Reencarnado En Itachi En Higschool DxD [TERMINADA]

Capítulo 9: El Pasado De Kiba (2/2)

P.O.V Diego Álvarez

Después de meter a Valper en el Tsukuyomi, yo y los demás fuimos corriendo hacia la Academia gracias a que sentimos una gran presión en el aire. Bueno, la sintieron los demonios y ángeles, yo no me sentía pesado, solo sentía una buena energía para enfrentar. Cuando llegamos veríamos a Rias, Akeno y los miembros del coneejo estudiantil luchar contra un ser completamente pálido que parecía vampiro desnutrido. Freed estaba frente a una espada dorada incrustada en una piedra.

Diego: ¡Ay, no sabía que crepúsculo existía en este mundo! -exclamé con sorpresa sarcástica.- Por fin podré pegarle sus pataditas a ese tal Kokabiel... se cree la mera verga sin siquiera haber enfrentado a Itachi Uchiha. -dije caminando hasta quedarme frente a él.

Kokabiel: Ahora un humano viene a sacrificarse por unos demonios... qué acción tan valiente y estúpida...

Diego: Tu jeta es estúpida y nadie dice nada...

Kokabiel: ¿Q-qué? Un humano como tu no puede hablarle así al ángel caído más fuerte de todos... -dijo arrogantemente.

Diego: No mames, si tu eres el más fuerte, no me imagino quien será el más débil, con esa jeta que me traes... -me burlaría una vez más. Kokabiel enojado crearía una lanza de luz y me la arrojaría, activando a mi Susanoo detendría dicha lanza.- Toma, se te resvaló la dignidad... -dije disparándosela de vuelta, incrustándosela en el pecho, haciéndolo caer de una.- Mierda, me pasé...

Kokabiel: ¿C-cómo p-puede ser p-posible? -se preguntó escupiendo sangre, de repente, desde el techo de la barrera mágica descendería una persona con armadura completa de color blanco con gemas celestes en el pecho y brazos.

???: Disculpen, vengo por Kokabiel, son asuntos de los ángeles caídos, lamento que les haya causado tantos problemas... -dijo y yo me crucé de brazos.

Diego: Ni los hizo de todos modos.

???: ¿Podrías entregarme a Kokabiel? -dije y teniendo al vampiro desnutrido en las manos del Susanoo, aplastaría a Kokabiel, dándole la forma de una bola de papel, arrojándola al piso donde esta el de armadura de dragón blanco.- Lo quería vivo... -dijo con voz amenazadora.

Diego: Haberlo dicho antes -dije desapareciendo al Susanoo, el de armadura blanca tomaría el cuerpo molido de Kokabiel y se lo llevaría en un círculo mágico.- Bueno, ya acabó... ¿Xenovia, que harás ahora que sabes que Dios está muerto? -le pregunté y se sorprendió por lo que dije, Asia se echó al piso con lágrimas.

Xenovia: ¿Cómo te atreves a decir eso?

Diego: Lo vi en la mente de eae tal Kokabiel, vi que ese tal Dios murió en la Guerra entre Facciones junto al mismísimo Satanás... -dije y lo último sorprendió a Sona, Rias y a sus séquitos...

Xenovia: Si eso es cierto, ya no tengo por qué creer en alguien... -dijo cayendo de rodillas...

Diego: Oigan, aunque Dios no exista eso no quiere decir que puedan seguir viviendo sus vidas normales, si es que quieren llamarlas así...

Xenovia: ¿Qué caso tiene? Nosotras vivíamos por Dios, y ahora que está muerto, no sabemos como avanzar...

Diego: Bueno, yo soy ateo, así que no creía en Dios, solo seguía las elecciones que yo hago -dije de lo más calmado.- ¿Entonces, qué es lo que vais a hacer?

Xenovia: Yo me uniré a tu gremio... ¿cómo se llamaba? -dijo y preguntó, asombrando a los demonios.

Issei: ¿Itachi-san, tienes un gremio?

Diego: Sí, solo que yo soy el único miembro de ese grupo, Xenovia es la primera en unirse...

Xenovia: Por lo menos soy primera en algo...

Rias: ¿Y cómo se llama tu gremio?

Diego: Akatsuki... una organización que se dedicará a encontrar la paz entre las facciones... -dije activando mi Sharingan para que quedase más perrón, cosa que sí resulto, ya que los presentes estaban asombrados.- Tomará su tiempo, pero como dijo alguien, el tiempo es relativo...  

Después de eso, fui al bosque con Xenovia, Irina decidió irse a recorrer el mundo para conocer otras culturas, dijo que el primer país al que iría sería México. Espero y la traten bien allá. Estando en la cima de una montaña, nos encontraríamos con una estructura bastante peculiar... parecía el símbolo Pi de las matemáticas, pero en color rojo. En medio de este había un papel pegado con un símbolo escrito en este.

Diego: Bienvenida a la guarida de los Akatsuki -dije señalando con la mano y haciendo un ademán con los dedos índice y el de en medio levantados, este gesto haría que la roca esférica gigante se desvaneciera, dando paso a la entrada, sorprendiendo a Xenovia.- Puedes entrar... -dije haciendola pasar con la mano.

Xenovia: Eh... está bien... -dijo algo dudosa entrando a la guarida. En cuanto yo entré, volví a sellar la única entrada y salida de este lugar.

Diego: Sígueme -dije caminando frente a ella, esta haciendo lo que le pedí, yendo a una habitación normal.- Esta será tu habitación, puedes instalarte aquí y si quieres después vamos a comprar algunas prendas para que te sientas cómoda en este lugar -dije sacando un colgador del armario que traía la chaqueta que yo tenía puesta.- Ten, esto lo deberás llevar siempre, con esto ocultarás todos los trucos que vayas a hacer. También es porque es lo que representa a Akatsuki.

Xenovia: Está bien... sobre la ropa la escogeré yo...

Diego: Que bueno, no soy un estilista, por algo soy un shinobi...

Xenovia: ¿Shinobi?

Diego: Un ninja... no puedo usar magia, pero si puedo usar algo parecido pero más poderoso, se llama chakra...

Xenovia: ¿Qué es el chakra?

Diego: Luego te respondo todas las dudas que tengas, lo primero será que te instales y después darte un recorrido por el lugar, ¿de acuerdo?

Xenovia: Me parece justo...

Después de darle un recorrido por todo el escondite o guarida, fuimos a la sala de reuniones Akatsuki para conversar, conocernos mejor y responder las dudas que Xenovia tiene acerca del chakra y sus componentes. Luego de esa charla nos fuimos a dormir porque se estaba haciendo de noche.

A la mañana siguiente, me despertaría y lo primero que haría, sería un pre calentamiento matutino con clones. Esto despertaría a Xenovia, quien al vef como entrenaba se quedó perpleja. Le dije que le entrenaría como se debe para ser un fuerte miembro de los Akatsuki. Estuvimos como 4 a 5 horas entrenando arduamente. Primero Xenovia se fue a bañar y después le seguí yo, para luego desayunar, alistarnos e ir a comprar la ropa de Xenovia, la cual usará de forma casual.

Continuará...