You are in love || GiyuuShino

Epílogo

— ¡Vivan los novios!

El extravagante grito de Tengen sonó por todo el salón llamando la atención de todos los invitados.

— ¡Vivan! — se escuchó a Kyojuro seguido del resto de los invitados.

Había pasado año y medio; Kanae finalmente se graduó ¿y qué creen? Sanemi le pidió matrimonio, justo ahora todos se encuentran en su boda. Y por muy increíble que parezca, a Sanemi se le salieron unas discretas lágrimas en cuanto vio a Kanae con su vestido de novia.

Shinobu se encontraba en una de las mesas bebiendo champán. Por supuesto en compañía de su novio y mejor amiga con su novio de acompañante.
La cara de disgusto que tenía la pelimorada valía millones.

— Uzui-san no sería el mismo si no hiciera cosas... — intentó buscar una buena palabra para describir a su compañero pero sólo una era la indicada — extravagantes.

Mitsuri rió suavemente. — Tienes que admitir que es el alma de la fiesta. — dijo la pelirosa fijándose en cómo Tengen había comenzado a bailar. Muchos se le quedaban viendo raro.

Shinobu rodó los ojos.

La boda Shinazugawa-Kochou era todo y la palabra aesthetic. El hermoso vestido blanco con mangas de encaje que usó Kanae, los adornos de mariposa blancos en su lacio cabello, sus zapatos con forma de zapatillas de ballet, su maquillaje. Kanae lucía hermosa.

Muy a su pesar, Sanemi lucía muy bien, con la diferencia que él optó por vestir absolutamente todo de negro; traje, saco, camisa, corbata, zapatos, calcetines... todo. Mitsuri dijo que se veía muy guapo, claro, luego de aclararle a Iguro que lo decía sólo para halagar.

La recepción se llevó a cabo en un pequeño pueblo de la ciudad. Por lo que muchos de los invitados, optaron por alquilar la noche en ese pueblo para que no les fuera muy lejos regresar a su hogar.

La noche transcurría con felicidad, los recién casados estaban partiendo el pastel como siguiente actividad, en un momento en el que todos se encontraban atentos al pastel, Sanemi le embarro un poco del glaseado en el rostro de Kanae como la típica broma en las bodas. Obviamente Kanae se la devolvió.

Mitsuri llevó a rastras a Iguro a la pista de baile. Ella no podía irse de ahí hasta que sus pies le dolieran. Giyuu con sus mejillas encendidas en rojo invitó a Shinobu a también bailar. Muy a su pesar aceptó. Sin ser conscientes de los pares de ojos que los veían. Sus amigos en secreto apostaron en que ellos serían los siguientes en casarse. A menos que Iguro se les adelante.

— Yo le voy a Iguro — Sanemi susurró a su esposa quien se encontraba sentada a su lado. Ambos descansaban en su mesa especial después de bailar un buen rato — Para este paso no me sorprende que lo hiciera ya.

— Subestimas mucho a Tomioka-san, cariño... — Kanae se recostó sobre su pecho en cuanto la rodeó con su brazo por los hombros. — Sólo míralos...

Ambos veían a las dos parejas bailar entre la multitud, o bueno... en realidad movían la cabeza con el ritmo de la música mientras movían levemente los hombros, Mitsuri era la única eufórica que bailaba como si su vida dependiera de ello...

— Demonios... — Sanemi aferró más su agarre del hombro de su esposa — Son pésimos bailando.

— Lo sé, pero dejémoslo que crean lo contrario solo por esta vez. — Kanae rió antes de besar la mejilla de su esposo. — Pero apuesto por Tomioka-san quien sea el primero en casarse.

— Estoy seguro que será Iguro.

La pareja se aferraba bastante a sus apuestas.

— Si yo gano tendrás que bailarme desnuda. — volvió a susurrar en su oído, Kanae se sonrojó bruscamente volteando a ver como su esposa sonreía de forma pícara.