Capítulo 29

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- ¿puedo pasar? -pregunta Alexander

-pasa, por favor- pide Andrew

-si quieren vuelvo en un momento, cuando terminen de comer, no quiero interrumpirlos- asegura Alexander

-por mí no hay problema, ¿gustas? – aclara Antonella

-no tenemos mucho tiempo, pasa por favor y pon el pestillo Alexander-

Alexander entra viendo a Antonella, nota que ha llorado y no puede evitar mirar de Antonella a Andrew, tratando de entender o exigir una explicación de lo que paso

-An, ¿estás bien, pequeña? – pregunta Alexander acercándose a ella.

-sí, no te preocupes solo soy muy sensible, ya sabes- dice ella tratando de ser sincera

-Alexander necesitaba hablar contigo, no tengo mucho tiempo así que directo al punto, como te habrás dado cuenta, Walter y Peter son unos idiotas, yo estúpidamente me hice amigo de ellos y entre en sus juegos, tú sabes un poco sobre mi reputación, ahora me arrepiento, pero, lo hecho, hecho está, así que solo me queda pedirte que protejas a Antonella.

De nuevo el sonido de la puerta los hacer callar, Alexander se acerca a la puerta y mira a Andrew, que asiente para que abra la puerta, Alexander abre y se separa para dejar ver a Michael que asoma su cara algo preocupado.

-hola, discúlpame, apenas me entere, ¿quieres que regrese en un rato? - pregunta Michael

-no, por favor, pasa- contesta Andrew

Michael pasa y saluda a Alexander y Antonella, para terminar, saludando y abrazando a Andrew.

-hermano, ¿qué te paso, ¿cómo te sientes? – vuelve a preguntar Michael

-caí por las escaleras, no te preocupes estoy bien – contesta Andrew

Antonella se acerca a Andrew, toma su mano y lo mira preguntándose porque no le dice nada a Michael.

-se lo diré amor, no te mortifiques, estoy bien- asegura Andrew a Antonella

- ¿qué es lo que pasa Andrew? – Michael

- estoy en la espera de unos resultados, pues desde la caída no he podido mover mis piernas- dice Andrew algo apesadumbrado.

-diantres, pero ¿cómo paso, que te han dicho los doctores? – Michael pregunta mortificado

-fue mi culpa, yo me iba a ...- asegura Antonella sollozando

- ¡no, Bella, ¡no fue tu culpa! – grita Andrew al tiempo que Alexander hace lo mismo

- ¡no fue tu culpa An! – Alexander

Michael mira de uno a otro esperando una explicación.

-estaba discutiendo con Bella cerca de la escalera, ella quiso bajar y la detuve, ella al hacer un esfuerzo piso mal y al sentir que caía, la gire y empuje al otro lado, pero, entonces yo no pude equilibrarme y termine cayendo, Alexander se interpuso intentando detenerme, sin embargo, lo arrastre conmigo, lo siento Alexander y gracias por intentar detenerme- dice Andrew

-de nada- dice Alexander

-Antonella concuerdo con Andrew, no fue tu culpa, el tomo su decisión- afirma Michael

Antonella le sonríe agradeciendo el gesto.

-Michael, no tengo mucho tiempo, Walter y Peter no tardan en regresar, Peter es mi doctor cómo ya sabes y no me ha dejado ni a sol ni a sombra, te cite a ti y a Alexander porque esos dos idiotas se han encaprichado con Antonella y estoy seguro de que empezaran con su juego del lobo y la corderita, Antonella les gusto mucho, y desde hace años, en cuanto me di cuenta, los aleje aunque fue solo por un tiempo, después, les concedí algunos caprichos que los entretuvieron, pero, se que ahora nada les quitara su nuevo reto, necesito que no dejen sola a Antonella por nada del mundo, ella tiene dos guardaespaldas desde hace años, que gracias a Dios, nadie lo sabe, sin embargo, ellos tienen muchos recursos, nada de moral, ni límites, por lo que me veo en la necesidad de pedirles su ayuda, en lo que me recupero por completo, ¿ puedo contar con Ustedes, para cuidar de mi esposa? –

-espera, no me has preguntado si estoy de acuerdo, yo sé cuidarme – dijo Antonella muy molesta

-An, en esto apoyo al cien por ciento a Andrew, los he visto cómo te miran y además toda su actitud el día de hoy es muy sospechosa, no confió en ellos, su reputación es de lo peor-

-cuenta conmigo, si Antonella está de acuerdo, los ayudare en lo que pueda- comenta Michael

-conmigo también- dice Alexander

-gracias, espero no necesitar mucha ayuda-

-Andrew yo no he dicho que si- repela Antonella

-eso es, porque nadie te pregunto An- dice Alexander

-Alex no me hables así-contesta Antonella molesta

-Bella, amor, mírame, yo no puedo protegerte cómo se debe, ¿podrías por esta vez no cuestionarme y darme la tranquilidad de saber que estarás bien? – dice Andrew algo apesadumbrado

-Andrew, amor, no necesito que me protejas, pero, si eso te da tranquilidad, lo acepto, discúlpame por no pensar en cómo te sientes- dice ella avergonzada.

-gracias, amor- Andrew

-Alexander, conozco muy bien a esos dos y su primer paso será invitarte a salir con ellos, para conocerte ver tus debilidades y si se puede obligarte a alguna situación con la que después te puedan chantajear, no descartes que utilicen a Frederika, para llegar a ti o a cualquier otra mujer que misteriosamente aparezca en tu vida, muy interesada en ti- asegura Andrew, avergonzado.

-lo sé, Frederika me llamo hace un rato, dijo que quería saber de ti, me extraño que no le hablara a alguno de tus amigos, además, sabía que yo también caí de las escaleras, lo cual implica que ya hablo con ellos, me imagine que solo quería incordiar, me pidió que guarde su número de teléfono y mantenernos en contacto, por supuesto, le seguí el juego- declara Alexander

-vaya que se mueven rápido para lo que les conviene, si no es por Antonella, ni me entero, vine en cuanto me llamo- comenta Michael

-en cambio, a Frederika le avisaron, muy pronto- dice Antonella molesta

-eso era de esperarse, ella no es muy fan de sus infamias y ellos lo saben, más reconozco que saben manejarla, utilizándome a mi, para llegar a ella, , y ella a su vez, es muy astuta para aprovechar las oportunidades y sacar ventaja, Frederika, también es de cuidado, cualquiera de ellos tres, vendería hasta a su madre por un simple capricho- espeta Andrew

-todos unos estuches de monerías tus amigos, cuñadito, claro excluyendo a Michael- dice Alexander, Michael agradece y afirma con un asintiendo con su cara.

-Alexander Bianchi- dice Antonella en voz alta

- ¿Bianchi?, perdón no debería preguntar – dice Michael

-no te preocupes, de ti no me molesta la pregunta, si, mi ahora padre me dio su apellido- dice Alexander

-me alegro mucho- dice Andrew con una sonrisa

-claro, me imagino, pero, igual cuidare a mi hermana de ti- responde Alexander

-no espero menos de ti- afirma Andrew

-paren ya, parecen niños de preescolar- dice Antonella molesta y cuando va a decir algo más,  la puerta vuelve a sonar, todos se miran sabiendo quienes pueden ser.

AntonellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora