Convivencia

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Hacía mucho que no disfruta de un momento a solas y sobre todo en un lugar que amaba, Lan Lían había crecido entre estos conejos disfrutando una infancia que a sus antecesores les fue negada.
Pero ella ya no era Lan Lían ahora era Jiang Shui y no podía darse el lujo de descansar, no cuando todo aquello por lo que luchó están al fin tomando su cause.

—Tantos conejos, pongamoslos en un palo y asemolos

Aquella voz saco a Jiang Shui de sus pensamientos, se levanto tranquilamente sosteniendo a un pequeño conejo entre sus manos mientras observaba al grupo acercarse.

—¡Está prohibido matar en El Receso de Las Nube! Hazlo callar, ahora mismo. ¡Los discípulos que leen temprano ya han venido a preguntar algunas veces! ¡Si esto sigue así, seremos regañados hasta la muerte!— Jiang Shui sonrió ante la actitud de su sobrino que por muy Lan que fuera tenia todo el carácter de su hermano

Wei Wuxian se detuvo en seco al ver quien estaba junto a Manzanita y lo conejos. Parecía que el tiempo no había afectado a la pequeña Jiang ya que se mantenía igual a la ultima vez que la vio aquella fatídica noche.

—Segunda Tía Jiang— llamaron Lan JingYi y Lan SiZhui

Caminaron rápidamente hasta donde ella están y la abrazaron.

—¿Cuando llegaste?— preguntó Lan JingYi

—Hace unos días pero he estado algo ocupada— respondió —¿Como han estado?

Los jóvenes procedieron a contarlo lo sucedido en Villa Mo y en la Montaña Dafan, una ola de miedo se instauro en ella al escuchar el encuentro de Jin ZiXun y Mo XuanYu. Ella giro la vista hacia el joven que seguía en el mismo ligar con la vista clavada en ella.

—Hola XuanYu, ¿como estas?— esto pareció sacar al Joven de su estupor.

—Eh, bien Lady Jiang, gracias por su preocupación— el sonrió nervioso pero ella parecía no notarlo así que siguió con su actuación —¿Realmente no puedo asarlos? Si los aso, ¿me echarían de la montaña?

La Jiang guardo silenció, no quería dar indicios de que sabia mas de lo que aparentaba. Sin embargo Lan JingYi  parecía perder la poca paciencia que le quedaba

—Estos son de HanGuang-Jun. Solo
ocasionalmente lo ayudamos a cuidarlos. ¡No puedes atreverte a asarlos!

Cuando Wei WuXian escuchó esto, se rió tan fuerte que casi se cayó
al suelo.

¡Qué persona tan interesante es Lan Zhan! En el pasado, ni siquiera los aceptaba cuando los entregaba gratis, pero ahora, secretamente crió a un montón. Y él dijo que no los
quería. ¿A quién estaba bromeando? Oh, por favor, apuesto a que
en realidad le gustan este tipo de cosas blancas y borrosas. HanGuang-Jun, sosteniendo un conejo mientras mantiene una cara seria. Dios mío, voy a morir... Penso pero no se atrevió a decir nada.

Sin embargo, cuando pensó en la situación de él acostado encima de
Lan WangJi anoche, su risa se detuvo abruptamente.

De repente, los anillos de la campana vinieron del lado occidental de
El Receso de La Nubes.
Estos anillos eran completamente diferentes de los que decían la
hora. Eran apresurados y violentos, como si un loco lo golpeara. Con
un cambio repentino en sus rostros, Lan JingYi y Lan SiZhui dejaron de bromear con él y corrieron hacia el timbre de inmediato. Wei WuXian sabía que algo andaba mal y lo siguió rápidamente, detrás de ellos hiba Jiang Shui con una evidente preocupación en su rostro.

El sonido provenía de una torre de vigilancia.
La torre de vigilancia se llamaba "Mingshi”. Era el edificio que la
Secta Lan usaba para convocar espíritus, con paredes hechas de un
material especial y encantamientos tallados en ellas. Cuando la campana de la torre de vigilancia comenzó a sonar por sí sola, solo significó una cosa: que un accidente sucedió a las personas que realizaban el ritual de invocación dentro.

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