C A P Í T U L O 2.
Me levanto temprano para cubrir mi turno en el hospital, no hay algo más confortable y dichoso que hacer lo que amamos.
A pesar que me gusta dormir el hecho de madrugar por mi trabajo no me pesa, al contrario me levanto como resorte sólo por hacer lo que amo.
Ayer fue un día diferente, hacia tanto que no compartía como lo hicimos ayer.
Bajo luego de arreglarme y me dirijo a la cocina y encuentro dos pares de ojos.
—¡Buenos días! —me acerco a la nevera para sacar la leche—¡madrugaron!
—¡Si!, tenemos dos proyectos que hacer, Ani ella es mi amiga Victoria —nos presenta.
—¡Un placer! Victoria —le guiño un ojo.
—El placer es mío, dime Vicky
Me tomo la leche con cereales. Me encanta estar en las casa de mis tíos es como ser niña otra vez. Aunque puedo vivir sola o con mi hermano que está en esta ciudad. Pero me siento cómoda en este hogar y más que tengo a Cam conmigo.
—¡Bueno chicas! me retiro, espero que le vaya bien —agarro las llaves—¡cuídense! —grito desde la puerta.
Mi día está comenzando súper bien. En el hospital no hay aglomeraciones y todo fluye con normalidad. Mis colegas son chéveres y muy sociables hasta los coordinadores de áreas son así de amables. No es que me lleve bien y sea muy habladora pero si mejor que antes.
Las enfermeras también tienen un trato especial.
Esta semana me toca un turno de mañana y la otra de noche, así sucesivamente será mis días en este hospital.
Mi día no ha salido de dolores estomacales, traumas por caídas y alergias.
Ha sido tranquilo. Luego de mi medio turno me dirijo a la cafetería que se encuentra por el lado norte del hospital. Aquí se encuentra los colegas y personal en general.
Me siento sola, aún no tengo una amistad con ningunos. Sólo pasaron cinco minutos y mi compañera Sarah O'Pry, compañera de turno por el resto del mes, me hace compañía a mi mesa, aunque el lugar está lleno y con asientos desocupados creo que lo hace para socializar y se lo agradezco.
—Tessier —me saluda
—O'Pry —le respondo el saludo.
—¿Cómo ha estado tu día? —pregunta por establecer conversación, si soy sincera es una grata compañía. Es amable, sociable, cariñosa y responsable sobre todo se da a respetar por los otros colegas.
—¡De maravilla! me he adaptado muy rápido y ustedes hacen que me sienta bien —le doy una sonrisa
—Hace un año que me trasladé aquí, y pues no me fue fácil. De hecho hay dentro dos semanas una cena benéfica para un orfanato aquí en Detroit. ¿Vienes? O sea ¿Qué si vas a asistir? —me mira esperando una respuesta, le hago seña para que espera que termine de masticar mi pan de jamón.
—Si, yo asisto fin de semana al orfanato. Los niños son una maravilla, te roban las sonrisa y los chicos grandes también. Ellos necesitan de nosotros, pasado mañana iré si quiere te apuntas.
—¡Será un placer! me dictas la dirección y te acompaño, seremos buenas amigas —así se levantó y me dejó sola en la mesa.
El resto del día fue tranquilo y lo agradecí. Así pasó mi día.
Llamé a mamá quien no dejaba de preguntar ¿cómo me adaptaba? sí estaba bien, sí me sentía sola, sí había visto a mi hermano Paul, sí tengo nuevos amigos, como me llevo con mis primos, como están mis tíos y paren de contar todas las preguntas que hacen los padres cuando sus hijos no están bajo sus alas.
Ya era viernes y era mi último día de guardia por esta semana, el próximo lunes empiezo con el turno de noche y será con Sarah, me levanté temprano. Agradecí mi nuevo día y una vez arreglada me levanté y como siempre me encontré con mis tíos.
El tío Klaus estaba tomando su café, y estaba listo para dirigirse al trabajo.
Mi tía Kiki, bella como siempre. Me siento en la mesa y me sirve el desayuno.
«Es extraño.»
Primero: me está sirviendo el desayuno.
Segundo: es panqueques con queso y jugo de naranja, cuando siempre como cereales porque mi tía no le da chance de cocinar por estar trabajando.
Y que hay de especial precisamente "hoy" para que se levante temprano a hacerme "el desayuno".
Tercero: no dejan de verse las caras y moviendo las cejas
—¿Alguien me puede explicar que sucede? no tengo cinco años y se que hay algo extraño en todo esto —señalo toda la mesa haciendo un círculo con las manos.
Mi tía me ignora y le da un codazo al tío.
—¡Cariño! ¿te he dicho que eres mi sobrina preferida?
—Siento que después de esa confesión viene una manipulación ¿no es cierto?
—¡Eres muy inteligente sobrina! —voy a tomarlo como cumplido para no sentirme mal.
—Queridos tíos de mi corazón —sarcasmo—¿Qué quieren de mi?
Se hacen los ofendidos. Son artistas los dos.
¿Como se atreven hacerse los ofendidos?
—Pues tenemos un viaje de negocios, nos vamos hoy y regresamos temprano el lunes. Pero no quiero buscar una niñera, siento que si busco una, Camila se sentirá mal, ella ya está grande y queremos darle la confianza que se merece y al no dejarle la niñera, significa que tu serás la que la vigiles.
Guau de niñera. No debe ser difícil cuidar a una adolescente.
—Ok, no hay problema. ¡Si era eso! ¡puedo cuidarla todos los días tía, si me haces estos desayunos de muerte, está delicioso!. —le guiño un ojo
—¡No te acostumbres! —informa borrándome la sonrisa y formándose una en sus labios.
Una vez desayunada me voy al hospital. Mi segundo lugar favorito. Si es exagerado. ¿Ha quien le gusta los hospitales? ¡¡A mi!!
Entro en el lugar y me voy al área de emergencia y Sarah ya está atendiendo un paciente. Así que voy a ayudar a quien me necesita.
Luego de diez minutos. Llega un señor presentando mareos. Voy a revisarlo y entro en un cubículo separados con cortinas de los otros cubículos.
Doy los buenos días y revisó el historial mientras que este se apoya en la camilla.
— Aquí dice que presenta mareos —digo mientras levanto mi vista y veo a un hombre de tercera edad. Con ojos triste, por no decir apagados. Sus facies son muy claras.
Viste como mi abuelo Klein, con la diferencia que este está un poco calvo
No me contesta sólo está viéndome sin parpadear.
—¿Se encuentra bien? —le hablo pero no hay respuesta, así que reviso el formulario y veo su nombre.
—¡Señor Pedro Hansen! ¿se encuentra bien? —Parpadea
—Rosey... ¿eres tú ? —me pregunta. Quedo confunda, este hombro habla de mi madre.
Allí vienen los recuerdos veinte años atrás.
Es el tío de mi madre. Pero como lo recuerdo no es así.
Un hombre arrogante, iracundo, pedante, al contraste de este que es tan vulnerables y se ve tan chiquito.
—¡Está hablando de mi madre, usted debe ser su tío!
—¡Ani has crecido mucho! —de la forma que lo dice causa gracia
—¡Eso creo! ¿Ahora se siente mejor? ¿Se le ha pasado los mareos? —segun el informe estaba siendo atendido por un colega.
—Si hija, estoy mejor. Y dime: ¿Cómo estas tu madre? —en la forma que lo dice es como una necesidad, mamá tiene tiempo que no menciona su familia.
—Está bien, gracias por preguntar ¿y usted?
—He estado mejor —su mirada es triste
—¿Y por que estás solo?, sus hijos deberían acompañarlo a sus citas médicas —lo regaño pero el sólo levanta sus hombros en señal de insignificancia.
—Estoy mejor solo hija.
—¿Y se va solo para su casa? —me siento preocupada por Él
—Si, de hecho me voy para el geriátrico. Estoy más tranquilo allá
—¿Y no tiene nietos?—trato de sacarle conversación.
—Si, tengo dos nietos pero igual no me la paso mucho con ellos, sólo con mi nieta que es un amor, se parece a su padre —cuando habla de su nieta es la única forma que se le ilumine su vista.
—Si me da la dirección podría visitarlo —le digo
Su gesto cambio a confusión y luego a la nostalgia
—Creo que a tu madre no le agradará la idea.
—Se que su relación no fue buena pero yo no soy mi madre, y me siento bien hablando con usted, y creo que merezco una explicación y la versión de ambos. Si no quiere, yo no iré...
—Me encantaría que fueras, y sí; te contaré todo lo que me preguntéis pero pide permiso a tu madre primero.
—Ok, no hay problema. Mi teléfono también se lo daré para que me escribas. Usted es el único familiar de mamá. Yo solo conozco la familia de mi papá y me encantaría conocerlo. —me tomo el atrevimiento, me acerco y lo abrazo. Se siente tan caluroso, sincero, especial. Al principio se tensó y luego fue como si nos conociéramos de años
—Ok hija, te estaré esperando —su sonrisa es tan linda. Se parece a mi abuelo ya muerto.
—Bueno yo seguiré con mi turno, hasta pronto.
Se despide con un asentamiento.
Se siente tan liberador dar un abrazo. Es genuino. Lo que puede transmitir.
¿Qué ha sido de su vida?.
¿Por que es que es esa relación con mamá?.
Bueno lo tengo que averiguar por mi. Aunque oculte que lo vea.El día fue tranquilo, aunque en mi mente no salga el señor Pedro, tío de mi madre.
Cuando llegué a casa todo estaba tranquilo y más que los señores de la casa están de viajes de nuevo.
Me encamino a mi habitación y de camino pasó por la de Cam.
Toco y tras un pase entro.
Ella está con su amiga, Vicky, ella es chaparrita cabello largo castaño. A diferencia de Cam que es rubio con ondas ligeras.
—Hola —paso y me tiro boca abajo en la cama.—¿me extrañaron? —Se ríen.
—¡Ani necesito un favor! —veo sus caras.
¿Qué traman estas niñas?
—¡Adelante! —le hago seña con la mano para que hable.
—Pues estamos full y mañana es el único día que podemos adelantar en el proyecto de ciencias, ¿será qué das permiso de dormir en casa de victoria?
—Pues si es para estudiar, no hay problema —no le veo importancia, yo también pasé por la secundaria y a veces eran muchas las tareas.—pero se portan bien —la amenazo con el dedo índice
—¡Claro!, siempre me porto bien —pone cara de no partir ni un plato.
—¿A que hora te vas mañana? —le pregunto en cuanto me levanto para salir
—Nos vamos a eso del medio día y llego el domingo temprano.
—Ok, estame informando por mensaje todo el tiempo. Mañana estaré fuera.
Así salgo de allí y voy a preparar la cena.
Pero escucho sus risas.
¿Qué estarán tramando?
La noche la pasé viendo películas con Cam y su amiga. Wonder Woman, y los tres idiotas... No dejamos de reír. Fue tranquila la noche. Pero el trabajo del día fue cobrándome y fui acostarme temprano, mañana es un día largo.
Luego de descansar, me levanté a las ocho para estar lista y llegar temprano al orfanato. Le dejé el desayuno hecho a Cam. Es como mi hermanita.
Extraño a mis hermanos. Se que Paul está cerca pero él esta en su mundo de estudiante—trabajador y yo en mi mundo atendiendo pacientes.
Ross siempre fue pegada con Kim. Ellos siempre tuvieron esa unión, por ser mellizos, son inseparables. Igual amo a todos mis hermanos.
Aparco cerca del orfanato, está lleno el estacionamiento. Señal de que hay trámites de adopción.
Me encuentro con Sarah en la entrada. Vistiendo casual, jamás la he visto sin su kimono.
Se ve tan despreocupada.
—¡Hola! ¿llevas rato? —pregunto
—No, acabo de aparcar allá adelante, es que estaba full de vehículos.
—Eso es bueno, ¡quiere decir que hay adopciones! —dije muy feliz, dando saltitos y ella riendo.
—¡Me alegra entonces! ¡No me importa que me dejen si estacionamiento si es por esa razón!.
Estamos dentro y pasamos por la oficina para hacernos notar y nos dejen interactuar con los niños.
Pasamos todo el día con ellos, con cada uno desde el chiquito hasta el adolescente. Atendimos aquello que necesitaban de nuestra ayuda.
Un niño regordete, cabello largo y ojos azules me llamó la atención, es cohibido y cerrado a pesar de tener sólo dos añitos. Llegó hace un mes pero nadie lo quiere adoptar. Según la directora por su condición, su padre no tiene paradero y su madre era drogadicta y recibió maltratos de ella y de padrastros como quemadas de cigarrillos. Desde que lo vi robó mi corazón.
Noah, se ha ganado un espacio en mi corazón.
Jugamos con todos y de todo.
No necesito ir al gimnasio a perder calorías, con el simple hecho de jugar con ellos basta y sobra.
Salimos a las dos del orfanato y el hambre llamó y ahora estamos en un local de comida rápida para saciarnos.
—¡Fue increíble! —dice Sarah luego de una mordida a su hamburguesa.
—Si, lo llevo haciendo semana, me gusta mucho.
—¿Eres cristiana? —señala mi cadenita con el dije del pescado, señal del cristianismo en tiempo pasado, el ichthys o ichtus, fue un símbolo secreto.
—¡Si!, mis padres luego de mudarse a Los Ángeles, un día nos invitaron a la iglesia y luego de una visita no dejamos de ir. ¡Me gusta ir a la iglesia!
—De hecho, yo era huérfana y duré más de tres años en ese lugar. A lo siete años mis padres, las personas que me adaptaron —aclaró—, ellos son cristianos, sintieron de parte de Dios que me adoptarán, y a ellos le debo lo que soy. Crecí en la iglesia. Rodeada de lo que me faltó por años encerrada en el orfanato, rodeada de amor. ¡Amo a mis padres! —sus ojos brillan—mira —señala su pulsera —tenemos el mismo dije —nos reímos por la coincidencia.
—El mío lo compre en una actividad juvenil donde había cantantes Cristianos como los Newboys.
—¿De verdad? ¡me gusta su banda! ¡La mía me la regaló mamá!
—¿No te gusta The Fray?
—¡Me encanta! ¡Never say never!, Hay un concierto pronto. ¡Podemos ir juntas!
—Ok, me anoto.Luego de conversar y conocernos. Me fui a la casa. Ahora estaba sola.
Me puse a ver películas, Netflix y más Netflix.
Hasta que el sueño me venció.
Estaba relajada. Feliz por el resultado de mi día.
Mi sueño profundo es cortado por el sonido de mi celular. Son las dos de la mañana.
¿Quién puede llamar a está hora?
Lo primero que vino a mi mente fue: ¡mis padres!
El número es desconocido. Eso asusta.
Aclaro mi garganta y contesto
—¿Aló?
—¡Buenas noches señora! le llamamos de la delegación 04, para informarle que la menor Camila Tessier está detenida y ella dice que usted es su representante, sino quiere que sea detenida hasta mañana venga pronto.
«Detenida»
...Cam detenida.
Mis tíos me van a volar la cabeza.
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Hasta El Último Aliento
RomanceEstá historia es original. Y espero que te guste. No te Cohibas de comentar y darle me gusta.