·LUKE NIÑO·
—¿Hijo, estás listo? —la voz de mi madre es muy dulce. Me gusta escucharla hablar.
—¡Si mami! —asiento mientras bajo los escalones e ir donde esta mi padre.
Subo el coche en la parte de atrás, ellos no me dejan montarme adelante.—¡Campeón llegamos tarde al colegio! —dice mi papá.
Pero no me importa, se que mi papá hablará con la maestra.
Minutos después llegamos y bajamos. Papá va casi corriendo y yo arrastrado tras él.
El lleva prisa, lo esperan para una reunión y yo fui el culpable por la demora, pero el no se molesta conmigo, tenia mucho sueño y me tardé en despertar.
Llegamos a la entrada y la directora nos espera con una sonrisa.—¡Buenos días! —dice ella.
Papá la saluda y explica la demora y antes de irse;—Campeón, pórtate bien, te amo, ¡mamá pasará por ti!
La directora me lleva al salón donde me espera mis compañeros.
Entro y ellos están trabajando en sus cuadernos con dibujos hechos en la pizarra.Saco de mi mochila mis herramientas para empezar mi deberes.
Estoy inspirado y no me percato de mi alrededor hasta que una vocecita me interrumpe.—Perdón, ¿me presta el color amarillo? —dice ella, señalando el color en la mesa.
Quedo viendo sus ojos, un azul muy hermoso, me pierdo en sus iris; su cabello dorado compartido en una media coleta. Es simplemente hermosa. No la dejo de ver.
—Ehh... hola, ¿estás bien?... yo sólo quiero prestado tu color —dice y mi mirada no sale de su ser.
—¡Te lo regalo! —extiendo el color y se lo doy.
—Ehh... yo te lo devuelvo cuando lo use.
—No, yo te lo regalo.
Se lo doy y se va sin decir nada.
Desde que me prestó el color no he dejado de verla. Pasé toda la mañana y parte de mi hora de recreo viéndola jugar.Viendo como su cabello se mueve al ritmo de sus saltos.
Estoy esperando afuera con mis otros compañeros y la supervisión del docente de turno. Y allí está ella.
Me acerco y le extiendo mi mano.—Hola, soy Luke —le digo
—Yo soy Ani —dice precavida.
—¿Eres nueva Ani? —le sonrio—¿de donde eres?.
—Soy de California, pero ahora vivo aquí.
—Yo quiero inv...
—Luke, ¡cariño! —me grita mi mamá.
—¡Ella es mi mamá! —la señalo.
—Si, es hermosa.
—Chao Ani, hasta mañana —la iba abrazar pero llego una señora y la tomo de las manos y se la llevo muy rápido ni se despidió.
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Hasta El Último Aliento
RomanceEstá historia es original. Y espero que te guste. No te Cohibas de comentar y darle me gusta.