Capítulo XXI

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Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

Despertar y recordar los sucesos de la noche pasada era demasiado para la pobre chica. Estaba segura de que a partir de ahora no podría ver al peliplata sin sonrojarse al punto del desmayo. Le había hecho sentir cosas que jamás imaginó experimentar, el beso había sido embriagante, tanto que se dejó llevar sin más. Si su padre se enteraba de tal cosa estarían en graves problemas, pero decir que se arrepentía sería una canallada.

La tímida e insegura Hinata había disfrutado de ese 'primer' beso, se sintió segura en los brazos de aquel hombre, segura y deseada. Ahora entendía un poco más de aquello que Ino tanto decía sobre la diferencia de estar con un hombre a estar con un niño.

— Debemos irnos — comían en silencio, un silencio incómodo por parte de los dos — Sakura y Naruto deberían estar esperándonos. Si nos vamos ahora llegaremos al caer la tarde —

— D-De acuerdo... —

— Una cosa más Hinata... olvida lo de anoche ¿está bien? — recibió un asentimiento de su parte para después salir a la entrada del lugar — No tardes demasiado —

No sabía que pasaba por la cabeza del peligris, pero si algo haría era no incomodarlo con su presencia. Terminó de guardar sus cosas para después emprender el camino de vuelta al lugar donde se habían separado de los demás. Kakashi quería revisar más a fondo las ruinas del lugar debido al pergamino que habían encontrado el día anterior. Según él, era de vital importancia ver si había información parecida escondida entre los escombros de la antigua aldea para llevarla con la Hokage lo antes posible.

Todo el camino fue silencioso entre ellos, sólo pararon para recolectar agua, no podían prescindir de aquel líquido por más prisa que tuvieran. Llegaron justo como Kakashi había predicho, casi al caer la tarde. Naruto y Sakura estaban ahí esperando por ellos.

— ¿Encontraron algo? —

— Konnichiwa para usted también Kakashi-sensei — respondió el Uzumaki de manera burlesca, su Sensei ni siquiera había saludado a ambos de la manera correcta. Sólo fue directo al punto.

— No encontramos nada — dijo Sakura después de darle un codazo a su acompañante — ¿Y ustedes? ¿Sucedió algo interesante? — ese comentario indiscreto provocó un sonrojo violento por parte de Hinata, quien se había mantenido al margen, y casi logra que el Hatake se ahogara mientras tomaba un poco de agua.

— N-No S-Sakura-chan...— estaba a punto de tener un colapso nervioso.

— ¡Oi! Hinata... ¿estás bien? — no era raro ver a la chica nerviosa, pero el tono rojizo de su piel estaba preocupando a la Haruno.

— H-Hai Sakura-chan —

— Descuida — habló el peliplata luego de aclarar su garganta — Encontramos un pergamino con información importante relacionada a lo ocurrido durante la guerra. Tal vez si revisamos la aldea podamos encontrar más pistas —

No esperó que ninguno de los chicos hablara e ignorando olímpicamente la cara de confusión de la pareja, se encaminó hacia su destino. Quería recopilar lo que pudieran esa noche para partir al alba en dirección a la aldea. Si sus sospechas eran ciertas, aún no terminaban los problemas con Kaguya y su extraña aparición, y él nunca se equivocaba con sus corazonadas.

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