Me fui en busca de Marcus, para empezar no sabía en qué habitación estaba, así que, decidí pasear un momento para despejar mi mente. Tenía que tener bien claro lo que le iba a decir, era mi mejor amigo tal vez me comprendería, pero ¿y qué tal si no me entiende? . Un montón de imágenes se me vino a la mente.
Flashback
-por favor Marcus, detente.- Marcus me estaba haciendo cosquillas y no me dejaba respirar, intente liberarme pero no tenía fuerzas.
- di que soy tu más inteligente que tu y te soltare.
-ni.. en…tu sueños.- me quedaba sin aire mi debilidad mas fuerte eran las cosquillas.
-dilo, por mi.- dijo deteniéndose y haciendo puchero se veía tan tierno, no podía resistirme a esa carita.
-ok. Tú ganas, Marcus eres más inteligente que yo, pero a la vez el más imbécil.- no pude evitarlo y solté una carcajada, que parecí contagiosa ya que Marcus se reía conmigo.
-tengo que decirte algo Leah.-dijo esta vez en un tono serio.
-¿Qué pasa?
-bueno, mi madre consiguió una oferta de trabajo en Francia así que nos mudaremos. Mi padre también consiguió trabajo así que en una semana me voy.
-¿Qué?!!!!!.- me sobresalte, no era posible, el no se podía ir, tenía que ser una broma.- por favor Marcus dime que es una broma.
-eso quisiera Leah, Vanesa quería que te dé yo la noticia, le es imposible hablar del tema.- sin darme cuenta empecé a llorar ellos son lo más importante en mi vida y ahora los estoy perdiendo.
-no llores, Leah no es el fin del mundo, solo me mudare de país, seguiremos siendo amigos.- me abrazo fuertemente, de alguna manera el sabia como aliviarme en los momentos más difíciles, después de lo que paso con mi madre él y su familia siempre estuvieron conmigo.
-hagamos esto.- me miro a los ojos y me saco las lagrimas de los ojos.
-¿Qué cosa?
-hagamos una promesa, no importa que nos pase siempre seremos mejores amigos.
- lo prometo.- y en eso saco una caja de su bolcillo.
-toma para que me recuerdes aunque estemos lejos.- lo abrí era una pulsera con una “M”, me encanto era muy linda.
-atrás esta la fecha en la que nos hicimos amigos, yo tengo una “L” como llavero.
Fin del flashblack
Tenía diez la última vez que lo vi aunque no lo crean uso esa pulsera todos los días casi nunca me la quitaba, me hacia recordar mi pasado, en esos momento yo era feliz y ahora me doy cuenta que no soy feliz con todo esto. “jamás pensé verte así” esas palabras daban vueltas a mi cabeza, sentí que yo había roto mi promesa, pero estaba dispuesta a recuperar a mi amigo no importa lo que los demás digan.
Para mi sorpresa termine caminando hacia la cafetería, tenía hambre. Me compre una donut y un jugo de frutilla, me senté en un mesa y entonces veo que Marcus entra a la cafetería, sin pensarlo dos veces fui hacia él.
-Marcus, necesito hablar contigo.- me miro con confusión y alzo una ceja.
-¿yo?, ¿Por qué? ¿Acaso soy popular para que me hables?.- estaba enojado se veía en sus ojos estaban más azules que nunca y me puse nerviosa.
-Marcus lo siento, de verdad, no quería hablarte así, solo si me escucharas unos minutos no te pido mas, si quieres después de esto no nos volvemos a hablar, tú decides.- me sonrió mostrando todos sus dientes y miro hacia mi muñeca.
- veo que la sigues usando.-y el saco su llavero mostrándome la “L”.
-nunca me la quite, y entonces……..
-entonces………..te perdono. Pero me debes una explicación.
-claro.- nos sentamos en mi mesa y le explique todo, fue más fácil de lo que pensé.
-¿no crees que sería mejor si actuaras normal? Me refiero a que si actúas así todo el tiempo, debe ser agotador, tú no eres así y me gustaría ver a la verdadera Leah.
-ese es el problema ya te explique por qué lo hago no soportaría ser humillada y marginada además con el tiempo te acostumbras.
-¿y no te molesta hablar conmigo? Es decir no soy popular.- dijo mediante una risa no pude evitar reírme.
-no. Eres mi mejor amigo y eso nadie lo puedo cambiar, además creo que te harás popular rápido, todas las animadoras hablando ti todo el tiempo.- el soltó una carcajada. Nos levantamos de la mesa y me dijo que si yo le podía mostrar el internado y yo acepte.
Recorrimos todo el internado hasta dar con el jardín era mi lugar favorito me la pasaba dibujando aquí era muy agradable. Después de eso cada uno nos dirigimos a nuestra habitación y en eso me llega un mensaje de julia, diciendo que quería verme ahora mismo. Camine sin prestar atención estaba muy distraída hasta que me choque con algo. No, no era algo, sino alguien.
-¿Leah?¿eres tú?.- me quede en shock, no lo podía creer.
-¿Elías?- dije casi como un susurro, pero al parecer me escucho.
-el mismo….-dijo, Mierda, por dios que me parta un rayo. Esto tenía que ser una broma………..