Las cenas navideñas tendrían que ser algo agradable, una noche digna de una película, o al menos una buena comida junto a personas con las que se tenga muchas cosas que compartir y agradecer... y la de este año, no fue la excepción.
Mi cena de navidad de este año posiblemente entró entre las más interesantes de todas las que había tenido en mi vida. Observé a mi tío y mi abuela a mi lado, a sus dos amigas del cricket, la familia de una de estas frente a nosotros, y una conversación sobre el futuro que me tenía sin cuidado. Aunque, al menos, Jonah se veía casi tan incómodo como yo.
—Cuéntanos como va ese negocio del que tu madre tanto nos ha hablado —lo animó Ivonne, y todos los presentes lo observaron con interés.
Jonah tomó un sorbo de su copa de champán y se acomodó mejor en su silla observándonos de vuelta.
—Bueno, mi idea principal era abrir una librería, pero uno de mis antiguos compañeros de la universidad se interesó en el proyecto, y pensamos que podríamos ser un poco más ambiciosos. Así que estamos trabajando en abrir una editorial. Será pequeña, queremos enfocarnos en autores nuevos y con menores oportunidades.
— ¿Por qué una editorial? —preguntó Hoz mientras masticaba lentamente.
—Es una industria prometedora, además mi amigo tiene más experiencia en este tipo de mercados que yo, y según entendí, la alcaldía de Night Hill tiene un plan de reactivación económica, y promover una fuente de empleo siempre es buen negocio.
Me impresioné al escucharlo hablar como el adulto que ahora era, aunque en mi cabeza seguía teniendo la imagen del Jonah patán y arrogante de la escuela; sin embargo, ver al nuevo Jonah sin duda era una sorpresa bastante positiva.
Luego de su explicación, la cena comenzó a avanzar velozmente, lo cual agradecí mucho, y en el momento en que esta terminó, cada persona comenzó a abandonar el comedor para dirigirse a su respectivo dormitorio.
No me quejaba de estar ahí, habían sido, hasta el momento, unas vacaciones interesantes, pero aquel era un momento perfecto para admitir que extrañaba mi hogar. Extrañaba St. Clair, pero también extrañaba Night Hill. Extrañaba el viento en mi rostro al salir por las tardes y ver los arboles repletos de hojas. Y, aunque la nieve fuese lo único que divisaba detrás de mi ventana ahora, no quise decir que no lo estuviese disfrutando.
— ¿Te gustaría volver? —la voz baja de Jonah detrás de mi, hizo a mi corazón acelerarse de golpe.
Observé sobre mi hombro la puerta de mi habitación y lo miré aún con mi pobre corazón acelerado.
— ¿Al lago? —pregunté, girándome por completo, acercándome a la puerta que él cerró detrás de si mismo.
—Sí, aunque si lo pensamos mejor, no me quiero imaginar el frío que ha de estar haciendo afuera en este momento.
— ¿Qué no hace frío siempre?
—Cierto, pero por naturaleza, la temperatura suele descender más en las noches.
Era cierto que la nieve se sentía cada vez más fría, pero mis ganas de saber los secretos que escondía el diario de Phillip eran mucho más grandes que la importancia de tener nervios y circulación normal.
Era navidad, y yo no tenía sueño. De niña me gustaba ir a dormir temprano para que el día de navidad llegase más rápido, pero esta vez, algo me lo impedía.
Todas las teorías que mi mente estaba creando con respecto a lo que había leído en el diario me tenían con la mente muy activa. Quería saber que sucedió con Phillip y Olive, ¿él le habría dicho lo que sentía por ella? ¿Acaso ella sentiría lo mismo por él? Y si esto último fuese cierto, ¿por qué ella nunca lo buscó? ¿Acaso terminarían juntos al final de todo? ¿Se animaría Phillip a decirle lo que sentía en algún momento?
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El Corazón de Phillip
Short StoryAstrid y Jonah no tenían absolutamente nada en común, al principio con mucha dificultad se toleraban, pero todo llegó a ser distinto entre los dos desde el día en que encontraron aquella vieja caja abandonada cerca del lago en el bosque de Midwest...