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En el almuerzo de ayer les conté a mis amigos sobre esa pequeña intervención con Camille y no tardaron en bombardearme con que mi poco tiempo en el centro ya estaba rindiendo frutos con otras personas. Tuve que recordarles que apenas llevo una reunión.

Además, les hablé sobre mi experiencia completa en el centro y Dylan enloqueció al escuchar que estaba contando mi historia —la cual jamás le he contado a ella o Sebastian— y me pidió que le fuese haciendo un mini resumen de esta y las preguntas de las chicas después de cada sesión, a lo cual no me negué, pues ver sus reacciones a mi historia no tiene precio, y por esa razón, ese fue nuestro tema a tratar en el almuerzo de hoy y un poco en nuestro camino después de la escuela.

—Hicieron preguntas muy interesantes —admite ella, asintiendo con la cabeza mientras sonríe orgullosa.

Ella siempre ha sido muy respetuosa con mi sexualidad, no ha hecho una gran cosa de ella, sino algo más de mí y es algo que me gusta mucho de nuestra amistad. Si bien mi orientación es algo que forma parte de mí como persona, no es todo lo que soy y Dylan siempre ha sabido reconocer eso.

—Espera, entonces, ¿aún puedes decir que yo soy guapo? —pregunta Logan, tomando su mano entrelazada con la de Dylan por sobre los hombros de ella, haciendo que el brazo de la pelinegra quede cruzado sobre su pecho.

Por otro lado, poco después de todo lo sucedido en el inicio de la relación de Dylan y Logan, él empezó a hacerme preguntas sobre mi sexualidad, las cuales con mucho gusto respondo. Además, es divertido, tanto para mí como para Dylan, ver la cara de Harris llena de curiosidad por algo que no comprende y hace un esfuerzo por hacerlo. Y ahora que también ha oído algunas de las preguntas que las chicas me han hecho, dicha curiosidad ha crecido.

Achico los ojos hacia él y hago mi mejor cara de asco solo para fastidiarlo.

—Ni porque fuera hetero te vería guapo, Harris.

Lo dije una vez y es que no me gusta elevar el ego de los chicos que de por sí ya tienen reputación de creerse el centro del mundo; Logan es atractivo, creo habérselo dicho una vez a la pelinegra, pero jamás lo admitiré en su cara. Dylan intenta aguantar una risa, pero falla de manera magistral y estalla en una risa un tanto escandalosa. De foca retrasada, como diría ella. Una señora al otro lado de la calle se le queda viendo mal y yo a ella por juzgar a mi amiga por su risa poco elegante, aunque divertida igual.

—No te rías. —Se hace el ofendido Logan. Sin embargo, mi amiga sigue sin parar de disfrutar de mi afirmación.

Lo poco que queda de camino hasta el centro lo pasamos haciendo bromas contra el gigantesco ego que Logan Harris —también conocido como el novio de mi mejor amiga— tiene entre sus posesiones más valiosas. Me ha costado admitir que Logan ha cambiado de buena manera, ya no es el idiota que solía ser. Porque sí, desde mi punto de vista lo era hasta que se fijó en mi pelinegra y es que creo en que como seres humanos no dejamos de crecer y evolucionar y muchas veces, estos cambios se ven afectados por nuestras relaciones. Y siendo honesta, Dylan también ha cambiado y sigue cambiando para bien con su noviazgo.

—Llegamos —anuncio una vez estamos frente al edificio.

Los tres vemos hacia el frente y mi porte vuelve a ser algo nervioso porque a esta situación me enfrento yo solita, aunque ya pasé el primer día, volver me da la misma sensación en el estómago.

—¿Chleo sabe de esto? —pregunta Logan, observando algunas pancartas coloridas que se encuentran en las paredes. Dylan analiza la pregunta y luego alza una ceja hacia mí.

Me encojo de hombros, desviando la mirada.

—Aún no le he dicho.

—¿De qué van sus conversaciones normalmente? —inquiere Dylan un poco sarcástica.

Elegí Ser YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora