Capítulo XXIII

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Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

A la mañana siguiente se encontraban en la entrada de la aldea, despidiéndose de las personas preciadas para ellos. Sasuke se encontraba despidiéndose de los miembros de su grupo Taka, los tres compañeros del Uchiha estaban preocupados por su larga partida y deseaban acompañarle, pero tenían que cumplir con sus deberes en la aldea que los había acogido. Y es que aunque a Karin, Jūgo y Suigetsu los habían aceptado como moradores en Konoha, aún debían ganarse su lugar como Shinobis en la misma. Por tal razón Tsunade se encargaba de otorgarles tareas un tanto complicadas, siempre bajo vigilancia, para saber si podían confiar en ellos a pesar de todo lo ocurrido.

Naruto por su parte protagonizaba una emotiva despedida al lado de Sakura. Habían pasado una noche increíble juntos, amándose en la soledad del departamento del Uzumaki, plasmando su esencia en el otro, con la añoranza de nunca separarse. Pero deberes eran deberes y se tenían que cumplir. La Haruno no deseaba tenerlo lejos todo ese tiempo, Naruto se había convertido en su pilar, su luz. De sólo imaginar que no lo vería durante dos años era como una tortura.

— Vamos Sakura-chan no llores más — el rubio estaba preocupado por la inquietud que veía en la cara de la pelirosa. Había estado actuando extraño las últimas semanas, según él se encontraba enferma, y dejarla en ese estado le agobiaba. Si seguía llorando de esa forma reconsideraría el irse de misión.

— Y-Yo...Y-Yo no quiero q-que te vayas — decía entre hipidos.

— Eres fuerte vas a poder estar sin mi estos años — consolarla era difícil — Tómalo como un descanso de mi insoportable presencia — trató de bromear. Pero eso sólo sirvió para que el llanto de la joven se intensificara, no le quedó más que estrecharla contra su pecho a fin de que se calmara, nunca la había visto llorar así, ni aún cuando Sasuke y él casi se matan mutuamente en el valle del fin.

Kakashi veía todo recostado a un lado de las grandes puertas de la aldea, sentía nostalgia en su interior, pues nadie había ido a despedirle personalmente, al menos no la persona que deseaba estuviera allí en ese momento. Se había despedido de sus compañeros la noche anterior luego de abandonar el complejo Hyūga, habían pasado una animada velada haciendo prometer al peligris mantener el contacto. También se había despedido de Sakura y algunos de sus alumnos hace unos momentos, pero no había rastro de la peliazul por ningún lado. "Tal vez la asusté" pensó con amargura.

Tiempo después llegó la hora de partir, salió sumido en sus pensamientos junto a sus dos compañeros en dirección a su lugar de destino. Naruto estaba triste, era algo notorio. Sasuke iba tan serio como siempre y él caminaba distraído. Habían avanzado lo suficiente como para internarse en el bosque cuando unos pasos y una respiración agitada llamaron su atención.

— K-Kakashi-sensei espere — escucharon a sus espaldas. Una ojiperla se dirigía hacia ellos con paso acelerado.

— Hinata-chan... ¿Qué haces aquí? ¿Todo está bien? — se adelantó el rubio a su encuentro.

— ¡Tssk! ¿Qué más va a hacer aquí tarado? Es más que obvio — comentó Sasuke con fastidio — Viene a despedirse — las preguntas tontas de Naruto lo sacaban de sitio.

Hinata había despertado temprano ese día, quería darles a todos algo que les pudiera servir en el camino. Y como era de esperarse, por lo descuidados que podían llegar a ser los hombres, sólo se le ocurrió prepararles algo de comer y algunas medicinas. Era un gesto práctico y amable, además de útil.

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