TARDE, PERO MÍO

Extra Ziall II

"¡Zayn!". Zayn volteó rápidamente a la puerta al oír esa voz. "Abre, por favor. ¡Zayn!"

Thomas le dio una mirada de advertencia antes de que se le ocurriera acercarse a la puerta, sin embargo, Reggie detuvo a su alfa antes de que se arme una tragedia.

El omega mayor hizo a un lado su coraje y le abrió la puerta al desesperado alfa que gritaba detrás de la puerta. Al abrirla pudo ver a un Niall con ojeras muy grandes, despeinado y con un olor muy desagradable que le hizo arrugar la nariz. Cuando Niall vio a Reggie se quedó congelado, palideció silenciando sus gritos.

"También me da gusto verte, Niall". La voz de Reggie con un tinte de ironía. "Y no, no vas a ver a mi hijo"

"Reggie..."

"Regg para tí". El omega mantuvo su postura firme.

"Necesito hablar con Zayn". Niall hablaba con súplica.

"Eso no será posible". La voz grave de Thomas se pronunció y él apareció en escena mirando fijamente a Niall. "Creí que nosotros fuimos muy claros contigo, alfa"

"Thomas, te puedo explicar, pero déjame ver a Zayn"

Detrás de la pareja mayor apareció un vulnerable Zayn, se acercó a pasos lentos mirando suplicante a sus padres, en cuanto ellos entendieron la situación de su hijo decidieron entrar al jardín y dejarlos a ellos en la sala.

"¿Qué vienes a hacer?". Zayn endureció la mirada, sus manos estaban heladas y sudando.

"Hablar... Por favor"

"No hay absolutamente nada que tú y yo tengamos que hablar, Niall". El derrotado alfa se acercó, pero Zayn retrocedió para evitar la cercanía.

"Sé que me odias, lo sé, y que no quieres verme". Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas. "Soy un hijo de perra, egoísta, imbécil, lo sé, joder, lo sé, pero eres mi omega... Te necesito"

"Dañaste a tu omega, Niall". Zayn no iba a llorar, ya había llorado lo suficiente. "No dañas a alguien que amas"

Por la memoria del moreno pasaron los más dulces recuerdos de los labios de su alfa sobre su piel, de sus largas conversación con copas de vino en la madrugada, los planes, el futuro que tenían juntos.

Tenían.

Ahora que tenía a Niall en frente ya no le interesaba saber quién era, cuánto tiempo le vio la cara de estúpido, cuántas veces se envolvieron entre las sábanas sin saber que ya lo había hecho con alguien más antes.

"Quiero que te vayas de mi casa, quiero que te vayas de mi vida y que nunca más regreses". Cada palabra que salía de su boca dolía, quemaba, hacía aullar a su omega dentro de su pecho al saber que su compañero se iría lejos para siempre. "No quiero volver a verte, el jodido lazo que teníamos se rompió la primera vez que me engañaste"

Su voz sonaba ronca, serena, sus ojos mantenían su firmeza y se aseguraba de mantener la barbilla en alto. No estaba siendo fácil, su instinto le gritaba que abrazara al que solía ser su alfa, pero era un omega orgulloso y con dignidad.

La peor humillación se la hizo Niall cuando se revolcó con quien sea que se haya revolcado.

"No quieres esto, amor, por favor, no queremos esto, Zayn". Las lágrimas caían sin control de los ojos azules del alfa. 

"Mira bien mi rostro, Niall". Zayn se acercó cautelosamente al rubio. "Quiero que lo recuerdes a detalle, este te recordara cada noche que me perdiste"

Pudo sentir la frustración de su alfa como suya, latente en su pecho.

Vio a Niall pasar las manos por su rostro y luego por su cabello, se dio media vuelta dando un par de pasos y volvió a mirar a Zayn.

"Se llama Samantha"

Fue como si un dardo hubiera pegado justo en el centro del alma del omega de ojos miel. 

"La conocí en el último semestre de la Universidad"

Hace dos años.

"Cállate". Zayn apretó la mandíbula. "Cállate, alfa estúpido"

Niall guardó silencio. 

Zayn lo miró.

El alfa dio la vuelta saliendo a paso rápido de la casa.

Zayn se quedó de pie, con el corazón hecho pedazos viendo como se iba el ser que solía llamar alfa, con quien compartía sus días, sus llantos y sus alegrías. 

Dejó de respirar por unos segundos, y luego sintió... nada.

Lo último de vida que le quedaba a su alma se había ido con él y sin darse cuenta cayó en un agujero negro del cuál las probabilidades de salir vivo eran nulas.

Lo más irónico del dolor es que solo quien te dañó puede aliviarte.

.

ME DOLIÓ LA VIDA ESCRIBIR ESTO