos ignoraba, con decirte que un día le preguntamos que queríamos ayudar y sabes lo que nos dijo el muy cenutrio.

<<Vera se dirige a él.—Mire,¿Guardarán esos materiales? Es para hacerlo nosotras.—él se voltea ligeramente mirándola—Sí—respondió más seco que el desierto del Sáhara, yo me acerco a escuchar más de cerca y Vera responde—Entonces..., ¿Los podemos guardar?— él se acerca a nosotras y con los ojos fulminantes nos dijo aquellas palabras que hasta el día de hoy me hacen reír al recordarlas  —Si quieren y si pueden háganlo.—se dio la vuelta dejándonos indignadas.>>

Kate casi se ahoga de la risa al escuchar el relato.—Que hombre más antipático, ¡Dios, no! Lo lamento por ustedes que lo tienen que soportar.
Yo abrí los ojos y me puse a reír diciendo —Pero eso fue los primeros días, ahora ya se ha vuelto más amigable con nosotros, sólo es siempre Ava que prácticamente es su garrapata todos los días, pobre hombre— reí—Pero él es casado, ¿no?—replica Kate, antes de poder contestar, respondió Vera—Sí, yo lo busqué en Facebook un día que estaba con Diane y tiene muchas fotos junto a su esposa. ¿Quieres verlo?.—yo sólo me acerque en silencio a observar, mientras ellas miraban su perfil de Facebook.

Al siguiente dia, el tan esperado lunes que tanto anhele hace dos semanas, al fin había llegado. Entre como de costumbre a los cubículos de trabajos, en esa semana habían algunas noticias buenas, una de las superiores a la que todas le temiamos, tenía toda la semana libre, las otras dos solo permanecían una parte del día y nos dejaban solas a cargo de Jeremy.

En esos días, todas las chicas estaban al borde de la alegría por el estreno de una serie en netflix. Diane siempre llevaba capítulos descargados para poder verlos junto a Vera, pero otras de las chicas también se acercaban a la zona de delirio.

Mientras todas estaban tan sumergidas en esos temas, notaba como Jeremy buscaba la manera de tener momentos a solas para conversar conmigo. Pero sí, como lo pueden imaginar, Ava, siempre lo impedía. Así transcurrieron los primeros dos días de la última semana que no quería llegara a su fin.

Cuando al fin llegó el día crucial, miércoles, donde todos los astros y planetas del universo se pusieron de mi parte. Porque todas las chicas se fueron al cubículo de descanso ya que no había trabajo por hacer, sólo esperar la hora de salida. Lo mejor de todo, Ava estaba obligadamente trabajando con la jefa. Justo en ese momento me percaté que yo estaba sola, lo busqué con la mirada pero no lo encontré, por lo que decidí ir a sentarme en el último cubículo a garabatear en mi libreta, cuando menos lo esperé él se acercó a mi.

—Entonces Sidney— levanté la mirada y sonreí— Entonces, ¿Qué sucede?— lo observaba sin levantar la mirada completamente, él se acomodó en el mesón que estaba justo a mi lado— ¿Qué te ha parecido las pasantías acá?¿Te han gustado?— respondí de inmediato sin pensarlo.— Siendo honesta, la verdad es que sí, me han encantado, todo acerca de ellas, hubiera sido una decepción si me quitaban esta pasantía.— él preguntó de inmediato— ¿Quién te las iba quitar?
— Se supone estas serían mis segundas pasantías, pero debido a inconvenientes en aquellos tiempos que iniciamos yo las perdí y ahora es cuando las pude reponer—él me miraba atento a mi respuesta y sonrío—Me da mucho gusto que las hayas perdido entonces, porque eso significa que no te hubiera conocido en aquel tiempo.— su respuesta me tomó por sorpresa y solo sonreí, baje la mirada esperando no sonrojarme, por lo que preferí responder de manera burlesca— Por supuesto, sino no hubiera tenido el privilegio de conocerme—él soltó una pequeña risa y refutó— Mejor dicho, tú no hubieras el tenido el privilegio.—ambos reímos y nos quedamos viendo por unos segundos, hasta que preguntó.— Sidney... ¿Tú, tienes novio?— wow, eso si que no vi venir—No, no tengo—respondí sin ningún tipo de sensación— Pero has tenido, ¿verdad?— que me creía monja o acaso una mentirosa—Claro que sí, solo he tenido una relación formal en toda mi vida, pero no funcionó.—respondí directa y precisa, justo en ese momento apareció Ava garrapata, tanto Jeremy como yo hicimos un gesto de cansancio al verla. —Hola Jeremy, ¿Qué haces?— había olvidado mencionar que ella siempre se dirige a él como si fuera su amigo casual. Él le respondió que no hacía nada, y siguió la conversación conmigo, esperando seguramente que ella se fuera. Pero todos sabemos el mecanismo de las garrapatas, una vez que encuentran una piel donde chupar sangre ahí quedarán incrustadas.

Él prosiguió—Entonces Sidney, sólo has tenido una relación, y ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?—antes de responder, Acá interviene— Sid, están hablando de ¿Chuck?.—juro que en ese momento sólo quería estamparle mi lapicero en los ojos, pero con mi mejor cara respondí—Sí— ella vuelve a intervenir—La verdad es que no sé que le viste a él Sid.— Ni yo lo sé, Ava.
— Así que, ¿Chuck?, así se llamaba tu ex Sidney.— Jeremy preguntó muy curioso, como si estuviera pensando en...—¿Era de tu grupo de carrera, en la Universidad?—preguntó rápidamente, ignorando completamente lo que tuviera para decir Ava y sacándome de mis pensamientos. Justo cuando iba responder, Ava lo hizó— No Jeremy, era de la misma carrera pero iba en años superiores. — Así que era mayor que tú.— dijo Jeremy mirándome. Yo sólo asentí, a fin de cuentas, Ava siempre respondía sin dejarme hablar.
—No sé porque se me hace conocido ese Chuck, ¿Cuántos años tiene?—seguía observandolo sospechosamente curioso—Creo que es de su misma edad.— respondí sin querer dar muchos indicios de mis relaciones pasadas, después de como Ava lo expuso sin siquiera pensar—Sabes, yo creo que sí lo conozco, íbamos en el mismo año, sólo que en diferentes carreras, pero estoy seguro que sí lo conozco.— ya no sabía ni que responder, lo menos que quería era que mencionaran a Chuck, por favor, no me interesaba en lo más mínimo su existencia. Ava intervino para volver la atención a ella y comenzó a hablar acerca del matrimonio e hijos, por primera vez agradecí a su maldita lengua e impertinencia.

Volví mi vista a mi reloj, para ver cuanto faltaba para irnos, pero Jeremy parecía no prestarle atención a Ava, sino que me miraba a mi.
—Sidney, ¿Cuánto tiempo estuviste en esa relación?— y de nuevo con esa pregunta, pude observar como Ava se puso seria al ver que él no le prestaba atención.
—Casi cuatro años—respondí sin interés. Pude notar el gran asombro en su cara con esa tan esperada respuesta—Wow, eso es bastante tiempo, prácticamente casi toda la Universidad.—Sí.—respondí, Ava quiso volver a interrumpir pero Jeremy fue más rápido— ¿Porqué terminaron Sidney?— en serio, quería saber todo eso, Dios mío, llévame, por favor— Porque me engañó, por eso terminamos, porque me puso unos cuernos de aquí hasta el continente asiático.—él sonrío con mi respuesta, pero no dijo nada más.

Me percaté que Ava había desaparecido, pero a como se esfumó, reapareció a los segundos casi gritando: "ES HORA DE SALIDA SIDNEY, VAMOS LAS CHICAS ESTÁN ESPERANDO". Le respondí que ya las alcanzaba, comencé a guardar mis lápices y libreta, no quería mirar a los ojos a Jeremy. Cuándo estaba por irme a mis espaldas escucho:

—Voy a averiguar acerca de ese Chuck, con sus ex compañeros de clases.—me di vuelta inmediatamente—¿Para qué lo va a hacer?—dije elevando un poco la voz— Para saber de ti, ¿Porqué? Tienes miedo de que descubra algo que no quieres.—reí en su cara, no me había dado cuenta que estábamos muy cerca, me aleje y apretando mi libreta dije: —Pregunte lo que quiera, no me importa, adiós. Mientras caminaba logré escuchar una pequeña risa. Esa risa tan armoniosa para mis oídos.

Lentes Con Destellos Azules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora