Pesadillas

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- ¿Dónde...Dónde estoy? –se cuestionaba el peliblanco mientras despertaba-

De inmediato trato de ponerse de pie...fue inútil, su cuerpo no le respondía por más que intentase.

Poco a poco este comenzaba a desesperarse mientras inútilmente trataba de liberarse hasta que el sonido de unos pesados pasos llegó a sus oídos, su lucha se volvió frenética...ya desesperado este forcejeaba con aquella fuerza invisible.

Lo que producía aquel sonido cada vez se acercaba más y más hasta que lo pasos se detuvieron y de un segundo para otro aquella fuerza que lo mantenía contra el suelo dejo de hacerlo.

Sin pensarlo dos veces el peliblanco se puso de pie comenzando a correr en dirección contraria a la dirección de donde se habían escuchado aquellos pasos.

-Tic –se escuchó a las espaldas del peliblanco-

-Toc –se volvía a escuchar esta vez a un lado de nuestro protagonista-

Quien se encontraba corriendo a la máxima velocidad que sus piernas le permitían hasta que de forma repentina su cuerpo no le volvía a responder.

-¡Vamos maldita sea! –Grito de forma desesperada mientras trataba de mover sus piernas-

-Tic tac...Tic tac...Tic tac –se volvía a escuchar mientras una figura se comenzaba a formar frente al aterrado peliblanco- Tu cabeza...me pertenecerá –Se escuchó decir por ultimo a la figura mientras se manifestaba por completo-

-¡Tú de nuevo! –Grito nuestro protagonista mientras reconocía al caballero que le había estado atormentando desde hace ya semanas-

El caballero simplemente guardo silencio regocijándose con el miedo que nuestro protagonista sentía.

-Lo siento, pero tu cabeza ya no te pertenece –Se escuchó decir al caballero en un leve susurro mientras su enorme hacha se manifestaba en su mano-

Y con una velocidad demencial la hoja del hacha separo la cabeza del peliblanco de su cuello mientras un gran chorro de sangre.

Y como arte de magia nuestro protagonista volvía a despertar en la cama que compartía con su amada completamente empapado en sudor y con una respiración errática, como pudo y tratando de no despertar a la lycanroc que dormía a su lado se levantó de la cama caminando hacia el baño, en verdad necesitaba lavarse la cara.

Mientras caminaba este comenzó a sentir algo cálido que se escurría de su cuello e iba bajando lentamente, de la forma más silenciosa posible este acelero sus pasos hacia el baño.

Al llegar se dirigió directamente hacia el espejo y con algo de temor encendió la luz.

Un escalofrió le recorrió la columna al ver como una gran cantidad de sangre caía de su cuello, desesperadamente puso ambas manos en la herida mientras el cálido líquido vital comenzaba a mancharle la ropa y cubrir sus manos.

-No soy solo una pesadilla... ¡Soy el maldito diablo! –Se escuchó gritar a una voz detrás del peliblanco-

Casi de un salto el peliblanco se volteo observando con pavor como aquel caballero de armadura negra lo observaba, podría jurar que debajo del Yelmo este estaba sonriendo burlándose de él.

-Cariño... ¿Qué pasa? –Interrumpía una somnolienta Yuli-

Matías inmediatamente volteo hacia ella apunto de gritarle que saliera corriendo hasta que sintió como ya nada se escurría de su cuello, volviendo a voltear donde antes estaba el caballero este se encontró que ya no había nada.

-Fue una ¿alucinación? –Se preguntó así mismo en un susurro-

- ¿Una pesadilla? –le pregunto la pokemon mientras envolvía al peliblanco en un cálido abrazo-Tranquilo, ya estoy aquí...ya nadie puede hacerte daño –Le susurro la lycan mientras le daba un cariñoso beso en la frente-

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2021 ⏰

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La lycanroc de la que me enamoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora