Capítulo 23

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Ha pasado más de una semana, desde la boda de Andrew y Antonella, la convivencia entre ellos es de lo más natural, los dos se ven realmente felices y sus conocidos lo han notado, aunque no saben bien el porqué, ya que pocos saben que se han casado y que viven juntos.

Andrew se ha despertado más temprano, ya se ha hecho costumbre, pues le gusta observar a Antonella mientras duerme, no puede creer, que, por idiota, casi pierde la oportunidad de ser feliz con ella, jamás imagino que la cláusula impuesta por su abuelo, le daría tanta felicidad. Tiene cerca de una hora solo observando a Antonella, mientras ella duerme pacíficamente, el, esta sentado en un sillón algo alejado de la cama, por ningún motivo, quiere despertarla, verla dormir le da paz, lo hace sentir pletórico, disfruta tanto ver su rostro, en ocasiones le ha tomado algunas fotografías mientras está durmiendo o distraída, tiene algunas de fondo de pantalla, en sus diferentes dispositivos, esos que anteriormente tenían, autos y paisajes en invierno.

Andrew esta pensativo, tiene cosas que aclarar con Antonella, pero, tiene miedo de su reacción, por lo que ha decidido, esperar hasta después de la boda religiosa y de la luna de miel. Por primera vez en años esta entusiasmado con el viaje, desea que sea lo más romántico posible, conoce a Antonella y sabe que eso es lo que ella quiere, tiene ya visto muchos lugares, hoteles y paseos, quiere disfrutar de unas vacaciones en la mejor compañía, quiere darle todo lo que este a su alcance y asegurarse de que ella se enamore peticiones, sabe que Antonella es muy joven, sin embargo, el necesita un hijo y pronto, el, considera que ya tiene edad, para ser padre y Antonella ama a los niños y será una gran madre, además, le dará las nanas y enfermeras que necesite, lo que sea por verla feliz.

Su única preocupación es saber que hace tiempo, cuando pensó que su abuelo, lo había castigado por ser un rebelde e indisciplinado, le confeso a sus tres amigos y Frederika, lo que su abuelo estipulo en la cláusula, y eso ahora puede ser un problema, sobre todo si se lo cuentan a Antonella.

Antonella se remueve está despertando, mueve su mano buscándolo, él, sonríe contento de ver su acción, se acerca, se sienta en la cama y la besa tiernamente.

-buenos días, preciosa-

-buenos días, amor, ¿te despertaste hace mucho? –

-no, desperté hace poco-

- ¿dormiste bien? -

- ¿sí y tú? –

-también, gracias, sabes, soñé que estaba embarazada-

- ¿y te gusto tu sueño? -

-sí, éramos muy felices-

-cuando quieras lo podemos hacer realidad, yo encantado pongo todo de mi parte- le comenta Andrew mientras se acerca a ella para besarla

- ¡Andrew!, nunca cambiaras, provocador-

-puedes decir lo que quieras, pero, tus mejillas sonrojadas te delatan, te encanta que te provoque y que te desee tanto-

Antonella no dice nada, no sabe que decir al fin y al cabo es cierto.

-vez tu silencio te delata- dice Andrew con burla

Antonella ríe y le saca la lengua, Andrew ríe y la besa, se separan para preparase y comenzar su día como siempre.

Antonella no tendrá las ultimas clases, ya que su maestro fue a una conferencia en otra universidad, ella aprovecha y no entra en la clase que sigue, de cualquier manera, no está poniendo atención, solo piensa en él, y quiere darle una sorpresa, se ha ido rápido a casa, quiere sorprenderlo, preparando un postre que sabe que, a él, le gusta, Andrew lo probo hace poco en un restaurante y es el único postre que ella lo ha visto comer. Antonella se va directo a la cocina con las compras y empieza a preparar la sorpresa de Andrew, han pasado más de 2 horas, entre leer y releer la receta, buscar los instrumentos y prepararlo, Antonella no quiso que nadie en la cocina la ayudara, por eso le ha tomado más tiempo, ella termina el postre, quiere ir a cambiarse y arreglarse linda para él, entonces se despide de la chef y las ayudantes de cocina,

AntonellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora