Surprised

1K 116 105
                                        









Casi se me salían los ojos de la impresión.


—Mierda.



—Lo sé.



—¿Cómo te sientes?




—Pues ahorita mejor. No te voy a mentir, los primeros días fueron difíciles porque ese fin, dónde perdí mi celular, le dije cosas que no me acuerdo.—pasó sus dedos por su cabello.



—Oh, ¿cortaste con ella pedo?


—No, no sé. La llamé un miércoles y pues ahí decidimos que era mejor terminar.





—¿¡Cortaron por llamada!?—eso sonaba terrible.






Asintió tristemente.




—Jae, por qué no se vieron en persona. Esas cosas son importantes...



—Le dije lo mismo pero ella me dijo que tenía clases de baile y yo entrenamientos. Ese día hasta lloré escuchando música triste.—admitió avergonzado.




¿Por qué se avergüenza?




—No sé qué decirte. Lamento que te sientas mal.—hice una mueca.




Me considero muy bueno en consolar a la gente pero Yoon Oh era un terreno que a pesar de conocer demasiado de él, seguía siendo desconocido.



—Sigo pensando que debieron hablarlo en persona, simplemente en mensaje o llamada no suena bien.


Chasqueó sus dientes y volteó hacia al frente.



—Puede que tengas razón pero las cosas ya no eran como antes. Hablábamos más por convicción que porque queríamos y solo nos veíamos en fiestas de grupo. La estábamos forzando.



—Si tú dices...—encogí mis hombros y otra vez empezaron los aplausos.











🔫






Duramos literalmente cinco horas sentados. En las últimas presentaciones ya me dolían las manos de aplaudir.




—Taeyong mi mamá preguntó que si van a venir a casa después de esto.


Doyoung últimamente era nuestro chicle. No en mala manera, todo lo contrario, es una enciclopedia andante y congeniamos muy bien. Su mamá aveces no podía recogerlo temprano entonces se iba a nuestra casa. Desde ahí, lo consideré como una de mis personas favoritas y aunque no hablábamos en nada en específico, disfrutábamos día y tarde solo comiendo y compartiendo sonrisas.


Había olvidado que hoy iba a ir a su casa. Ariana nos considera de la familia y no puedo evitar sentir esa aura de aceptación y amor de su parte. Es un sol radiante a pesar de no cocinar tan bien y exigirle un poquito mucho a su hijo.


—Oh, casi lo olvido pero si tú nos llevas estaría perfecto.—sonrió al ver que sonreí exageradamente y agarré su mano pidiéndole rait.




—No sé por qué tratas de convencerme si ese era el plan de mi mamá desde el principio.



—Quería verte sonreír.—le guiñé el ojo.





No puedo [JAEYONG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora