Antonella

Capítulo 31

Frederika se ha quedado anonadada, tanto, por el temple de Antonella, como por la falta de interés en ella, por parte de Andrew, su mirada viaja de uno a otro, con ira y furia contenida

-vas a permitir que está estúpida me hable así, Andrew- vuelve a gritar Frederika

-tu empezaste Frederika, y no es ninguna estúpida, es mi hermosa esposa- le replica Andrew

Antonella le sonríe con amor a Andrew, ya no le importa lo que Frederika piense o diga de ella, mientras el, la ame.

Frederika no soporta más su cólera y se lanza contra Antonella, como una demente, Andrew que está pegado a Bella, se abalanza como puede sobre Frederika, solo logra tomarla por un brazo tratando de detenerla, para que no toque a Antonella e intentando no caer el de la cama, Antonella de principio se asusta, nunca se ha peleado con nadie y además es vergonzoso.

-suéltame, Andrew, le voy a enseñar a está imbécil, a no meterse con lo mío- grita Frederika histérica

-Andrew no es tuyo, nunca lo fue, y nunca lo será, porque ahora es mío y no pienso alejarme nunca de él, lo amo y el a mí, así que deja de arrastrarte como el gusano asqueroso que eres- dice Antonella con su frente en alto y con algo de desprecio en su mirada.

Andrew y Frederika se quedan en shock, jamás pensaron escuchar algo así de ella, a pesar de que su comentario es infantil, también es hiriente.

-estúpida, la única asquerosa aquí eres tú, tú eres la que se arrastra detrás de Andrew, te diré que él, no planeo todo esto, su abuelo lo obligo, y se abría casado conmigo, si en la estúpida cláusula no dijera tu insignificante nombre, se acercó a ti solo por cobrar su herencia, pero, siempre te vio como algo desagradable, por eso, tardo todo lo que pudo en acercarse a ti, porque no te soporta, no te quiere ni para un revolcón, yo soy su mujer siempre lo he sido, el me desea, yo soy la que todos estos años ha estado en las noches en su cama complaciéndolo- dice Frederika sintiéndose vencedora

-quizás el estuvo en tu cama, quizás se caso conmigo por su herencia, pero, eso no cambia el hecho de que es mi esposo, mío solamente y yo su mujer, debes saber, que desde que nos casamos la cama la comparte conmigo, y solamente conmigo, me abraza cada noche antes de dormir, mientras besa mis labios, diciéndome palabras llenas de amor, algo que seguro nunca hiso contigo, porque no es tuyo, no te ama- le dice Antonella con la voz quebrada por lo que escucho anteriormente, pero, segura de lo que vive y siente con Andrew.

Frederika la mira con odio, lo que Antonella le ha dicho la ha dejado sin palabras por un momento.

-sabes, me das lastima, solo por eso te abriré los ojos- dice Frederika

- ¡cállate Frederika¡, deja de tratar de envenenar nuestro matrimonio- le grita Andrew muy molesto, tratando de evitar que suelte la lengua con Antonella.

-déjala que escupa todo su veneno, está muy dolida por tu desprecio- dice Antonella, tomando del brazo a Andrew para tranquilizarlo, pensando, que no hay nada más que ella le pueda decir.

-veremos quien es la dolida cuando te enteres de la verdad- dice Frederika molesta

-Antonella ya lo sabe Frederika- dice Andrew tratando de hacer que se calle

-entonces, ya le dijiste que prometiste destruirla, corromperla y burlarte en su cara- dice Frederika con desdén.

Antonella trata de fingir que no le duele, sin embargo, el pensar en Andrew diciendo eso, la entristece demasiado. Andrew está viendo a Frederika con odio y advirtiéndole con la mirada que no siga, pero, a Frederika eso la motiva más.

-también sabe que les dijiste a Peter y a Walter que la compartirías con ellos, una vez acabados los tramites de la herencia- dice Frederika

Andrew la fulmina con la mirada, no quiere ver a Antonella, porque tiene miedo de su reacción y de lo que falta a Frederika por decir. A Antonella le ha caído como bomba esa declaración, más su rostro no lo muestra, trata de mostrarse fría y distante ante sus palabras.

-esa no es una decisión que el pueda tomar, solo yo decido sobre mi- es lo único que Antonella pudo decir.

-también te dijo que un día antes de su compromiso, tuvimos el mejor sexo de su vida- dice Frederika sonriéndole a Antonella, sabiéndose vencedora.

Antonella, quiere llorar y golpear a Frederika, nunca ha sido una persona agresiva, sin embargo, esto es cruel, Frederika sabe muy bien como lastimar y lo ha hecho con ella.

-me imagino que fue su forma de despedirse por los años de buen servicio- dijo Antonella dolida, pero, sin demostrarlo

Frederika se abalanza de nuevo contra Antonella, esta encolerizada por su comparación con una mujer de la vida galante.

- ¡maldita!, ¿cómo te atreves a hablarme así?¡te voy a matar! - grita Frederika histérica, Andrew la sostiene de una mano, pero, no podrá por mucho tiempo con ella, ya que se retuerce tratando de zafarse, como puede Andrew se las ingenia para con su otra mano presionar el botón de la enfermera, que al escuchar los gritos de Frederika no pregunto nada, solo corre al cuarto. Antonella con toda la gracia y clase que la distinguen, se gira un poco hacia la mesita que esta junto a la cama de Andrew y toma un vaso que contiene agua, le lanza el contenido a Frederika que se queda estática ante la acción.

-deja de ladrar y lárgate, no te quiero volver a ver cerca de mi o de mi marido- dice Antonella visiblemente alterada.

La enfermera entra al cuarto, junto con un enfermero y ven a las dos mujeres mirarse con odio, Andrew sosteniendo a Frederika y Antonella de pie junto a ellos estoica.

Frederika levanta su cara y la limpia con su mano, se gira y en silencio se dirige a la puerta

-te aseguro que nos volveremos a ver Antonella- dice Frederika antes de salir de la habitación.

Antonella suelta todo el aire que no sabia que estaba conteniendo y se desploma sobre una silla, sus lagrimas no se hacen esperar, no puede contenerlas.

Andrew la mira y se siente el más desgraciado de los hombre, quiere hablar con ella, pero, no sabe si Antonella lo escuchara, si se quedara o se marchara.

-gracias por venir, les pido por favor que no dejen pasar de nuevo a esa mujer y que nos dejen solos- dice Andrew algo apesadumbrado.

Los enfermeros solo asienten y se retiran, Andrew observa a Antonella, sin saber que decir, pensando que no puede desmentir lo que Frederika dijo, y maldiciendo sus errores.