Drain You

¡Que día!

*Narra Polly*

Al ver que Kurt vino a mi casa sólo para disculparse por el día de hoy se me hizo un gesto muy muy lindo de su parte, al parecer él es un buen chico y, eso me agrada.

Kurt había dejado la fotografía de mis padres sobre la mesa, la verdad se veía muy bien ahí; no sé por qué nunca mi madre o yo pusimos alguna foto de él en la casa, bueno, sólo hay una en su estudio y yo tengo una de él y yo en el tocador de mi cuarto. Creo que la dejaré ahí, es una linda foto.

¿Y Kurt? — preguntó mi madre acercándose a la sala —

Se acaba de ir mamá — respondí—

Bien — dijo — ¿Tienes hambre cariño?

Oh, sí — dije — ¿Qué prepararemos?

Aún no lo sé — dijo — ¿Por qué no pedimos comida china?

Me parece buena idea mamá — dije — tiene mucho tiempo que no comemos eso

Bien, entonces déjame hacer el pedido — contestó —

Iré a poner la mesa — le dije —

Buena idea cariño — dijo —

Mientras sacaba los platos y vasos para la cena, no podía dejar de pensar en Kurt, bueno, mejor dicho en que tan bien coincidiamos. Cómo quisiera que los días se pasarán rápido para volver a verlo y charlar con él.

Pasó un buen rato hasta que tocaron el timbre, era el repartidor.

Yo iré mamá — dije —

El dinero está sobre la mesa de estar — me dijo mi mamá en voz alta —

Abrí la puerta y el repartidor me dio nuestro pedido, le pagué y me dijo algunas palabras en chino nunca entendí que me quería decir; por suerte mi madre manejaba un poco el idioma y ella me dijo que el repartidor sólo me daba las gracias.

*Narra Kurt*

Dave y yo estábamos en el restaurante, por suerte nos trajeron nuestra comida más rápido que otras veces. Nos sentamos en la última mesa de la segunda pieza del restaurante, era mi mesa favorita del lugar para comer; la sentía más solitaria y privada, a veces no me gusta mucho estar rodeado de gente.

Aquí tienen sus hamburguesas, chicos — nos dijo la camarera —

Gracias — hablamos al mismo tiempo Dave y yo —

Bueno, a comer amigo — le dije —

Me estabas matando de hambre, viejo — respondió Dave —

El darle el primer mordisco a mi jugosa hamburguesa de doble carne me llevaba a otro mundo, era la cosa más deliciosa que había. Ese restaurante era mi favorito y lo mejor de todo es que el dueño del negocio es amigo de mi padre y de vez en cuando me hace un favorable descuento. Aunque, siempre me gusta pagar lo que es. Es más justo así.

¡Maldición amigo! — dije — esto es delicioso

Ya lo sé — dijo Dave hablando con la boca llena — ¿Qué le ponen a éstas cosas? Ni las hamburguesas de mi madre saben tan bien como éstas

Seguíamos comiendo, la camarera había encendido una televisión que el restaurante tenía, ya sabes, para no aburrir al comensal. Mi apetito era tanto que ignoré por completo lo que estuviera pasando en la tele.

Kurt, ¿Ya viste lo que está en MTV? — dijo Dave — son los Backstreet Boys

Son buenos — dije al mismo tiempo dándole otra mordida a mi hamburguesa sin importar nada —