P.O.V Diego Álvarez
Comenzaré a narrarles esta locura de historia con mis propias palabras, porque si le dejara a otro contarla, como que perdería toda la gracia, perdiendo mis reacciones desde mi punto de vista.
Bueno, como todos sabrán, mi nombre es Diego Álvarez, vivo en la ciudad de Antofagasta, la tercera región de Chile, ahí nací, crecí, aprendí, no maduré y morí. Pasé mi vida entera viviendo en Antofagasta, nunca salí de ese territorio. No fui a otras regiones, ni a Tarapacá o a Copiapó, ni siquiera a Calama.
Con la edad que morí fueron unos tristes 26 años, trabajaba de cajero en uno de los supermercados más reconocidos del país, Líder, de la compañía Walmart. Pero ustedes se estarán preguntando, ¿Cómo murió?
Bueno, déjenme remontarlos al año 2019, por el mes de noviembre, en esas fechas, el país estaba viviendo un proceso muy complicado, me refiero a que el pueblo chileno se cansó de los políticos y la opresión. Esta furia se vio reflejada cuando varios adolescentes derribaron una gran reja de la entrada al metro, todos eran estudiantes, los cuales atacaron a todos los policías que se les cruzaban. Yo estaba en el trabajo mientras todo eso ocurría, eso fue el 18 de octubre, un día que dejará marcado a Chile para siempre. Lo que pasó es que cuando estaba viendo de nuevo el anime de Higschool DxD en mi descanso, la entrada al Líder fueros rotas por varias bombas molotov, yo estaba viendo todo eso y con mis compañeros de trabajo intentamos salir. Pocos lo lograron, los demás no logramos aguantar el humo en nuestros pulmones, así que sin previo aviso, nuestra muerte ya había llegado.
Para mí fue la segunda oportunidad la que había llegado, porque cuando volví a abrir los ojos, vi que estaba en un lugar completamente diferente a mí trabajo en llamas. Frente a mí había un chico de unos 13 o 14 años jugando a la Play 4 frente a una pantalla de cine. Este niño se giró hacia mí con una sonrisa. Pero, detrás de él aparecería un viejo que le golpearía la cabeza, y le regañaría.
Viejito: Hola, Diego, veo que llegaste hasta aquí... y lamento lo ocurrido en tu país... -se disculpó el viejo y saludándome por mi nombre, sin que yo me hubiera presentado.
Diego: ¿Y... usted es? -dije con respeto en mis palabras.- ¿San Pedro?
Viejito: Claro que no, soy aquel creador de todo lo que ves -me dijo y quedé de brazos cruzados.- ¿Por qué estas tan tranquilo? -me dijo levemente impresionado por no mostrar emoción alguna ante tal revelación.
Diego: Viejo, vivo en Chile, que Dios se presente a mí era una cosa que ya tenía previsto... después de todas las mierdas que le echaste a mí país, ya me esperaba verte tras finiquitar mi estancia en la tierra de los vivos.
Dios: Entiendo... es descepcionante cuando alguien no se sorprende al verme, ya me ha pasado 3 veces... pero bueno... como sabes, has fallecido y como disculpa te dejaré ir a un mundo que conoces como Highschool DxD, con un deseo. Lo que sea, menos deseos infinitos.
Diego: Viejo mañoso, ya iba a pedir eso -dije y el viejo me sacó la lengua en señal de burla.- Bueno, si voy a Highschool Dxd, quiero que sea con la apariencia de Itachi Uchiha y sus habilidades.
Dios: ¿Ese es tu deseo? -preguntó por mi declaración.
Diego: Claro, tampoco te voy a pedir ser tu, o sease, Dios. Tampoco tanto...
Dios: Te advierto que cuando nazcas, tendrás que entrenar para tener el mismo nivel que ese Itachi.
Diego: ¿Quién dijo que estaría al mismo nivel de Itachi? Estaré por muy encima de los poderes de Itachi.
Dios: Eso es muy ambicioso, me agrada -dijo con una sonrisa.
Diego: ¿Y... cómo aparezco allá? -pregunté preparado para que pusiera un portal.
Dios: No iba a poner un portal, nacerás como todo niño lo ha hecho... -dijo y me empecé a sentir mareado.
Diego: ¿¡Qué está pasando Doctor García!? -grité y me desmayé.
De repente, sentí algo húmedo rodear mi cuerpo, luego de minutos, sentí como algo o alguien me agarraba de las patas y me sacaba por un agujero, cuando salí, sentí como si una intensa ventisca pasara por mi cuerpo desnudo, y... pequeño, como el de un bebé. Luego oí la voz angelical de lo que parece iría a ser mi madre, quien me estaba hablando en japonés. Yo no le entendía, si apenas sé hablar inglés, menos voy a saber hablar japonés.
Diego: A ver señora, yo no hablo taka taka, hableme bien -dije en mi mente, porque por fuera era un simple retoño, un recién nacido que quizás ya se haya echado un truño.
2 Años Después...
Pasaron dos años, y déjenme decirles que he avanzado poquito, pero es un buen avance para mis cortos 2 años. Al primer año agarré un libro y empecé con mi aprendizaje en el japonés, así durante un año, agregándose al instante como un idioma más a mi lista. También lo que he estado haciendo ha sido meditar, moldear chakra, entrenar mi mente y mi alma.
Otros 2 Años Después...
Vaya, los años pasan volando dijo un drogadicto. Bueno, en estos dos años logré llegar al nivel de un Chunin bajo. Mi fuerza física es comparable a la de un Genin alto y mi velocidad a la de un Chunin promedio. Cuando cumplí los 4 años, recibí de golpe el Sharingan. Pasó cuando estaba meditando en las aguas termales, y justo cuando estaba por terminar, mis ojos empiezan a tener un ardor más intenso que cuando te echas alcohol en una herida. La sangre salió de estos, y al notar que el ambiente estaba más lento, voy a ver mi reflejo al agua, noto que mis ojos eran de color rojo con un tomoe en cada ojo. Luego de un año, logré avanzarlo al segundo tomoe. En cuanto al entrenamiento físico, ese lo he estado haciendo mientras mis padres no estaban o cuando yo estaba en el preescolar o jardín, como quieran llamarlo. Me alejé de los niños y me hice antisocial, como en mi vida pasada.
Más tarde, mientras estaba haciendo mi rutina diaria de ejercicios, siento como algo cae sobre mi cabeza, al voltear, veo que es un pergamino con una E escrita. Bueno, una E japonesa.
Abrí el pergamino, y vi que decía "Jutsu Clones De Sombra", cuando terminé de leerlo, sonreí y partí al bosque a entrenar nuevamente en mi chakra, para el control y aumento de este. Al aprender como hacer el Jutsu Clones de Sombra, me puse a entrenar con ellos, aumentando el nivel de este, dejándome exaltado cuando los hice desaparecer.
Diego: Vaya, creo que me pasé en este entrenamiento... no importa, es necesario para volverme más fuerte que el Itachi original. Diablos, sueno como Sasuke, que asco... -dije y me reí, parándome con lo que me quedaba de chakra para ir a mi casa a descansar.- Falta mucho para el inicio del anime, y debo aprovechar ese tiempo al máximo para patearle las nachas al Raiser.
Continuará...
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Reencarnado En Itachi En Higschool DxD [TERMINADA]
FanfictionDiego Álvarez es un chico que vive en la tercera región del país de Chile, en Antofagasta. Allí, este chico trató de vivir una vida normal como todo niño chileno, pero tal parece que el destino le tiene un camino reservado de aventuras peligrosas co...