Todos tenemos derecho a seguir nuestros sueños. Nunca perder la esperanza y lograrlos.
Una vez escuche a un escritor, el cual, le preguntaron para qué servía la utopía.
Él dudó unos instantes y luego respondió: "qué él se realizaba esa pregunta tod...
Mi alma callada, en el silencio de la noche avecinada. El padecimiento de tus sentimientos, ahogaban mis palabras. Quise que me ames, pero en tu corazón mi nombre se desenterraba. Proceder en un dolor usado y una historia saldada. El sufrimiento es prolongado, y el olvido maldito. Y renunció a tu nombre, dejando tus ideales libres... Mi esperanza se sofoca y tu alma es soltada. Te ofrendó mis alegrías, para las deposites en tu corazón furtivo.
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